Nuestros PC necesitan una corriente constante de electricidad para poder funcionar, pero sucede con frecuencia que se va la luz en el domicilio y, salvo que tengamos un SAI, o estemos trabajando con un portátil. el ordenador se apaga inesperadamente. De golpe. Sin previo aviso. ¿Esto puede causar daños? Vamos a ver cuáles son las consecuencias de los cortes eléctricos y cómo puedes evitar que el equipo sufra daños.
La electricidad que fluye por la instalación de nuestros hogares no es constante, pues la corriente puede fluir y refluir con valores por debajo y por encima de los valores ideales. Además de esto, a veces también suceden los llamados apagones o cortes eléctricos, problemas que se escapan normalmente a nuestro control (averías, cae un rayo, etc.) y que en ocasiones pueden dañar aparatos eléctricos conectados a la corriente, incluyendo por supuesto el PC.
Alrededor de estos incidentes con la luz y los cortes se escuchan muchos rumores, experiencias que afirman algunos que les ha ocurrido a ellos pero que tienen toda la pinta de ser leyendas urbanas que luego no tienen sustento alguno con la realidad. Es más, seguramente hayáis escuchado a alguien decir que con el último corte que sufrieron la nevera se les estropeó, por lo que muchos rápidamente vinculan ese tipo de acontecimientos con un problema en algún aparato conectado a la corriente. ¿Crees que algo así puede ocurrirle a tu ordenador? Eso es lo que vamos a ver a continuación y te vamos a explicar qué posibilidades existen de que algo así se haga realidad.
¿Los cortes eléctricos dañan tu PC?
El ordenador y, más concretamente, el sistema operativo es complejo y requiere pasar por una «secuencia de apagado». La misión de esta secuencia es finalizar todos los procesos en ejecución, guardar toda información relevante antes de cerrar el sistema y establecer aquella que se «puede perder» sin problemas porque no va a ser necesaria en el siguiente ciclo de uso del PC. Así que para completar todas estas tareas ahce falta un pequeño espacio de tiempo que, si no se respeta, piede provocar algunos fallos en Windows (en este caso).
Como es normal, una pérdida dependiente de corriente eléctrica interrumpe este proceso. Esto genera un problema, ya que pueden existir procesos o tareas que se han quedado a medias. Normalmente, este tipo de cierres aleatorios y casuales generan corrupción de archivos e, incluso, puede dañar el sistema operativo si ese apagado afecta a un elemento clave para su fucionamiento o arranque.
Sobre todo el riesgo o principal problema está en los archivos del sistema. El sistema operativo siempre está editando estos archivos, es un proceso normal que lo hace en segundo plano, sin que nos enteremos exactamente de lo que ocurre en la trastienda de Windows. Pero, por desgracia, estos archivos se pueden dañar por un corte accidental de tensión y podemos vernos en un gran problema.
Actualmente, es algo complejo que se dañe un archivo del sistema debido a una caída de tensión. Lo que sí puede pasar es la perdida de información, datos o tareas que estuvieran en marcha en el momento de cerrarse el equipo. Si no habíamos guardado, es posible que se pierda todo el avance o el documento entero
Los cortes de alimentación no solo generan daños en el software, también pueden dañar el hardware. Estas interrupciones son especialmente negativas para los discos duros mecánicos. Durante el proceso de lectura y/o escritura, el cabezal se mueve sobre los platos giratorios. Cuando pierde tensión, el cabezal vuelve al punto de partida. Este proceso puede generar imperfecciones y la posibilidad de sufrir «head crash», que es el proceso cuando el cabezal toca y raspa la superficie de los platos.
Si hay un componente sensible a las caídas de alimentación son los SSD. Estas unidades carecen de partes mecánicas, son totalmente electrónicos. La información contenida, ante uno de estos sucesos, se puede dañar o perder. La corrupción de los datos es irreversible, además de poder sufrir daños físicos graves.
Finalmente, la fuente de alimentación es otro de los componentes que más sufre con estos cortes de energía, pero también es la que mejor preparada está para ello porque la inmensa mayoría de fuentes para PC del mercado incorporan mecanismos de protección contra cortes de luz, cortocircuitos, sobre voltaje, etc. Con todo, cuando hay un «petardazo» que produce que el PC se estropee por el corte, la fuente de alimentación casi siempre suele ser el elemento más damnificado (pero siempre es mejor que se estropee solo la fuente que todo lo que va conectado a ella, ¿no?).
Cómo evitar daños en el PC cuando se va la luz
Realmente, la única protección que garantiza la máxima seguridad ante los cortes de electricidad es tener un SAI ,para evitar que el PC se apague cuando se va la luz, dándonos margen de maniobra para poder realizar un apagado controlado y evitar así que se dañe nada o que se queden cosas a medias, o bien dándonos el tiempo necesario para ir a levantar el automático que se ha bajado en el cuadro de luz.
Los SAI además cuentan con protecciones adicionales contra sobre tensiones, y si algún componente sufre con los cortes eléctricos es precisamente el SAI, pero no hay nada mejor preparado para ello (de hecho muchos de ellos incorporan un fusible, que será el elemento que se rompa si hay problemas y que es fácilmente reemplazable).
Lamentablemente, un SAI es el único elemento que nos puede ayudar y proteger contra los cortes eléctricos, y aun así tiene un tiempo de funcionamiento limitado ya que simplemente le estamos poniendo una batería al PC (además de filtros adicionales y demás). Con todo, es una compra de la que nunca te arrepentirás y que siempre recomendaremos, incluso aunque tu instalación eléctrica esté en buen estado y no tengas cortes frecuentes.
Si buscas uno de estos dispositivos pero no sabes muy bien por donde tirar, te dejamos por aquí uno de los más vendidos de Amazon, no es el mejor de todos, pero más que suficiente para el uso que una persona normal le puede dar. Te servirá para evitar que, en caso de que se vaya la luz, tu PC se apague. Dándote el tiempo necesario para guardar todo lo que tengas pendiente (incluso acabar una partida), cerrar los programas correctamente y apagar el ordenador de forma normal, evitando así cualquier daño.
¿Hay que revisar la instalación eléctrica?
Si vives en una casa que ya tiene unos cuantos años serás bastante más vulnerable a los problemas eléctricos que si vives en una más moderna con una instalación nueva. Debes saber que si los problemas de cortes eléctricos son reincidentes tienes derecho a reclamar daños a la compañía eléctrica, y además también puedes solicitar una revisión de mantenimiento de la instalación que debería ser gratuita.
Ahora bien, si la instalación eléctrica está en tan mal estado que para solucionar los problemas debes cambiarla entonces eso es algo que deberás costear de tu bolsillo. El precio depende mucho de la zona donde vivas y del trabajo que haya que realizar, pero el renovar toda la instalación eléctrica de un hogar medio y cambiar todo el cuadro por un electricista profesional es una tarea que lleva varios días y cuyo precio suele partir de los 2.000 euros para arriba. Repetimos que dependiendo del trabajo que haya que hacer y de los componentes que haya que cambiar el presupuesto se puede disparar o no, pero nunca es una tarea sencilla remodelar una instalación entera. Eso tenedlo en cuenta.
Con todo, cuando los problemas y cortes eléctricos son tan frecuentes y graves que terminas teniendo problemas en los aparatos eléctricos de tu domicilio, es algo que deberías plantearte. Con un poco de suerte puede que tu seguro de hogar cubra estas cosas y que no tengas que gastar dinero, así que te recomendaríamos llamar para preguntar antes de nada, porque igual te llevas una grata sorpresa. Así que no des por sentado que nadie podrá ayudarte, hay accidentes que requieren de la intervención de terceros para corregirse y en ese punto entran en juego los seguros obligatorios que todos tenemos en nuestra casa y que suelen cubrir estos daños. Otra cosa es que una vez reportado el incidente, nos toque pegarnos con la aseguradora, que hará todo lo posible para no tener que pagar nada.