El debate de las consolas portátiles está en su máximo esplendor gracias a dos compañías que se lo están tomando en serio y con dos conceptos diferentes, para dos mercados diferentes, pero que lógicamente por forma compiten entre sí. ¿Qué consola portátil es mejor? ¿La de Valve o la de Nintendo? ¿Switch o Steam Deck? Pues la comparativa es de todo menos sencilla por lo ya explicado que ahora vamos a desgranar.
Cuando tienes el dinero y miras las opciones en consolas portátiles realmente choca ver la disparidad de precios. Es un tema clave cuando tienes opciones por algo más de 300 euros, sólidas, con recorrido o directamente mucho soporte, por lo tanto, las que no lo tienen como tal, una buena scene, una buena comunidad detrás de usuarios y desarrolladores, pues pierde un poco de fuelle. Y ese es el principal motivo para centrarnos en estas dos consolas habiendo tantas, son las dos opciones ganadoras y elegidas por parte de los usuarios.
Valve vs Nintendo, ¿quién tiene la mejor consola?
Lo primero que debemos entender es que vamos a comparar Steam Deck con la versión OLED de Nintendo Switch, que es la más avanzada y una comparativa más justa a nuestro modo de ver. Comenzado por las medidas, Steam Deck es más alta, más ancho y más larga, por bastante. Es en todos los términos una consola de mayor empaque, puede gustar o no, pero al mismo tiempo también es bastante más pesada: 669 gramos vs 426 gramos de la Switch con los Joy-Con.
Por otro lado, también vamos a enfrentar las versiones más cercanas en cuanto a precio, ya que la Steam Deck la podemos encontrar por 419 euros con su modelo eMMC de 64 GB por los 349,90 euros de la Switch con base y dos Joy-Con. Dicho esto, vamos con las características técnicas más concretas.
Pantalla: OLED en la Switch multitáctil de 7 pulgadas con resolución 1280 x 720 píxeles, mientras que Steam Deck se va a una LCD IPS multitáctil con laminación óptima del mismo tamaño, pero con una resolución un poco mayor: 1280 x 800 píxeles. Las diferencias son mínimas aquí, pero la de Switch seguro consume menos, aunque nos arriesgamos al conocido Burnout del OLED.
Diferentes potencias pese a una pantalla similar
Lógicamente el mayor costo entre ambas es por lo que tienen «bajo el capó». Y esto quiere decir que los SoC que usan son totalmente distintos de empresas rivales. Switch opta por un NVIDIA Tegra X1 fabricado a 16 nm con 4 núcleos y 4 hilos que corre solo a 1,02 GHz, un SoC ya vetusto que siempre tiene en la cabeza la espada de Damocles con un posible reemplazo más actualizado.
A cambio, Valve golpea a Nintendo con un SoC Van Gogh a 7 nm con 4 núcleos y 8 hilos a 3,5 GHz, pero, aunque esto es importante, la mayor diferencia viene en las iGPU. Nintendo y NVIDIA trabajan con una gráfica basada en Maxwell a 768 MHz, mientras Valve y AMD lo hacen con una con arquitectura RDNA 2 a 1,6 GHz, lo cual es un abismo en la actualidad si hablamos de rendimiento. No podemos olvidar los 16 GB de LPDDR5 vs 4 GB LPDDR4 de Steam Deck frente a Switch, muy inferior en ancho de banda la consola de Nintendo, por supuesto también en capacidad, pero es algo que va determinado también por el SoC, que realmente no necesita más.
Hay otros detalles menores que pueden resultar interesantes a la hora de decidir qué comprar, como el DisplayPort 1.4 para Steam Deck, los 40 WHr vs 16 WHr que tiene la consola de Valve frente a la de Nintendo o el doble micrófono que Switch no integra. El almacenamiento es tema aparte, puesto que cambia el precio de las consolas demasiado, así que hemos comparado las versiones más básicas de ambas y, por lo tanto, más económicas.
La elección dependerá de factores más bien externos, como concepto de consola o títulos, todo no se puede tener, por ello hay productos distintos para usuarios distintos.