No todo el mundo tiene la capacidad de actualizar el ordenador periódicamente para adaptarse a las nuevas especificaciones. Pero hay una «solución» que le permite conseguir un extra de rendimiento para seguir usando el sistema actual sin problemas. Hablamos del overclock (OC) al procesador, que puede suponer un extra de rendimiento, pero cuidado, ya que afecta a la vida útil.
El overclock, explicado de manera sencilla, consiste en aumentar la frecuencia de trabajo del procesador, su velocidad. Dicho proceso también se puede realizar en la tarjeta gráfica y la memoria RAM. Aunque tiene una parte negativa y es que aumenta el consumo y, por consiguiente, la generación de calor. Además, en muchos casos el overclock también implica aumentar el voltaje al que trabaja el procesador, algo que puede causar inestabilidad. Hacerlo es fácil con procesadores que tienen el multiplicador desbloqueado, pero también entraña sus riesgos, y es lo que vamos a ver a continuación.
Condiciones para hacer overclock al procesador
Vamos a hablar, exclusivamente, de procesadores. Lo primero que debemos saber es que no todas las CPU soportan esta práctica. Pero hay otro condicionante y es la placa base, ya que tampoco todas soportan esta práctica.
Intel solo admite overclock en los procesadores Core-K y Core-KS, el resto de procesadores no lo soportan. AMD, por su parte, sí que soporta esta práctica en todos sus procesadores Ryzen.
Destacar que, en ambos casos, existe la restricción de la placa base y, más concretamente, del chipset. Intel soporta esta práctica en los chipset Zx90, Bx60 y Hx70, siendo un ejemplo el chipset B660 para los procesadores Alder Lake. AMD lo soporta en todos los chipset, salvo los de gama baja Ax20, siendo un ejemplo el A620 para el socket AM5.
También hay otro condicionante y es la cantidad de fases de alimentación de la placa base. Algunos fabricantes pueden restringir esta práctica si la placa base no tiene suficiencias líneas de suministro de energía al procesador. No es algo habitual, ya que la limitación de fases de alimentación se da normalmente en placas base de gama baja.
El disipador de calor es otro de los condicionantes a la hora de realizar esta práctica. No todos los disipadores por aire pueden permitir disipar el calor generado por el overclocking de manera eficiente. Los mejores son aquellos con dos ventiladores o incluso tres, permitiendo un gran flujo de aire que disipe el calor de manera eficiente. Puedes optar por una refrigeración líquida, aunque esta debería ser de 360 mm, como mínimo.
¿Qué problemas puede generar?
Hacer overclock puede dañar irremediablemente el procesador, así que nos es una práctica para todo el mundo. Dicho proceso puede suponer un fuerte desgaste para sus circuitos internos y diferentes tipos de fallos.
Uno de los problemas más habituales tras el OC son las congelaciones y pantallazos azules. Esto se puede dar por una mala configuración o un aumento excesivo de la frecuencia de trabajo.
Tienes que saber que una consecuencia de este proceso es un aumento de la temperatura del procesador. Esto quiere decir que necesitaremos obligatoriamente un buen y eficiente disipador de calor. Tiene que ser capaz de disipar la nueva cantidad de calor generada por el procesador para evitar daños en este componente.
Algo poco conocido es que esta práctica puede dañar la placa base debido a un exceso de calor. También se podría dar el caso de quemarse las fases VRM si no hay bastantes o el disipador de calor de las mismas no es de calidad. Cierto que es algo raro, pero no sería el primer caso (y último) que se dé.
Mitigar los riesgos de hacer overclock
Nadie quiere dañar su procesador, eso es evidente y te vamos a dar unos consejos para evitar problemas. Estos consejos no garantizan el éxito, ni mucho menos. Te recomendamos:
- Se conservador: da igual la experiencia que tengas, siempre debes tratar de ser conservador. Pasarse de overclock pueden suponer bloqueos y pantallazos azules. Debes conocer las especificaciones y requisitos del procesador, así como la experiencia de otros usuarios
- Buen disipador: si pretendes hacer overclock en un futuro, debes elegir un disipador para el procesador acorde a esto. Tener un disipador limitado, puede suponer mala refrigeración y dañar la CPU
- Ajuste de voltaje: no se suele tener en cuenta este aspecto y es realmente importante. Modificar la tensión es importante para garantizar la estabilidad y buen funcionamiento
- Probar la estabilidad: antes de empezar con el OC, deberíamos pasar algunos test para verificar que todo funciona correctamente. Se puede usar Prim95 para realizar un test de estrés del procesador. Tendremos que estar antes a la temperatura del procesador durante el test y verificar que funciona debidamente
Ten en cuenta que realizar overclock, si no tienes conocimientos, es un riesgo notable. Antes de ponerte manos a la obra, investiga y lee sobre esta práctica y que han hecho otros usuarios.
Debes ser consciente que, si haces OC, eres responsable de lo que le suceda a tu ordenador. El fabricante del procesador y de la placa base, si se dañan, es posible que no se hagan responsables. Además, hablamos de dos componentes caros.