PlayStation 4 es una de las consolas más populares de la historia de los videojuegos. Dado que sus más de 100 millones de consolas vendidas son testimonio de ello. Sin embargo, también es famosa por la enorme cantidad de ruido que produce. Esto se debe a que para refrigerar sus chips usa refrigeración activa, es decir, con ventiladores. A medida que se va acumulando el polvo en su interior, esto provoca que la temperatura dentro de la consola aumente. ¿Las consecuencias? Un ruido horrendo. ¿La mejor solución? Limpiar tu PS4 o PS4 Pro por dentro. Es por ello que te vamos a enseñar cómo hacerlo.
El proceso de limpiar la PS4 es realmente muy sencillo, además, de ser mucho menos invasivo que hacerle mantenimiento a un PC. Dado que no vamos a mover ni un solo chip y tampoco ninguna pieza clave. Se trata de un proceso que no anula la garantía desde el momento en que SONY nos deja abrir la consola para actualizar el disco duro por otro. Sin embargo, no nos bastará con desplazar la carcasa de la máquina para ello, sino que tendremos que desmontar la cubierta al completo.
Esto en teoría anula automáticamente la garantía de la consola. ¿La realidad? Hemos de tener en cuenta que desde el momento en que es una operación que hacemos nosotros, cualquier consecuencia nefasta será nuestra responsabilidad. Por lo que debes centrarte a una sola cosa: quitar el polvo y evitar tocar otros componentes que no sean los que te indicamos nosotros. Cuanto menos rastro dejes de que has estado toqueteando allí dentro, más opciones de que la garantía de tu consola todavía pueda ser aplicable.
¿Por qué limpiar tu PS4?
Los tiempos en los que las consolas de sobremesa eran productos de bajo consumo energético que no necesitaban ventiladores para refrigerar su circuitería hace tiempo que pasaron. A día de hoy tenemos sistemas con enormes sistemas de refrigeración activa. Es decir, usan ventiladores para mantener un flujo de aire fresco en su interior, pero esto tiene una contrapartida que es la acumulación de polvo en el interior de la consola. Por lo que cada cierto tiempo es recomendable hacer una limpieza a fondo y mantener los componentes esencial que la hacen funcionar correctamente en perfecto estado de revista.
Hacerlo es importante, no solo para evitar el sobrecalentamiento de la circuitería, sino también para evitar el molesto ruido de la consola del que se quejan muchos usuarios y que muchas veces es producto de años de tener la máquina sin limpiar. Por lo que si quieres una consola más silenciosa, entonces límpiala (salvo si tienes una PS4 de noviembre de 2013, que muchas unidades llegaron con un problema que activaba los ventiladores de forma permanente y, ni limpiándolos, era posible evitar que trabajasen a pleno rendimiento).
¿Cada cuanto tiempo debería limpiar la consola?
Una vez entendemos lo importante que es realizar un mantenimiento sobre este dispositivo, es probable que nos preguntemos cada cuanto es necesario limpiar la consola, principalmente por el hecho de que a diferencia de un PC que cuenta con una parte de cristal templado, es complicado ver la acumulación de suciedad. En la mayoría de los casos, hay que destacar que este tipo de hábitos de limpieza se aplican prácticamente a cualquier dispositivo, es decir, que deberíamos hacer lo mismo si tenemos otra consola o un ordenador, ya que son dispositivos electrónicos que pueden comenzar a fallar por culpa de la suciedad.
En general se recomienda que en un ambiente normal y corriente como puede ser una habitación o el salón de una casa, se realice un mantenimiento sobre cualquier dispositivo de este tipo cada 2 meses de forma general, y cada 4 o 6 meses de forma exhaustiva. Como ya sabemos, la acumulación de polvo puede causar que los componentes tengan muchos problemas a la hora de funcionar, pudiendo llegar incluso a generar fallos dentro de la propia consola, por lo que lo recomendado es mantenerla lo más limpia posible con mantenimientos, como bien hemos dicho, cada 2, 4 y 6 meses.
Esto nos permitirá conservar este dispositivo en el mejor estado posible, pero también debemos recordaros que no es lo único que deberíamos limpiar de vez en cuando, sino que los periféricos que utilizamos también deberían tener un mantenimiento adecuado. Mantener estos hábitos de limpieza nos garantizará no solo que nuestra consola dure mucho más, sino que también funcione de la mejor forma posible, permitiendo ofrecer un rendimiento que tan solo se verá afectado por el paso del tiempo y la degradación de los componentes, y no por problemas que pueden estar por ejemplo relacionados con la temperatura.
¿Qué materiales necesito?
Lo primero que vamos a necesitar es tener acceso al interior para poder hacerle una limpieza exhaustiva. Sin embargo, el hecho de que estemos ante un producto de electrónica de consumo hace que las herramientas que se utilizan sean diferentes a las que solemos usar para bricolaje casero. Es por ello que vas a necesitar una serie de herramientas para poder acceder al interior de tu PS4.
- Destornillador Torx TR9 con security bit (es como el formato Torx normal, pero tiene un pequeño agujero en el centro y por eso es TR9 y no T9). Lamentablemente, es algo así como un formato «propietario» de Sony y no lo venden en ferreterías, pero puedes comprarlo por poco dinero en Internet.
- Destornillador Phillips estándar (el típico destornillador «de estrella»).
- Guantes antiestáticos para evitarnos calambres.
- Un cúter, cuchillo u otra herramienta afilada. No cortaremos nada con ello, sino que lo usaremos para despegar de forma correcto algunos adhesivos o pegatinas que nos impiden acceder a ciertas zonas. Si no te fías, puedes usar un cuchillo de punta redonda, aunque por experiencia propia te recomendamos uno de una sola pieza.
- Trapo de microfibra para el polvo.
- Un secador de pelo o una pistola de aire caliente. Si lo usamos a baja potencia el pegamento se reblandecerá y los podremos sacar sin romperlos. Luego, para volverlos a pegar, te ayudará a calentar los adhesivos para pegarlos sin dañarlos.
- Es recomendable un bote de aire comprimido para facilitar la tarea.
- Bastoncillos para los oídos (ayudarán a llegar a rincones poco accesibles).
- También puedes optar por un pequeño aspirador de mano.
La mayoría de estas herramientas ya las debes tener en casa, por lo que no te será difícil encontrarlas. Por cierto, procura también tener limpia la zona donde utilizas la consola, por lo que una limpieza general a la habitación desde donde juegas de forma periódica tampoco estaría mal. También deberás sacar cualquier disco de juego que se encuentre dentro de la consola para evitar que se dañe o salfa malparado. Y por supuesto, poner sobre la mesa o espacio de trabajo, un protector para evitar que la consola esté en contacto con una superficie dura.
Cómo abrir tu PS4 para limpiarla, paso por paso.
A continuación os damos los pasos necesarios de manera ordenada para que podáis limpiar la consola de modo eficiente y dejando la consola como el primer día. Es decir, como si estuviese recién sacada de la caja. En todo caso, lo primero que deberías hacer una vez tengáis los materiales adecuados será desconectar todos los cables de la consola.
Primer paso: retira las pegatinas
- Pon la consola sobre una superficie lisa (una mesa) y accede a la parte trasera. Dependiendo del modelo de consola (ya que además de la normal y la Pro, ha habido varias variantes a lo largo del tiempo) verás que hay entre una y tres pegatinas en la parte superior de la parte trasera de la consola. Debes retirar estas pegatinas con cuidado, ayudándote del cúter y del secador.
- Ten en cuenta que algunas de estas pegatinas están diseñadas para romperse a propósito cuando tratas de quitarlas. Es la manera que SONY tiene de saber si la has abierto y con ello anularás la garantía. Como hemos mencionado antes, el uso de un secador de pelo puede ayudarte a quitarlas y volver a ponerlas en su sitio, aunque tendrás que ser especialmente cuidadoso de no calentar demasiado para que no se estropeen.
Segundo paso: accede al interior de la consola
- Ahora, ayudándote del destornillador TR9 retira los tornillos y ya podrás retirar la cubierta superior de la consola. La forma segura de hacerlo es, con la parte trasera de la consola mirando hacia ti, que comiences a levantar la cubierta por la esquina inferior izquierda, suavemente, y vayas «recorriendo» todo el lateral hasta que salga.
- Tras hacer esto ya puedes acceder al ventilador principal de la consola, y podrás limpiarlo ayudándote del bote de aire comprimido y de los bastoncillos para los oídos. No obstante, es recomendable que ya que estás limpiándola por dentro lo hagas bien, así que el siguiente paso es desmontar la fuente de alimentación. Para ello, debes retirar tres tornillos Torx TR9 y dos Philips (de nuevo, esto puede ser un poco distinto dependiendo del modelo que tengas).
- Una vez retirados estos tornillos deberías ser capaz de sacar la fuente de alimentación hacia un lado. Para ello, con la consola orientada como la teníamos antes, simplemente levanta desde el lateral derecho y verás como puedes girarla fácilmente hacia el lado contrario. No hace falta ni tan siquiera desconectar cables.
Tercer paso: limpiarlo todo
- Por fin ya tienes la consola totalmente abierta y lo primero que observarás es que la fuente tiene una gran cantidad de polvo. Es la primera pieza que deberás limpiar y siempre con cuidado y tras haberla desconectado del todo de la corriente. No sea que provoquemos algún daño mientras la manipulamos.
- Hemos retirado la fuente para darte acceso también al disipador del chip principal de la consola. Debido a la gran cantidad de polvo que este acumula, nuestro consejo es dejarlo para el final. Así que pon un trapo por encima del disipador que lo cubra por el momento.
- Es el momento de usar los bastoncillos para los oídos junto al bote de aire comprimido para limpiar el resto de la consola. Si ves que se acumula humedad, entonces usa el trapo para secar esa parte.
- Quita el trapo del disipador y límpialo también hasta que elimines toda la suciedad que ha caído sobre él.
- Obviamente, el resto de la placa habrá quedado sucia de nuevo, no te preocupes, vuelve a poner el trapo sobre el disipador y repite el paso 3.
- Una vez que estés satisfecho con la limpieza interior de la consola, simplemente sigue el proceso a la inversa para volver a montarlo todo.
Consejos de uso del aire comprimido
A la hora de limpiar la PS4 con aire comprimido, debes tener en cuenta algunas cosas importantes para evitar que se produzcan problemas o, simplemente, no seas capaz de obtener los resultados que esperas. Estos son nuestros consejos:
- Nunca sujetes el bote boca abajo. Esto hará que el gas líquido en su interior salga de la lata y podría dañar la PS4 si cae encima de algún componente.
- No rocíes el aire comprimido directamente en el ventilador, ya que lo hará girar y si se «pasa de vueltas» podría dañarlo. Antes de hacerlo, sujétalo con un dedo o bloquéalo con un bastoncillo para los oídos para evitar que se mueva.
- Usa el aire comprimido solo en las zonas de ventilación. En otras palabras, para limpiar la fuente o el polvo acumulado en otros sitios mejor usa el trapo o los bastoncillos que antes os comentamos.
- Rocía en ráfagas, ya que mantener una pulverización constante hará que el bote se enfríe, dificultando su manejo.
No olvides tampoco de pasar un trapo y si tienes un pequeño ventilador de mano y limpiar de paso la zona en la que sueles colocar tu PlayStation 4 para que esta quede totalmente limpia. Y por favor, no utilices líquidos de limpieza si no quieres dejar la consola inservible a perpetuidad. Una alternativa al aire comprimido es usar un aspirador de mano, del mismo tipo que se utiliza para limpiar los teclados y los ordenadores portátiles. Te servirá para uit
¿Cómo hacer una limpieza más exhaustiva?
Puede que el aire comprimido y la bayeta de microfibra no sean suficiente y tu PS4 esté de polvo hasta el límite. En ese caso toca desmontar todo el disipador y para ello tendrás que desmontar básicamente media consola para ello. Pero al mismo tiempo que hacemos esto podremos cambiar la pasta térmica por una de metal líquido o simplemente por un modelo corriente con gran transferencia de calor, como cada uno guste o quiera arriesgarse.
En cualquier caso, una vez que tengamos el disipador fuera lo ideal es utilizar un APC cualquiera, a ser posible uno que no use alcoholes en su composición química (mirad antes la etiqueta) y con un cepillo de cerdas suaves frotar en las aspas y en la zona del motor.
También servirá en este caso para ver si el rotor del ventilador tiene holgura o algún desvío en su eje, por lo que es el momento perfecto en tal caso para cambiarlo y reemplazarlo por cualquiera de las decenas que hay por Internet de calidad. No escatimemos en gasto aquí, es un componente clave y a ser posible deberemos comprar el original de SONY.
Ojo que hay varias versiones según el modelo de consola (PS4, PS4 Slim y PS4 Pro), además, hay varias referencias como se puede ver en la foto superior, unas para Nidec y otras para Delta, así que tenemos que asegurarnos que compramos el mismo basándonos en la referencia tanto de la consola como del mismo ventilador, algo que podremos mirar en concreto teniéndolos a mano una vez que ya hemos abierto la máquina. Este punto es importante, para que no vompres en balde algo que no te va a servir.
No son baratos como tal, pero es lo mejor que podemos hacer si detectamos cualquier mínimo problema de funcionamiento y sonido. Limpio o cambiado, así como tras limpiar nuestra PS4 en general ya puestos, procederemos a cerrar nuevamente la consola y a disfrutarla
¿Has comprado una PS4 usada?
Si has recurrido al mercado de segunda mano te recomendamos hacer una limpieza en profundidad (si la compras en una tienda, confirmar que ha sido revisada) dado que el diseño industrial de la consola tiene tendencia a acumular polvo en grandes cantidades con el paso del tiempo y, a día de hoy, es muy probable que la consola que compres pueda llegar a tener hasta una década de uso. Con las capas de polvo y suciedad que eso supone que puede acumular y que, llegado a cierto punto, podría incluso afectar al rendimiento cuando juegas con ella.
Sobre todo el modelo Pro, que es famoso por su gran nivel de ruido provocado por la alta velocidad qué alcanzan sus ventiladores para mantenerla bien refrigerada cuando necesita inyectar potencia para mostrar juegos en 4K. Todo ello debido a la temperatura interna que alcanza la consola por el polvo acumulado con el tiempo. En especial es molesto la cantidad de decibelios que puede alcanzar dicho modelo y, como ya os hemos dicho, ese no es el principal problema que podemos encontrarnos.
Es por ello que te recomendados hacerle esa limpieza general una vez la recibas. No sabrás el uso que le ha dado la otra persona, así como el lugar donde la tenía y si alguna vez la ha limpiado. Por lo que ponerse a jugar con ella puede ser un problema, sobre todo si no nos damos cuenta de que está pidiendo ayuda, ya que, sea porque está lejos o porque tenemos el juego muy alto, no escuchemos esos ventiladores al máximo, o incluso que no funcionen por la cantidad de suciedad incrustada en ellos. Así que sino quieres tener un pisapapeles al segundo día, échale al menos un vistazo y comprueba que esté todo bien, no te llevará más de 10 minutos, y podrás ganar también rendimiento, no solo seguridad.
Ahora que ya sabes todo lo necesario, te dejo, que tienes trabajo por delante, aunque te avisamos que es muy satisfactorio comprobar lo bien que queda una vez que la dejas como la patena, limpia y otra vez preparada para hacerte pasar buenos ratos de cara a los próximos… ¿10 años?