La mayoría de los usuarios de PC que utilizamos con asiduidad unos auriculares, simplemente nos los ponemos sobre la cabeza, comprobamos que llegan bien las orejeras (de lo contrario ajustamos la diadema) y ya está, pero hay ocasiones en las que tras unas horas de uso, los auriculares podrían hacerte daño en la cabeza u orejas. Para evitar esto, en este artículo vamos a contarte cómo ajustar y colocar correctamente unos auriculares para evitar, en la medida de lo posible, que te hagan daño y así mejorar su comodidad.
Por norma general, los auriculares modernos y muy especialmente los diseñados para PC tienen una ergonomía bastante buena porque, entre otras cosas, muchos de sus ajustes son automáticos. Esto significa que el usuario no tendrá que preocuparse de (casi) nada, y simplemente deberá colocarse los auriculares sobre la cabeza ya que los sistemas de auto ajuste harán el resto. Sin embargo, hay veces en las que esto no es así, y otras ocasiones en las que estos sistemas son simplemente insuficientes para hacer que los auriculares resulten del todo cómodos, especialmente cuando se utilizan durante muchas horas seguidas.
¿Qué sistemas para ajustar la ergonomía tienen los auriculares?
Comencemos por lo básico, que es conocer cuáles son los sistemas de ajuste (automático o manual) de los auriculares modernos, ya que aunque te parezca mentira la ergonomía de este periférico va mucho más allá de la conocida diadema extensible para ajustarla al tamaño de la cabeza de cada usuario.
Ajuste de la diadema de los auriculares
Empezamos no obstante precisamente por esto: el ajuste de la diadema. La gran mayoría de auriculares permite ajustar la semi circunferencia de la diadema para hacerla más grande o más pequeña y así poder colocarlos en todo tipo de cabezas; esto se consigue con un sistema de sujeción tipo clic, insertando normalmente una varilla metálica por dentro del plástico de la propia diadema. De esta manera, podremos tirar hacia abajo de la orejera para hacer la diadema más grande, y empujarla hacia arriba para hacerla más pequeña.
Este tipo de ajuste tiene un inconveniente: al hacer más grande la diadema, se cierra la circunferencia y eso provoca que las orejeras queden más cerca las unas de las otras, ejerciendo más presión sobre la cabeza del usuario cuando los auriculares están puestos. Por el contrario, hacer la diadema más pequeña puede provocar que las orejeras se separen demasiado, provocando que los auriculares no se ajusten bien y queden demasiado sueltos; por este motivo es importante ajustar bien este mecanismo para encontrar el perfecto equilibrio entre presión y sujeción.
A pesar de que este es el método de ajuste de diadema más utilizado, en los últimos tiempos muchos fabricantes han optado por un sistema de ajuste de diadema automático heredado del entorno profesional, conocido como diadema suspendida. Consiste en que los auriculares tienen una diadema superior fija no ajustable, pero incorporan una banda, generalmente de tela o piel sintética, atada a los laterales mediante hilos retráctiles o gomas, de manera que cuando el usuario se pone los auriculares en la cabeza, se ajustan exactamente a la medida de esta.
Este método de ajuste tiene la ventaja de que el usuario no tiene que preocuparse por hacerlo él mismo, pero la desventaja de que dependiendo de la tensión de las gomas o los hilos, podría ejercer mucha presión en la parte superior de la cabeza del usuario. Eso sí, se evita la presión lateral de las orejeras dado que como la diadema superior es fija, siempre será la misma y no varía independientemente del ajuste de la cinta que se coloca encima de la cabeza.
Ajuste de las orejeras
El ser humano destaca por su variabilidad, y cuando hablamos de la ergonomía de los auriculares esto significa que cada usuario tiene la cabeza de un tamaño y una forma diferente. Con el objetivo de ajustarse a la mayor parte de usuarios posible, los auriculares generalmente también tienen ajuste de las orejeras, si bien es cierto que los modelos más baratos y de menor gama suelen prescindir de esto.
Este ajuste consiste en que las orejeras tienen cierto grado de giro, generalmente de 180 grados (90 grados hacia cada lado) tal y como podéis ver en la imagen que hemos puesto arriba. Este ajuste casi siempre es también automático, y al colocar los auriculares sobre la cabeza las orejeras se girarán lo justo para adaptarse a la forma de los laterales de nuestras cabezas, y ayuda a que las cubiertas de las orejeras queden perfectamente alineadas con el perfil de la cabeza.
Esto es bastante importante, ya que de lo contrario y salvo usuarios que tengan los laterales de la cabeza perfectamente planos, las almohadillas de los auriculares podrían apretar demasiado por un lado y, sin embargo, dejar un espacio abierto por el contrario. Gracias a este ajuste de giro se consigue, por lo tanto, que las orejeras queden perfectamente ajustadas a la cara por ambos lados.
El tercer parámetro clave para ajustar los auriculares de manera adecuada y que queden perfectos también tiene que ver con las orejeras, pero en este caso en lugar de contar con un giro que permite girar en el eje X las orejeras, es un giro que permite girarlos en el eje Y. En la imagen superior lo podéis ver bien, ya que la orejera está sujeta por una especie de pinza con un eje que permite cierta movilidad.
Este ajuste suele ser bastante menos «permisivo» que el anterior, y normalmente no nos va a permitir girar las orejeras más que unos 5-10 grados como mucho; esto es así porque, de lo contrario, el movimiento tiraría demasiado de los cables y el fabricante tendría que introducir un sistema de cables retráctiles o algo similar. Sin embargo, haciéndolo de esta manera es más que suficiente para que las orejeras también se ajusten perfectamente por arriba y por abajo, y con dejar un poco de holgura para los cables es suficiente.
Cómo ajustar los auriculares para mejorar su comodidad
Por mucho que estudiemos la fisionomía humana, la ergonomía siempre va a ser algo subjetivo para cada usuario, y por lo tanto lo que para uno es cómodo, para otro puede ser incómodo. Con esto queremos deciros que si queréis ajustar los auriculares para que sean lo más cómodos posible, lo estaréis haciendo según vuestra percepción individual y ese mismo ajuste puede no servirle a otra persona. Al mismo tiempo, también significa que tú y solo tú debes ajustar la ergonomía de los auriculares, ya que es a ti a quien deben resultarle cómodos.
Dicho esto, nuestra recomendación es la siguiente: con los auriculares en su posición inicial (si tiene ajuste de diadema, cerrada al máximo, etc.), colócatelos sobre la cabeza sujetando ambas orejeras con las manos y suéltalos despacio para que sus sistemas de ajuste automático hagan su trabajo. Cierra los ojos y «siente» cómo te quedan… ¿Están demasiado arriba? Entonces ve abriendo gradualmente la diadema hasta encontrar la posición adecuada: toda la oreja debe quedar dentro de la orejera, pero al mismo tiempo la diadema no debe hacer demasiada presión sobre tu cabeza en la parte de arriba.
Una vez que creas que has encontrado la posición más cómoda, sigue probando a abrir o cerrar más la diadema, y de nuevo «siente» si la presión que ejercen las orejeras sobre la cabeza es demasiada o consideras que está bien. Cuando estés ya satisfecho con este ajuste, e incluso en el caso de que los demás sistemas de ajuste sean automáticos, todavía los puedes ajustar más.
Con los auriculares puestos, coge las orejeras con las manos y gíralas tanto en el eje X como en el eje Y, hasta encontrar la posición en la que consideres ya no solo que te resultan cómodos, sino también que no se quedan presionando demasiado por un lado y demasiado poco por el contrario (repetimos, tanto en el eje X (horizontal) como en el Y (vertical)).
Una vez estés satisfecho con esto, no has terminado: prueba a estar unas horas utilizando los auriculares y comprueba si te han producido dolor, molestias o cansancio tanto en la cabeza como en las orejas. De ser así, vuelve a repetir el ajuste hasta encontrar la posición idónea para ti, y si aun así siguen haciéndote daño provocando molestias… sentimos decirte que quizá los auriculares que tienes no son ideales para ti.