Intel finaliza la fabricación del Pentium G4560 por ser demasiado bueno
¿Qué es lo peor que le puede suceder a un fabricante de procesadores? Que un modelo más barato rinda mejor o igual que uno más caro. Y más problemático es si ese modelo también lo fabricas tu. Algo así es lo que está sucediendo con los Pentium G4560 y los Core i3 7100. Y por ello Intel va a dejar de fabricarlo.
Con los nuevos procesadores Intel Pentium G, los diseñadores de este fabricante decidieron hacer una arquitectura realmente competitiva en la gama baja. Y, dado que muchos juegos no eran capaces de ejecutarse si no veían cuarto hilos lógicos, habilitaron el Hyperthreading. También se decidieron a aumentar la Caché L3, de 2 a 3 MB. Si a eso lo dotamos de una velocidad de reloj de 3,5 GHz, tenemos un buen procesador para jugar. De hecho, y en esencia, tenemos un Core i3 7100 pero por la mitad de precio. Dado que el Pentium cuesta 60 € y el Corei3, 108 €. La única ventaja aparente que tiene el Core i3 sobre el Pentium son 400 MHz extra de velocidad. Sí, sí, ya se que tiene más ventajas pero, a efectos prácticos, esos 400 MHz son los que los diferencian de verdad.
Si no puedes con ellos de una manera, mátalos lentamente
Si estás corto de dinero y quieres construirte un nuevo equipo para jugar, no creo que vayas a elegir el procesador que cuesta 50 € extra. Por solo 400 MHz extra de velocidad. Y digo «jugar» por no decir un buen número de otras alternativas que no requieren procesadores muy avanzados. O, al menos, eso es lo que haría yo. Y parece que el resto de usuarios también piensan de una manera muy similar. Porque las ventas del Intel Pentium 4560 han superado de manera consistente las del Core i3 7100. Por varios meses ya.
En esa situación, Intel ha decidido cortar por lo sano. Dado que como compañía no le interesa que los usuarios compren el modelo más barato en masa. Ha decidido reducir el número de unidades fabricadas. Poco a poco, como quien no quiere la cosa. Esto forzaría a los usuarios a comprar el modelo más caro de procesador. Para Intel, desde luego sería una jugada redonda. Y para las tiendas también, ya que casi con total seguridad el precio de los Pentium se incrementaría de manera sensible.
Al final, y como de costumbre, el que acaba pagando los platos rotos es el usuario final. Aunque todo eso es expensas de lo que suceda con el lanzamiento de los próximos AMD Ryzen 3.