Serial Advanced Technology Attachment (SATA) es la evolución de la interfaz Parallel ATA (PATA) que sirve para conectar periféricos a un sistema central. Actualmente, utilizamos los cables SATA para conectar unidades de almacenamiento a nuestro PC, pero, ¿sabías que no todos los cables SATA para PC son iguales? Te contamos todos los tipos que existen y en qué se emplean.
Generalmente, cuando hablamos de cables SATA todos piensan en el mismo, sea con conector liso o acodado. Ese cable que todos conocemos se llama en realidad SATA-SATA, y es porque en los dos extremos tiene el mismo tipo de conector, hembra en este caso. No obstante, existen diferentes tipos de conectores y cables SATA más allá del que todos conocemos, así que vamos a proceder a contar cuáles son, y para qué se usan cada uno de ellos. Para que podáis identificarlos visualmente y en el caso de dudas en el montaje podáis conocer a través de su función dónde y cómo se colocan los cables SATA dentro de nuestra torre
Cables SATA de datos y alimentación
La interfaz SATA, al igual que otros tipos de conexiones, se divide en datos y alimentación de manera independiente. Así, para la conectar una unidad de almacenamiento de este tipo se requiere un cable de datos y otro de alimentación. Pero, debes saber que ambos conectores tienen el mismo nombre, agregandose la coletilla de su uso según necesidad. Tienes que saber que, para conectar una unidad de almacenamiento, se requiere de los dos conectores.
Algo bastante curioso es que para conectar un disco duro externo por USB actualmente solo se requiere de un cable. La mayoría de unidades de almacenamiento portátiles de 2.5 pulgadas ya solo tienen un conector USB. Esto simplifica mucho el transporte y la gestión de la unidad, algo que no se ha adoptado en la interfaz SATA.
El motivo por el cual no se habría unificado este conector es porque esta obsoleto y en fase de desuso. Las unidades SSD basadas en PCIe ocupan todo el desarrollo, quedandose la interfaz SATA «olvidada» por todo el mundo. SATA III debes saber que fue lanzada en 2008 y si bien se han dado revisiones menores de la misma, no existe una cuarta iteración de este conector y tampoco se espera que nunca se lance.
Los cables SATA de corriente tienen la misma forma interna con ese ángulo de 90º para que solo puedan insertarse en un sentido, pero a diferencia de los de datos, el conector es bastante más grande y tiene 15 pines de conexión, si bien solo cuatro cables de corriente le llegan y es compatible con conversores desde conector tipo MOLEX. Son los cables para dar corriente a los discos duros HDD/SSD y a las grabadoras o lectoras.
Por supuesto, existen conectores especiales que combinan datos y corriente en uno solo, pero la manera sigue siendo, al fin y al cabo, la misma que si pusiéramos los dos conectores el uno al lado del otro.
Generaciones de cables y conexiones
Al igual que ocurre con el PCI Express, podemos usar un dispositivo de una generación en un puerto más antiguo, con el problema de la velocidad de transferencia será la más baja de los dos:
- SATA I: primera versión de este conector que tiene un ancho de banda de 1500 Mbps y que fue lanzada en 2003.
- SATA II: duplico el ancho de banda de este para llegar a los 3000 Mbps y fue lanzada en 2004, apenas un año despues de la versión anterior.
- SATA III: es la versión más moderna, aunque fue lanzada en 2008 y solo ha recibido pequeñas actualizaciones menores y ofrece hasta 6000 Mbps, que al cambio son unos 550 MB/s
Tipos de cables SATA para PC
A continuación, os dejamos una lista de los diferentes cables que hacen uso de la interfaz SATA y que podéis encontrar en el mercado, algunos de los que veréis en la lista son poco comunes o están en desuso. En cuanto a la longitud de los mismos, en general no suelen superar los 50 cm, ya que son cables internos. Sin embargo, nos podemos encontrar excepciones como son los cables eSATA de hasta 2 metros.
eSATA
Algunos ordenadores, muy pocos, pueden tener una interfaz externa eSATA, la cual sirve para conectar una unidad externa y tiene las mismas especificaciones en cuanto a ancho de banda y funcionamiento que una interfaz SATA convencional. ¿El problema? El conector es distinto en cuanto a forma y, por tanto, el cabezal del cable es también diferente.
La velocidad de transferencia dependerá de la controladora que utilice el PC y si tenéis suerte es posible que os encontraréis que tiene una velocidad de 6 Gbps. Sin embargo, estas han sido reemplazadas con el tiempo con la llegada del USB 3 y su capacidad de llegar a los 10 Gbps e incluso 20 Gbps. Dado que la interfaz SATA no ha evolucionado en velocidad y tampoco con nuevas versiones, esta interfaz para unidades de almacenamiento externas ha caído en desuso al existir una alternativa mejor.
Se trata de un cable que se usaba para unidades externas, como pueden ser discos duros externos o discos duros internos transformados por adaptadores tal y como se puede ver en la imagen. En muchos casos con tal de conectar una unidad de duro externa convencional suelen existir también los cables eSATA a MicroSATA, las cuales te permiten conectar un HDD interno convencional sin necesidad de caja ni adaptador.
Low Profile SATA
Si tienes una caja de PC de poco espacio o tu tarjeta gráfica es demasiado larga, este tipo de cables SATA te vendrán de perlas porque, como su nombre indica, son de perfil bajo. Sí, los cables normales ya son bastante planos, pero estos lo son aún más, ya que son tan finos como para que dos cables Low Profile SATA tengan el grosor de un cable normal.
Se suelen ver mucho más en ordenadores portátiles que no en sistemas de sobremesa, por el hecho que usar cables más estrechos es una mejor forma de aprovechar el limitado espacio que ocupan. Sin embargo, también tienen su utilidad en torres de PC en las que hay poco espacio debido a una gran tarjeta gráfica y, por tanto, se utilizan mucho en el montaje de cajas Mini-ITX con tarjeta gráfica gaming.
Es decir, surgieron para dar solución a configuraciones en las que la tarjeta gráfica dificultaba la conexión SATA. Seguiremos teniendo la opción de instalar primero el cable SATA y luego la tarjeta gráfica. Sin embargo, no es necesario hacerlo si usamos estos cables. Actualmente, están en desuso ya que la mayoría de unidades de almacenamiento en sistemas compactos son SSD M.2.
Micro SATA
Al principio hemos comentado que no existe un conector unificado de la interfaz SATA y es correcto, a medias. Realmente existe el conector Micro SATA que es un unico conector que tiene la alimentación y datos pegados. La tansferencia de datos y la alimentación sigue siendo independiente, pero se han unido los conectores para simplificar la instalación.
Se utilizaba generalmente en portátiles y sistemas integrados, como esas cajas que incorporan cabinas con los conectores SATA ya dispuestos para que podamos conectar y desconectar discos duros sin necesidad de abrir la caja siquiera. Podéis verlo referido como uSATA o μSATA
Por lo que al igual que en el caso anterior, tiene las mismas especificaciones que un cable SATA convencional y existe para que se pueda aprovechar mucho mejor el poco espacio disponible. Actualmente están en desuso, ya que en la mayoría de portátiles y sistemas compactos se utilizan unidades M.2.
MicroSATA a M.2
En algunos ordenadores portátiles podemos ver un puente microSATA a M.2, que sirve para conectar una unidad SSD NVMe a dicho conector. Esto significa que vamos a perder una cantidad enorme de ancho de banda y, por tanto, de velocidad de transferencia. Por suerte, unidades de este tipo ya no se ven en ninguna configuración de PC, pero hace unos años eran extremadamente populares. Así que, si tenéis alguna, ya sabéis para qué os sirve.
SATA brackets
Se llaman así las interfaces que sirven para transformar los puertos SATA internos en puertos eSATA o SATA externos, como se puede ver en la imagen que tenéis justo debajo. La estructura termina en un bracket que se coloca en la parte posterior de la torre y nos permite conectar una unidad con una interfaz eSATA a nuestro ordenador fácilmente, sin tener que ir a tocar mucho.
Este tipo de cable SATA surgió para instalar unidades mSATA SSD en un ordenador que solía tener un tamaño estándar o compacto. Sin embargo, por su posición en la placa base le puede quitar espacio a una tarjeta de expansión con interfaz PCI Express. A día de hoy, por el hecho de que los conectores eSATA están desuso, también lo están estos brackets.
Puentes SATA a otras interfaces
No son propiamente cables, son más bien adaptadores o conversores. Estos requieren de alimentación adicional para poder hacer funcionar la unidad. Permiten conectar cualquier unidad SATA a un sistema mediante otra interfaz, siendo los más comunes por puerto USB. Son un sistema que ha crecido especialmente en utilidad con la llegada de las unidades SSD de 3.5 pulgadas.
Algunos sistemas en la actualidad, pese a disponer conectores SATA, en realidad son conectores USB. Un ejemplo sería la PlayStation 4, que no tiene capacidad de gestión de unidades SATA. Lo que hace la consola internamente es tener un puente SATA-USB para el funcionamiento de las unidades.
Debido a que muchas torres de ordenador ya carecen de bahías frontales, muchos las usan para lectoras de discos ópticos. También pueden ser útiles para convertir un disco duro viejo en una memoria USB que llevar a todas partes.
Se espera que en el futuro la interfaz SATA desaparezca de los chipsets y veamos, en cambio, estas interfaces para seguir utilizando los discos duros convencionales de toda la vida como unidades de almacenamiento interna.
Cables SATA Power y SATA-SATA
Terminamos con los tipos de cable que todos conocemos y que, de hecho, hemos explicado al principio. Son los cables «normales» de alimentación y datos para SATA, los más extendidos a día de hoy en los PC de torre y, por tanto, los que más se emplean.
Como se puede ver, en el caso de los cables SATA de alimentación, los tenemos lisos y acodados, y también con o sin clip de anclaje, así como de diferentes longitudes. Como es el tipo más usado, es también del que más variedad hay y, por tanto, con el tipo de cable que vais a encontrar en la mayoría de ordenadores a día de hoy, incluyendo los ordenadores portátiles, aunque en este último caso y tal y como hemos comentado antes, los fabricantes por temas de espacio suelen preferir cables SATA de bajo perfil o microSATA.
¿El fin de la era SATA?
Muchas de las veces podemos pensar que cuando hablamos de un tipo de tecnología en concreto va a durar para siempre, pero como podemos imaginar, no es algo que pueda suceder, ni de lejos, en un sector que busca siempre ofrecer el mejor rendimiento posible. Las unidades que utilizan conectores SATA están muy lejos de ofrecer las velocidades que pueden llegar a tener los modelos basados en PCIe, algo que está haciendo que cada vez se utilicen menos este tipo de cables para conectar los diversos discos duros que utilizan este conector.
Esto como podemos imaginar ha hecho que cambie mucho el panorama, dejando que la mayoría de los discos HDD y SSD que utilizan este tipo de conexión tengan un uso mucho más secundario principalmente por ser mucho más baratos que las unidades que utilizan un conector PCIe. Además, otro de los aspectos que podemos tener en cuenta está en el tamaño que tienen y el hecho de tener que tener una gestión de cables adicional, conociendo que los modelos M.2 y similares no requieren gestión de cables y ocupan mucho menos espacio, es normal que la mayoría de las compañías prefieran abandonar la interfaz SATA.
Pero no nos equivoquemos, porque esto no implica que vayan a desaparecer de la noche a la mañana, y es que, aunque no son los discos más veloces o potentes que podemos encontrar, siguen siendo una solución fiable para modelos de bajo rendimiento, un mercado que tiene bastantes usuarios. Pero lo que está claro es que resulta bastante posible que esta interfaz no vuelva a tener una actualización considerable, lo que hace que, conforme pase el tiempo, las nuevas soluciones de almacenamiento terminen reemplazando por completo a las anteriores, aunque como bien hemos dicho, no es algo que vaya a suceder en los próximos años.