Las consolas de videojuegos desde la generación anterior utilizan como procesador principal una APU que combina una CPU y una GPU de AMD en un solo chip. ¿La diferencia con las APU de PC? El hecho de llevar incorporada una potente GPU para gaming. ¿Por qué no se lanza una APU como las de consolas en PC y qué es lo que le impide hacerlo?
Uno de los negocios más lucrativos para AMD es el diseño y fabricación de procesadores a medida para SONY y Microsoft, los cuales son utilizados en las diferentes consolas de videojuegos de ambas marcas. Una relación que en el caso de Microsoft empezó con Xbox 360 con la GPU de dicha consola y se extendió a la CPU con Xbox One, mientras que con SONY la relación empezó con PlayStation 4 en adelante. Desde entonces han desarrollado varios SoC o APU para PlayStation y Xbox, con potentes GPU que hace que nos preguntemos: ¿por qué no están en PC?
El motivo técnico por el cual no vemos un SoC de consolas en PC
No es ningún secreto que las GPU son procesadores que dependen de un enorme ancho de banda para sacar toda su potencia, ya que si no fuese así entonces no sería necesario el uso de potentes memorias VRAM como son las actuales GDDR6, GDDR6X o HBM2e que se ven en las diferentes tarjetas gráficas.
Las GPU que se suelen ver en las APU para PC están pensadas para sacar el máximo rendimiento posible haciendo uso de la RAM principal del mismo, ya que no olvidemos que las DDR convencionales tienen un ancho de banda mucho menor que las memorias VRAM. Todo esto se traduce en que colocar una GPU más compleja en estas APU para PC sería un sinsentido por el enorme cuello de botella que resultaría el uso de memorias como la DDR o LPDDR como RAM de vídeo.
De cara al rendimiento una CPU no es sensible al ancho de banda, sino a la latencia y si hay algo en lo que destaca toda memoria RAM respecto a la VRAM es el hecho de tener menos latencia de acceso a la misma. Además, a nivel arquitectural las GPU tienen mecanismos para enmascarar la latencia con la memoria y por tanto no son vulnerables a ella, pero no es el caso de las CPU. Por lo que si pudiéramos probar una CPU conectada a una memoria VRAM veríamos como pese al mayor ancho de banda tendría un peor rendimiento que con una RAM convencional.
El modelo de negocio es el principal «cuello de botella»
La realidad es que el motivo por el cual AMD no integra una GPU de alta capacidad en sus APU para PC es que esto les permite vender sus GPU dedicadas como un producto aparte y por tanto capitalizar a partir de dos productos en vez de hacerlo de uno solo. También tenemos que tener en cuenta que no todo el mundo que se compra un procesador va a sacar provecho de la potencia de una GPU gaming y por tanto su inclusión no deja de ser un sobrecoste para dichos usuarios.
Sería posible crear sin problemas un hardware como el de consolas en PC, pero esto significaría que los usuarios no adquirirían la CPU y la GPU por separado. Esto se traduciría en menos dinero desde el usuario a los ensambladores, bueno, es que estos últimos ni existirían, ya que AMD vendería de manera directa la potente APU integrada en un PCB con la memoria VRAM. Lo cual sería perjudicial para los fabricantes de tarjetas gráficas custom que le harían vació a AMD en todos los sentidos para centrarse solo en NVIDIA e Intel. Hablamos siempre de la gama baja de GPU, no de la media y alta lógicamente.
Por lo que los motivos por los cuales AMD no vende una APU como las de consolas en PC no se limitan solo a los motivos técnicos que os hemos comentado antes, sino también a la forma en la que funciona el mercado del hardware para dicha plataforma, y es que la empresa de Lisa Su necesita vender sus chips y depende por completo de los diferentes fabricantes y ensambladores de hardware alrededor de todo el mundo y por tanto no les conviene tenerlos en contra.