Cuando hay que elegir una fuente de alimentación para el PC, para la mayoría de usuarios no deja de ser un elemento que proporciona potencia o electricidad al resto de componentes del equipo; sin embargo, en este artículo te vamos a contar por qué una fuente de alimentación es mucho más que eso, y por qué debes tener en especial consideración muchas de sus características para poder estar seguro de acertar con su compra.
Generalmente, cuando vas a montar un PC por piezas y le ha llegado el turno a la elección de la fuente de alimentación, los usuarios solo se fijan en tres cosas: su potencia, su certificación de eficiencia, y si es de un fabricante con buen renombre. Lógicamente estos son tres factores muy importantes, pero hay otras características a tener en cuenta que tienen la misma o incluso más importancia; vamos a verlas.
Características básicas de la fuente de alimentación
Tal y como decíamos hace un momento, características tales como la potencia, las certificación de eficiencia o el fabricante (por la confianza que te da pero también por la garantía que ofrece) son, efectivamente, de mucha importancia. Tal es así, y más en los tiempos que corren con el consumo de las tarjetas gráficas de nueva generación al alza, que estamos en un punto en el que merece la pena tener una fuente de alimentación sobredimensionada en potencia para asegurarnos de que no vamos a tener problemas: a este respecto, más vale que sobre a que falte.
Así, antaño decíamos que lo ideal era tener una fuente que fuera capaz de proporcionar en torno a un 25% más de potencia que el consumo máximo del equipo, pero hoy en día eso ha dejado de ser válido y, como decíamos, vale la pena gastar un poco más y tener una fuente de mayor potencia en aras de una futura actualización de hardware, ya que parece que el consumo de los dispositivos de hardware (especialmente CPU y GPU) se está disparando.
Por otro lado, también es muy importante tener en cuenta el certificado de eficiencia que porte la fuente de alimentación; esto siempre ha sido importante, pero con fuentes de mayor potencia lo es todavía más porque implica un mayor ahorro energético. Como bien sabréis ya a estas alturas, para «medir» lo eficiente que es una fuente se suele utilizar la certificación 80 Plus, cuyas categorías son de mejor a peor: Titanium, Platinum, Gold, Silver, Bronze y White. A este respecto, se suele considerar que de 80 Plus Gold para arriba es lo idóneo (no verás una fuente considerada de gama alta con menos que eso).
Finalmente, entre las características básicas de la fuente también tenemos la elección del fabricante, que tiene prácticamente la misma importancia que las dos anteriores. Un fabricante de renombre está respaldado por muchos años de experiencia, pero también por muchísimos usuarios que han comprado y probado sus productos y respaldan la afirmación de que el fabricante es «bueno».
En el ámbito de las fuentes de alimentación tenemos muchos fabricantes que se consideran así, y que tras comprar cualquiera de sus productos podremos estar seguros de que estaremos adquiriendo una fuente de calidad. A este respecto os vamos a hacer un indicativo: si un fabricante ofrece 5, 7 o incluso 10 años de garantía en su fuente de alimentación es que está MUY seguro de su buena calidad (ya que de lo contrario no se arriesgaría a dotarle de más de los 2 años a los que les obliga la ley). Y tratándose de una fuente de alimentación, que suele ser uno de los componentes más propensos a fallar, tener un largo periodo de garantía siempre es una tranquilidad.
Por qué es tan importante la eficiencia energética
Cuando queremos comprar una PSU muchas veces no pensamos en lo que implica el consumo de energía del ordenador, haciendo que optemos por aquellas que ofrecen una mayor potencia, pero que igual no tienen una eficiencia energética demasiado alta. Por muchos motivos relacionados con el medioambiente y demás es importante tener una fuente con la mejor eficiencia posible, pero si esto no nos importa demasiado, lo podemos plantear desde un punto de vista más relacionado con el ámbito económico.
Y es que a la hora de elegir una fuente para un ordenador que va a consumir mucho, no solemos pensar en cuanto nos va a terminar costando la factura de la luz, haciendo que elijamos lo más barato a corto plazo, pero que seguramente nos perjudicará a la larga. Con esto nos referimos a que al final, la eficiencia energética de una fuente determina la capacidad de energía que es capaz de aprovechar, por lo que cuanto menor sea esta y mayor potencia tenga nuestro ordenador, más costará cada mes la factura de la luz.
Las características avanzadas son las que marcan la diferencia
Teniendo claros los parámetros de potencia, certificación de eficiencia y fabricante, debemos pasar a las características un poco más avanzadas de las fuentes de alimentación y que, para muchos usuarios, a veces pueden pasar desapercibidas y, sin embargo, son las que pueden terminar marcando la diferencia entre una fuente que simplemente proporciona energía a tu PC, o una fuente de alimentación en la que puedes confiar y que cumple con todas tus necesidades.
Los sistemas de protección
Los sistemas de protección de la fuente de alimentación son de crucial importancia; antes os hemos dicho que la fuente tiende a ser uno de los componentes del PC que más se estropean, y esto suele ser a causa de que la alimentación eléctrica puede tener fluctuaciones, subidas de tensión, se pueden producir cortocircuitos, etc., pero para eso precisamente están los sistemas de protección. Por ello, es importante conocerlos y asegurarte de que la fuente que vas a comprar los tiene:
- OCP, OVP y UVP: son sistemas de protección ante problemas en la red eléctrica. OCP significa «Over Current Protection», y es seguramente la más importante ya que protege el sistema ante variaciones de intensidad de corriente. OVP significa «Over Voltage Protection», y es la protección que salvaguardará nuestro hardware en el caso de que se produzcan subidas en el voltaje de la red eléctrica. Igualmente importante es UVP, que significa «Under Voltage Protection», y que al igual que el sistema OVP protege al sistema ante variaciones de voltaje en la red, pero en este caso cuando se producen bajones.
- SCP: la cuarta medida de protección indispensable en la fuente de alimentación es la protección contra cortocircuitos. Un cortocircuito es un fallo o avería, que puede producirse tanto a nivel de red eléctrica como del propio aparato, en el cual la corriente pasa de la fase directamente al neutro o tierra, o dicho de otra manera, que la electricidad pasa por donde no debería de pasar. Esta protección detecta estos problemas y apagará directamente el sistema para proteger la integridad de los componentes.
- OTP y OPP: Finalmente, las otras dos medidas de seguridad indispensables en la fuente de alimentación son OTP (Over Temperature Protection) y OPP (Over Power Protection), esta última también llamada OLP (Over Load Protection). Como sus nombres indican, la primera protege al sistema ante subidas de temperatura, mientras que la segunda protege al equipo ante posibles sobrecargas, bien por la línea eléctrica, bien por exceso de consumo.
Solo las fuentes que cuenten con todos estos sistemas de protección se podrán considerar como seguras, así que asegúrate de que la fuente que vayas a comprar las tiene todas.
Los problemas que puede tener una fuente de alimentación
Una vez vistos los sistemas de protección que debe tener una fuente de alimentación podemos llegar a imaginar los problemas que puede llegar a haber en caso de que compremos este componente sin ninguna forma que permita evitar que termine por dañarse, siendo el resultado que pueda estropearse alguna otra de las piezas de nuestro PC. Esto por lo general no se tiene demasiado en cuenta cuando miramos sobre todo por la parte económica, ya que al final las PSU que ofrecen este tipo de protecciones suelen ser más caras que aquellas que no, pero a la larga es mejor realizar una inversión mucho más alta desde un principio que nos asegure que no va a haber ningún problema a futuro, y más si todos los demás componentes dependen de ello.
Un raíl o varios raíles
Muchas veces hemos hablado de si es mejor tener una fuente con un único y potente raíl de +12V o de si es mejor tener varios raíles, tanto para repartir la carga como para contar con medidas de protección adicionales. Respecto a esto, nos remitimos a la respuesta que el reconocido fabricante be quiet! nos dio al respecto, y es que para ellos el contar con varios raíles de +12V es mejor por el simple hecho de que han integrado protección individual para cada uno de ellos y, además, le da una mayor estabilidad al sistema al no tener que cargar todo sobre un único raíl.
Esto es un poco «para gustos los colores», pero el hecho es que con las potencias que manejamos a día de hoy y con la intensidad de corriente que requieren las gráficas tope de gama modernas, ya no es tan necesario tener un único raíl y casi es mejor tener varios raíles para tener más protección y estabilidad.
Fuente de alimentación modular y cables planos o sleeved
Si eres de los que pensaba que una fuente de alimentación no es más que un dispositivo que sirve para repartir la electricidad desde el enchufe hasta tu PC, entonces seguramente ni te plantearás el hecho de comprar una fuente modular o no, o que tenga los cables planos. Sin embargo, es un aspecto que proporciona muchísimo valor añadido por varios motivos.
Para empezar, que la fuente sea modular te permitirá conectar a esta solo los cables y conectores que te hagan falta, de manera que todos ellos estarán canalizados a donde deben ir y no se quedarán por en medio de cualquier manera. Además, contar con una fuente modular facilita mucho el montaje del equipo por este mismo motivo.
En cuanto a los cables, que sean planos no solo facilita también el montaje y enrutamiento de estos por la caja para conectarlos donde deben ir, sino que también fomentan una mejor refrigeración del sistema al suponer un menor impedimento para el paso del aire. Como puedes ver, todo son ventajas al contar con una fuente modular, y sin lugar a duda nuestra recomendación es que ni te plantees comprar una fuente que no sea modular o, al menos, semi modular (este tipo de fuente de alimentación tiene los cables ATX y EPS fijos (ambos son obligatorios para que el PC funcione, así que tendrás que utilizarlos de todos modos) pero el resto son modulares y por lo tanto opcionales).
Finalmente, a destacar una variante que suele ir asociada al modding, los cables sleeved. Estos cables están mallados con hilo de nailon de forma individual, que puede ser de diferentes colores para dotar al interior del equipo de una estética diferente, desde luego más ordenada y con mayor sensación de calidad. Esto, de nuevo, depende de gustos.
El ventilador de la fuente de alimentación
Por norma general, un PC tiene bastantes ventiladores en su interior, pues son los que crean el flujo de aire interno que permite que entre aire fresco, enfriando los componentes, y extraen el aire caliente fuera para que no se acumule en el interior. Muchos usuarios optan por ventiladores silenciosos en su PC para que produzca el menor ruido posible, pero a menudo olvidan que la fuente también suele tener un ventilador y que, en ocasiones, es uno de los principales causantes de ruido, por lo que el asegurarte de que el ventilador de la fuente de alimentación es silencioso es también un punto importante a tener en cuenta.
Un buen ejemplo lo podemos encontrar en las fuentes de alimentación Dark Power Series de be quiet!, fuentes que incorporan los galardonados ventiladores Silent Wings 3, que garantizan un mínimo nivel sonoro incluso cuando estamos sometiendo el equipo a máxima carga. Estos ventiladores también son los elegidos para la familia Straight Power, más económica, así que no pienses que solo puedes tener silencio si te vas a los modelos tope de gama.
La gama alta suele marcar la diferencia
Si bien es cierto que podemos encontrar varios modelos de fuentes de alimentación con buena potencia, certificación de eficiencia y características a precios relativamente ajustados, al final los productos de gama alta de cada fabricante suelen ser los que marcan la diferencia. Por ejemplo, tal y como ya hemos mencionado antes un aspecto importante es la garantía: si un fabricante te da 10 años de garantía en su fuente de alimentación es que está MUY seguro de que el producto es bueno.
Aparte de esto, hay algunas características que, si bien no son necesarias, sí que pueden marcar la diferencia. Un ejemplo lo tenemos de nuevo en la serie Dark Power de be quiet! y su Overclocking Key, un botón físico que podemos añadir al PC de manera opcional (aunque viene incluido con la fuente) que nos permite modificar el comportamiento de la fuente para que pase a funcionar con un único raíl más potente, ideal si pretendes hacer overclock al PC.
Nunca escatimes al comprar una fuente de alimentación
Tal y como te hemos ido explicando a lo largo de este artículo, la fuente de alimentación es uno de los elementos más importantes del sistema, ya que de ella depende casi totalmente que la energía le llegue en cantidad y calidad adecuada a los demás componentes de hardware, así como evitar problemas eléctricos. Además, si optas por una fuente que tenga algunas características avanzadas como por ejemplo el cableado modular, siempre te reportará unas ventajas que merecen la pena la inversión.
Como siempre decimos, la fuente de alimentación es el corazón del PC, y si esta no funciona adecuadamente, podrías encontrarte con una cantidad de problemas indeseados que habrías evitado comprando inicialmente una fuente de mayor calidad. Por este motivo, nuestra recomendación es que nunca escatimes en la fuente de alimentación, y que la trates como uno de los componentes más importantes del PC, puesto que en realidad es lo que es.
Tampoco te decimos que tengas que comprar una fuente tope de gama, eso ya queda a tu elección, pero desde luego no te recomendamos usar una fuente de gama baja o de un fabricante de dudosa reputación por mucha potencia que diga tener para alimentar tu sistema, ya que al final lo barato sale caro y si esa fuente te da problemas podría «llevarse por delante» tus queridos (y caros) componentes de hardware del PC.