Si vas a comprar una nueva gráfica, necesitas una fuente ATX 3.0 y este es el porqué

A pesar de que las tarjetas gráficas de nueva generación siguen utilizando la interfaz PCI-Express 4.0 x16, los requisitos de alimentación han cambiado notablemente con respecto a las generaciones pasadas, lo que significa que si pretendes comprarte una nueva tarjeta gráfica, necesitarás asegurarte de que la fuente de alimentación cumpla también con el nuevo estándar ATX 3.0, y en este artículo te vamos a explicar por qué.
El estándar PCIe 5.0 ha llegado para quedarse, y con él también ha llegado el nuevo estándar ATX 3.0 junto con el conector 12VHPWR que ya usan de manera nativa las tarjetas gráficas de NVIDIA. Ahora bien, ojo con esto porque no todas las fuentes de alimentación que tienen este tipo de conector cumplen con los requisitos de alimentación del estándar ATX 3.0, el único que garantiza que el funcionamiento sea el adecuado.
¿Por qué es tan importante que la fuente sea ATX 3.0?
Para entender la importancia de ATX 3.0 en la fuente de alimentación, es de rigor hablar primero sobre PCIe 5. Este nuevo estándar de transmisión incrementa el flujo de datos de 16 a 32 gigatransfers por segundo, permitiendo una cota de rendimiento que es literalmente el doble de lo que teníamos hasta ahora, pero la contrapartida es que también se ha incrementado el consumo de las tarjetas gráficas a un máximo de 600W, y no solo el consumo sino también el pico máximo de éste.
El estándar PCIe 5 define el límite de los picos de consumo a TRES veces el consumo medio de la GPU en un intervalo de 100 milisegundos, y también define el conector 12VHPWR para entregar toda esa potencia. ¿Qué significa esto? Que la fuente de alimentación no solo debe tener este conector 12VHPWR para dar hasta 600W de potencia, sino que además debe ser capaz de soportar estos picos de consumo disparados.
El problema es que las fuentes de alimentación ATX 2.4, que son las últimas antes del nuevo estándar, no tienen definido un pico máximo de potencia; por lo tanto, cuando la gráfica demande dicha potencia, la fuente podría o no ser capaz de suministrársela (esto dependerá de la fuente), pudiendo generar un fallo por sobrecarga, que salten las medidas de protección de la fuente y que, en definitiva, se apague el PC.
Por este motivo, Intel definió las especificaciones del nuevo estándar ATX 3.0 para fuentes de alimentación, la única manera de garantizar que éstas puedan cumplir con las demandas de consumo de la nueva generación de tarjetas gráficas, y las que están por venir (recordemos que el estándar PCIe 5.0 ya está entre nosotros, y no pasará mucho tiempo hasta que las tarjetas gráficas se aprovechen de él).
Con este estándar, por primera vez se define los valores objetivo por encima de la potencia nominal de la fuente de alimentación (recuerda que las conexiones PCIe 5.0 deben permitir cambios de carga de hasta tres veces el consumo de energía, aunque durante cortos periodos de tiempo); dicho de otra manera, solo una fuente de alimentación ATX 3.0 garantiza que se podrán suplir las demandas de consumo de las tarjetas gráficas modernas.
El conector 12VHPWR y las fuentes ATX 2.x
Ya hemos mencionado que el hecho de que una fuente de alimentación tenga el conector 12VHPWR no significa que soporte los requisitos de ATX 3.0, y de hecho ya sabes que las tarjetas gráficas NVIDIA RTX 40 Series incluyen adaptadores para poder utilizarse con conectores PCIe de 6+2 pines estándar (algunos fabricantes incluso han lanzado al mercado cables con este conector pero que usan los conectores PCIe estándar), adaptadores que ya han dado problemas por sobrecarga, porque se queman si se doblan demasiado, entre otros.
Lógicamente, cuando te has gastado una cantidad considerable de dinero en una tarjeta gráfica de última generación, lo último que quieres es que la fuente de alimentación te produzca apagones por sobrecarga, corriendo además el riesgo incluso de incendio en los casos más extremos. Una vez más, solo las fuentes ATX 3.0 te dan la garantía de que la gráfica recibirá la potencia apropiada cuando la necesite. Además, el estándar ATX 3.0 define que la fuente debe contar, obligatoriamente, con al menos un conector 12VHPWR si la fuente tiene al menos 450 vatios de potencia.
Seguramente ya sabes que estos conectores 12VHPWR tienen en total 16 pines, pero son pines que difieren en gran medida de los PCIe que teníamos hasta ahora; 6 de los pines son los que suministran la energía, mientras que los otros 6 son tomas de tierra. Los cuatro pines restantes, que son más pequeños y están en paralelo a los otros 12, son pines de control que permiten una comunicación punto a punto entre la tarjeta gráfica y la fuente de alimentación, de manera que es la gráfica la que le «pide» a la fuente la energía que necesita en cada momento.
Lógicamente, en una fuente que no es ATX 3.0 estos pines no sirven de nada, no hay comunicación entre la fuente y la gráfica y la fuente se ve obligada a suministrar la energía a ciegas.
Vale, ¿pero qué fuente ATX 3.0 debería elegir?
Muchos fabricantes de fuentes de alimentación ya están lanzando sus primeros modelos compatibles con el nuevo estándar, pero si tuviéramos que elegir y recomendaros una marca, esa sería be quiet!, quienes de hecho se encuentran entre los pioneros en este ámbito y ya están incorporándolo a todas las familias de fuentes que tienen en el mercado.
Sin ir más lejos, hoy mismo lanzan las nuevas Pure Power 12M de 1200W de potencia, fuentes de alimentación que ya pudimos probar en sus modelos anteriores (el de 850W concretamente) y que nos encantaron por su estabilidad y la miríada de características que integran, incluyendo un ventilador ultra silencioso, cableado 100% modular incluyendo el 12VHPWR, y sobre todo una estabilidad capaz de soportar la carga del PC más tope de gama del mercado sin despeinarse.
Estas fuentes de alimentación cumplen con el estándar ATX 3.0 e incorporan un conector PCIe 5 capaz de suministrar hasta 600W de potencia a la tarjeta gráfica (recuerda que la carga máxima de este conector no tiene por qué ser siempre de 600W, depende de la potencia y va en saltos de 150, 300, 450 y 600W, así que tenlo en cuenta antes de decidirte por un modelo u otro de fuente de alimentación).
Así, la gama Pure Power 12M de be quiet! tiene ahora modelos de 550, 650, 750, 850, 1000 y hasta 1200 vatios, todas ellas 100% modulares, con certificación de eficiencia 80 Plus Gold, nada menos que 10 años de garantía y, por supuesto, con ATX 3.0.
be quiet! Pure Power 12M es la fuente que te recomendamos
Ya te lo hemos dicho: la hemos probado y nos ha encantado en todos los sentidos. Pero no todo es cuestión de su certificado de eficiencia, sus conectores modulares o que cuente con todas las protecciones, es que esta familia de fuentes tiene una ingeniería interna que las hace únicas en su especie.
Esta familia de fuentes cuenta con una topología que se llama LLC + SR + DC/DC; si eres aficionado o entiendes de electrónica, el nombre ya te habrá dado mucha información: LLC (la L es el símbolo eléctrico de las bobinas y C de los condensadores) es un circuito que consta de dos bobinas de inducción (L1 y L2) y un condensador, y es el responsable de hacer que las variaciones de voltaje sean más suaves, garantizando que la onda senoidal que le llega al transformador (es decir, antes de transformar la corriente alterna en continua) sea perfecta ya desde el principio, haciendo que el transformador tenga que trabajar menos, produciendo menos calor y mejorando la eficiencia.
Luego, SR significa rectificador síncrono (Synchronous Rectifier), que consta de entre 8 y 4 MOSFET dependiendo de la potencia del modelo. Este es otro rectificador pero en este caso para el voltaje principal de +12V (que es el que usa la gráfica), y es el responsable de que esté siempre entre los valores definidos. Finalmente entra en juego el conversor de voltaje DC/DC, que genera el resto de voltajes (+5V y +3.3V) a partir del +12V principal.
Gracias a esta topología, las be quiet! Pure Power 12M no solo tienen una mejor eficiencia, sino que son capaces de garantizar una entrega de energía más estable y que cumpla con los requisitos de las tarjetas gráficas modernas, motivo por el que son las primeras fuentes de alimentación ATX 3.0 que podemos recomendaros de verdad.