Hemos visto en los últimos años como la potencia de los ordenadores ha ido aumentando a una velocidad vertiginosa. Esto ha permitido, entre otros, que se desarrolle fuertemente la industria de los mini PC, que cuenta con una elevada oferta. ASRock nos ha sorprendido con el sistema DeskMate X600 Mini PC que solo se vende en China y que permite instalar una tarjeta gráfica externa.
Quien más se beneficia del aumento de los mini PC es AMD, gracias a sus potentes procesadores con grandes gráficas integradas. Permite desarrollar sistemas que permiten disfrutar de tus juegos favoritos y ahorrar bastante dinero por el camino.
Innovar en este segmento es algo complicado, ya que los mini PC son realmente pequeños. La cantidad de espacio que ofrecen es limitada y dejan poco margen de maniobra. Incluir una gráfica dedicada en ellos es imposible, así que ASRock se las ha ingeniado para «pegarla».
ASRock sorprende con los DeskMate X600 Mini PC
Este tipo de ordenadores se ha vuelto muy popular por su gran versatilidad de uso, por su diseño compacto, por ofrecer buenas prestaciones y tener precios ajustados. Cada vez son más los usuarios que huyen de las grandes y voluminosas torres de ordenador.
La propuesta DeskMate X600 de ASRock tiene diferentes versiones. La básica cuesta algo menos de 200 euros y es un barebone con refrigeración donde tú montas el procesador, la RAM y el SSD que quieras. El modelo más completo se basa en un procesador Ryzen 7 8700G y ronda los 650 euros.
Pero este sistema tiene una particularidad, algo que no habíamos visto hasta la fecha. Cuenta en la parte superior con una abertura. Dicho espacio en el chasis sirve para instalar una tarjeta gráfica mediante un cable de expansión PCIe.
Básicamente, podemos montar una tarjeta gráfica en un expansor PCIe externo y mediante un cable de datos conectarlo con el PCIe interno del mini PC. Esto presenta un problema y es la alimentación de la tarjeta gráfica para que funcione. Vamos a necesitar una fuente adicional para suministrarle energía a la gráfica. Por lo que este diseño ingenioso se vuelve engorroso y poco práctico.
Vamos, que ahora encima de la mesa tendremos un mini PC, una tarjeta gráfica que absorberá una de polvo terrible y una fuente de alimentación solo para la gráfica que ocupará tanto como el propio ordenador. Un tanto sin sentido que solo llena la mesa de más elementos y cables, sin hablar del ruido.
Buen (y raro) mini PC de ASRock
Dejando de lado esta cosa tan estrafalaria de la tarjeta gráfica, la verdad es que el sistema no está nada mal. ASRock nos ofrece un mini PC con un chipset AMD X600 y socket AM5, que soporta procesadores Ryzen 7000 y Ryzen 8000 con un TPD de hasta 65 vatios.
Se complementa con un potente disipador de perfil bajo para controlar la temperatura del procesador. Además, este sistema dispone de cuatro ranuras SO-DIMM que admiten hasta 192 GB de memoria RAM DDR5 con una velocidad de hasta 7200 MT/s. También incluye dos ranuras M.2 (una PCIe 3.0 y la otra PCIe 4.0) así como un conector SATA para unidades de 2.5 pulgadas.
Respecto a la conectividad, en el frontal tenemos dos puertos USB 3.2, dos USB 3.0 y un USB-C. En la parte trasera tenemos dos DisplayPort 1.4, un HDMI 2.1, dos puertos USB 3.2, dos USB 3.0 y un puerto Ethernet 2.5G. Algunas variantes de este sistema incluyen Wi-Fi 6.
El diseño es poco vistoso, para qué nos vamos a engañar. Las capacidades y los precios (el más potente cuesta unos 650 euros) están muy bien. Quizá lo más raro y que no nos termina de convencer es la ranura para instalar una gráfica mediante cable de expansión PCIe.