La mayoría de usuarios de PC suelen trabajar con una sola pantalla, sin embargo, está más que demostrado que la productividad aumenta cuando tenemos dos pantallas al mismo tiempo. Especialmente por el hecho que no tenemos que ir cambiando de ventana y tenemos a la vista mucha más información. Sin embargo, comprar una segunda pantalla suele significar un sobrecoste adicional. En tiempos de crisis, ¿merece la pena comprar una pantalla de segunda mano?
Si vamos a las tiendas de segunda mano de barrio veremos que hay un componente que se repite mucho, televisores de pantalla plana con entrada HDMI y con la capacidad, por tanto, de usarse como monitores de ordenador. Su precio es relativamente bajo, aunque no tienen las prestaciones de un monitor profesional, en muchos casos nos van a permitir agregar un segundo monitor con el que realizar nuestras tareas. En todo caso, cuando compremos un monitor de segundo mano, aunque sea un televisor, hemos de tener en cuenta una serie de procedimientos, dado que no es un producto recién salido de fábrica.
¿Qué hacer al adquirir una pantalla de segunda mano?
Lo primero de todo es buscar el monitor ideal para tus necesidades y es por ello que te aconsejamos buscar uno que tenga la misma relación de aspecto y resolución que tu pantalla principal. Más que nada para no ver ventanas cortadas. El motivo de ello es que tu tarjeta gráfica ve ambos monitores bajo un mismo búfer de imagen y, por tanto, como un único mosaico, ya que coordinará la presentación en ambos.
En cuanto al tamaño del monitor, no tiene por qué ser igual, dado que es posible que nuestro escritorio no tenga tanto espacio. Por lo que podéis usar una segunda pantalla con un tamaño menor, lo importante es que podáis usar la mesa con total libertad de movimientos.
¿Dónde comprar correctamente?
Nuestro consejo es que lo hagas en una tienda de segunda mano, por el hecho que muchas de estas tiendas tienen que dar un servicio de garantía que te asegura que las cosas van a funcionar de forma correcta. En caso contrario, simplemente desconfía.
En el caso de que seáis una tienda de segunda mano o busquéis vender un monitor a un tercero, os recomendamos que le paséis a vuestro monitor el test de EIZO que os ayudara a ver el estado de salud del monitor que vendéis. Si sois compradores lo podéis usar también para poder ver que lo que acabáis de comprar está en buen estado de forma.
Si estáis comprando un monitor reacondicionado, aseguraos en preguntar el grado de reacondicionamiento. En dicha situación no tendréis que aplicar los pasos siguientes.
Realiza una limpieza a fondo
Dado que no sabemos por las manos que ha pasado una pantalla de segunda mano, una vez lo tengáis en vuestras manos es recomendable darle una limpieza a fondo al monitor, para ello os recomendamos usar Alcohol Isopropílico como único líquido limpiador. Te recomendamos para ello usar las siguientes herramientas:
- Una gamuza antiestática para limpiar la pantalla.
- Puedes usar palillos para quitar la suciedad de las juntas o en su defecto cepillos o hilo interdental. Usa el alcohol isopropílico para facilitar la limpieza.
- En los bordes puede usar palillos de las orejas empapados con el mismo alcohol.
Si es necesario cambia los cables de tu pantalla de segunda mano
El tercer y último paso es el de los cables. Mira bien que cables utiliza el monitor y si estos usan conectores estándares para conectarse a la corriente, entonces no dudes en cambiarlos por nuevos del mismo tipo. Sí, sabemos que es un extra adicional, pero nos hemos encontrado con monitores que no funcionaban por tener el cable de alimentación roto y con un simple cambio ha bastado para que las cosas funcionen de nuevo. En cuanto a los cables de vídeo como el HDMI o el DisplayPort te recomendamos realizar el mismo proceso de sustitución.