Uno de los problemas más comunes que todos tenemos en nuestros hogares es el hecho de tener guardados una gran cantidad de adaptadores de corriente o transformadores en varios de nuestros cajones y armarios. El objetivo actual es buscar un cargador universal, algo que se consiguió con los móviles y el micro-USB. Sin embargo, es el USB-C 2.1 y sus 240 W los que prometen el cargador universal.
Pensadlo bien, es un malgasto increíble de recursos el hecho de que cuando un dispositivo deja de funcionar tengamos que tirar su cargador. Precisamente esto es lo bueno del USB-C con capacidad de carga rápida, el cual nos permite cargar varios dispositivos con un solo cable y adaptador conectado a la fuente de alimentación.
De esta manera, podemos cargar sin problemas el mando de nuestra consola de videojuegos, el teléfono móvil, un vapeador o cigarro electrónico e incluso una pantalla portátil. Sin embargo, el nivel de carga del USB-C estaba limitado hasta hace relativamente poco. Lo que llevo a la creación del cable con una capacidad de 240 W. Lo cual llevará a corto y medio plazo que muchos dispositivos que tenemos en casa acaben utilizando dicha conexión también como fuente de alimentación.
Aparecen los primeros cables USB-C de 240 W
Los cables USB-C con la capacidad de carga de 240 W lo consiguen a través de un voltaje de 48 voltios y una corriente de 5 amperios. Se anunciaron hace unos meses y su aparición en el mercado ya es un hecho, por lo que no deberíamos tardar en ver dispositivos como ordenadores portátiles, monitores y futuras iteraciones de ciertas consolas de sobremesa e incluso tarjetas gráficas externas.
La ventaja de los cables USB-C es que no solo transmiten datos y proporcionan energía al dispositivo al que están conectados. Una capacidad que tiene respecto a los viejos tipos de USB es la transferencia de vídeo. Lo que hace que los cables USB-C de 240 W no sean todos iguales y existan tres variantes distintas en el mercado:
- El primero de los cables, es el más sencillo de todos y es el llamado CAC-1573. Se trata de un cable principalmente de carga, ya que su velocidad de transferencia es la de un USB 2.0 y, por tanto, únicamente a 480 Mbps. Además, carece de modo Alt-DP para transmitir vídeo.
- El segundo tipo es el llamado CAC-1575. Forma parte del estándar USB 4 y puede transmitir hasta 20 Gbps en 2 x 2. En cuanto a sus capacidades de vídeo, puede alcanzar los 4K y una tasa de refresco de 60 Hz.
- El último tipo es el CAC-1576, que también es USB 4 y tiene una tasa de transferencia de 40 Gbps en 3 x 2. Su capacidad de vídeo es 8K a 60 Hz, por lo que tiene 4 veces el ancho de banda en este aspecto. ¿Su desventaja? El cable solamente es de 1 metro de largo, frente a los 2 metros de los otros dos casos.
No olvidemos que el nuevo cable también va a necesitar una fuente de alimentación, la que se conecta el enchufe de pared, totalmente nueva y no se podrán utilizar las antiguas. En todo caso nos preguntamos si las casas del futuro tendrán conectores USB-C integrados dentro de los enchufes de pared. Quien sabe, solo el tiempo lo dirá.