Con las necesidades de almacenamiento personalizado cada vez más grandes en la era digital en la que vivimos, muchas veces el tener un NAS de gran capacidad y con funciones avanzadas ya no es algo solo para el nivel empresarial. Ésta es precisamente la idea que WD tiene con el My Cloud Pro PR2100 de 16 TB que analizamos en el día de hoy, la de proporcionar una herramienta de trabajo que permita tener nuestras cosas siempre a mano estemos donde estemos, pero lo suficientemente sencillo de utilizar y con características avanzadas multimedia para que sea también apto para usuarios domésticos.
Estamos ante un NAS que efectivamente está orientado a empresas pero que no por ello se limita a éstas. Incorpora prácticamente las mismas características que ya vimos en el pasado cuando analizamos el WD My Cloud DL2100, con un sistema operativo optimizado, mayor capacidad y un hardware más potente que nos permitirá realizar las mismas funciones en menor tiempo, añadiendo claro transcodificación por hardware y servidor multimedia para que podamos utilizarlo también como herramienta multimedia en alta definición para el hogar.
Es cierto que el WD My Cloud Pro PR2100 de 16 TB tiene un precio prohibitivo para usuarios de a pie (cuesta 1050 euros en la tienda online de WD) y por ello está, de nuevo, orientado a entornos empresariales, pero el fabricante justifica el precio tanto por la densidad de almacenamiento (16 TB ocupando muy poco espacio físico) como por las características avanzadas de integración, seguridad y alta disponibilidad. Vamos a verlo.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
En la página web el fabricante prácticamente no da nada de información sobre el producto, pero afortunadamente sí que viene descrito el hardware que monta en el embalaje del producto como veremos en seguida.
- Procesador Intel Pentium N3710 a 1.6 Ghz (quad-core).
- 4 GB de RAM DDR3L.
- Una única tarjeta de red Intel Gigabit con dos puertos RJ-45.
- Una única fuente de alimentación con dos tomas de corriente, capaz de hacer bypass interno.
Con éstas características, el DL2100 de WD es capaz de realizar transcodificación de vídeo en tiempo real (gracias a PLEX) en resolución 4K sin demasiados problemas. También es compatible con cifrado AES de 256 bits.
Una característica que me llama la atención es que a pesar de contar con dos bocas de red y dos para alimentación, en ningún caso son redundantes. La tarjeta de red sí que permite realizar un balanceo de carga pero no teaming para obtener el doble de ancho de banda. En otras palabras, ésto es útil únicamente si tenemos switches Fast Ethernet (10/100) que sería bastante raro, o si tenemos varias VLAN montadas, una para dentro y otra para fuera de la red (DMZ).
En el caso de la alimentación sí tiene sentido, pues al ser el módulo interno para la fuente de alimentación capaz de realizar bypass interno permitiría que si se va la luz del automático de unos enchufes, podría seguir funcionando por la otra, siempre que enchufemos cada uno de ellos a distintos circuitos eléctricos, claro, y que no salte el automático general.
ANÁLISIS EXTERNO.
El WD My Cloud Pro PR2100 viene embalado en una caja de cartón semi rígido de color azul en cuya cara principal se nos presenta el producto con sus principales características destacadas, incluyendo el logo del servidor multimedia PLEX.
En la cara trasera se hace un resumen de sus características multimedia, incluyendo la capacidad de transcodificar en tiempo real vídeo en resolución UHD. En un lateral encontramos un croquis del producto por delante y por detrás, dejando para el lateral opuesto las especificaciones técnicas resumidas. En la parte superior, una enumeración de los requisitos de sistema y con tenido del paquete.
Como es habitual en éste fabricante, al abrir la caja nos encontramos con la unidad NAS perfectamente protegida, y todos sus accesorios dentro de una caja de cartón neutro.
Vamos con los accesorios. WD incluye un cable de red Cat.6, manual de instrucciones, fuente de alimentación externa con dos cables (europeo e inglés) y un panfleto sobre cómo crear nuestra propia Cloud privada. Esto significa que si queremos tener dos fuentes de alimentación, la segunda tendremos que comprarla por separado.
La fuente es de 48 vatios y está fabricada por APD.
Vamos ahora con la unidad NAS. Pesa bastante pero tiene unas dimensiones bastante reducidas, lo que nos permitirá colocarla casi en cualquier parte.
En la parte delantera encontramos las dos bahías para discos duros que en éste caso ya tienen disco dentro (ahora los vemos). También el botón de encendido, y en la zona inferior izquierda un puerto USB 3.0 con un botón que nos permitirá copiar todo el contenido de la unidad que conectemos directamente al almacenamiento del NAS.
Nada en el lateral derecho.
Y en el izquierdo tan solo una pequeña rejilla.
En la parte trasera tenemos un ventilador de 80 mm que será en encargado de refrigerar los componentes internos, así como un cierre de seguridad Kensington, dos puertos RJ-45, los dos conectores de alimentación y otro puerto USB 3.0, además del botón de reset que en éste caso no sirve para reiniciar la unidad sino para devolverla a los valores de fábrica.
La zona inferior está dominada por cuatro grandes patas de goma.
Vamos a volver a la parte delantera para enseñaros los discos. Las dos bahías se abren tan solo tirando de ellas hacia arriba y el disco sale solo pues cuenta con un sistema de muelles por dentro.
Los dos discos que incorpora ésta unidad de 16 TB son lógicamente dos WD Red de 8 TB cada uno.
Internamente, la conexión es SATA 3, así que ya podéis suponer el rendimiento que nos espera.
ANÁLISIS INTERNO.
Ya hemos visto el dispositivo por fuera, así que es hora de destriparlo para ver qué hardware esconde en su interior. Quitar la carcasa negra exterior es tan sencillo como retirar los tres tornillos que tiene por detrás y tirar de ella, enseñándonos ahora un esqueleto metálico que no nos deja acceso a prácticamente nada.
Si queremos, por ejemplo, cambiar el ventilador porque se nos ha averiado, tendríamos que quitar también una segunda carcasa metálica interna. Para ello hay que retirar un puñado de tornillos y, desgraciadamente, despegar dos de las patas inferiores. Ésto nos da acceso a la placa base y los componentes internos del equipo.
Aquí tenéis el ventilador del sistema un poco más de cerca.
El disipador que refrigera el procesador Intel es pasivo y se ancla con dos puntos nada más.
Es muy fácil retirarlo para ver el procesador, aunque en éste caso el socket es BGA y va soldado a la placa, por lo que no se puede cambiar.
La placa también tiene un zócalo PCI-Express 2.0 x1, al que se conectan los dos puertos SATA para los discos mediante un riser.
Los 4 GB de RAM DDR3L los fabrica SK Hynix, y también van soldados a la placa. Es un único chip con part number H5TC4G63CFR.
La ROM del sistema en éste caso la fabrica Micron, con part number JW963. Son 16 GB de memoria eMMC que en éste caso se utilizan tanto para almacenar el sistema operativo como los datos de la controladora RAID.
TESTEO.
Volvemos a ensamblar la unidad y la ponemos en marcha para ver qué tal funciona. Con lo primero que nos encontramos tras conectarlo y encenderlo, y acceder mediante su dirección IP al mánager es que la unidad necesita una actualización de Firmware.
He de indicar un punto muy negativo aquí y en el que WD debería trabajar para paliar: el tiempo de instalación del nuevo firmware. En nuestro caso tardó cerca de una hora en realizar una tarea que en NAS de otros fabricantes como Synology se reduce a menos de 10 minutos. Es inconcebible que un dispositivo de éstas características y precio te obligue a parar una hora para actualizar su firmware.
Una vez actualizado el firmware ya podemos acceder al menú, el cual como veréis muestra que tenemos 7,93 TB y no 16 TB. Esto es así porque de fábrica los discos vienen configurados en RAID 1 (modo espejo) para máxima protección de datos.
Cambiar el modo de RAID es muy sencillo, aunque de nuevo nos encontramos con un tiempo demasiado grande para realizar la tarea.
En nuestro caso hemos configurado los discos en RAID 0 para obtener el máximo rendimiento y la máxima capacidad, pero podemos configurar también modo JBOD si queremos.
El sistema operativo que WD utiliza en éste PR2100 no ha cambiado prácticamente con respecto al que vimos en el DL2100 salvo un poco en cuanto a estética. Así, podemos crear y configurar usuarios y grupos internos en el NAS, o podemos unir el dispositivo a nuestro dominio para que coja los usuarios y grupos directamente desde Directorio Activo si lo tenemos.
Del mismo modo, podemos configurar recursos compartidos a los que podremos configurar permisos a grupos o usuarios individuales, independientemente de si son internos o de dominio.
También podemos configurar el acceso desde la nube, aunque no me gusta nada porque requiere registrar una cuenta en MyCloud.com, lo que significa que nuestros datos dejarán de ser privados.
Así mismo, podemos utilizar el PR2100 como unidad de copia de seguridad, o si tenemos varias de éstas unidades, hacer que repliquen las unas en las otras.
Una característica interesante es que podemos configurar la unidad como iSCSI para utilizarla con entornos VMWare por ejemplo.
Igual que en otras versiones de éste NAS, podemos utilizarlo como servidor de descargas HTTP, FTP y P2P, aunque eso sí, lo hace con un gestor interno. No obstante, como está basado en Linux podemos instalar paquetes de terceros como Transmission para hacer del NAS un servidor Torrent.
Éste tipo de servicios los tenemos que habilitar en las opciones de red del dispositivo, incluyendo la facultad de acceder mediante SSH, necesaria si queremos entrar en el Linux interno e instalar paquetes de terceros. Ésto es otro aspecto que debería mejorar WD para usuarios avanzados, pues es algo que por ejemplo Synology tiene implementado ya en su interfaz gráfica DSM desde hace mucho tiempo. El caso es facilitarle las cosas al usuario, y que tengas que hacerlo por línea de comandos desde luego no es de ayuda.
Hablando del Linux interno, el WD My Cloud PR2100 emplea BusyBox 1.20.2 basado en Debian.
Para terminar con el software, cabe destacar que podemos configurar la unidad NAS como servidor PLEX, servidor DLNA o iTunes como queramos.
Rendimiento.
Ya solo nos queda hablar de qué tal funciona la unidad. Teniendo en nuestro domicilio una red Gigabit vamos a estar limitados a pesar de haber configurado un RAID 0 en los discos, así que tampoco es que los datos de los que os vamos a hablar ahora sean muy transcendentales, pues esencialmente hemos obtenido el rendimiento máximo que nos da nuestra red doméstica: unos 118 MB/s de velocidad de transferencia, lectura y escritura, en todos los casos.
CONCLUSIÓN.
Dejando de lado unos inaceptables tiempos de downtime para actualizar firmware o cambiar el modo de RAID, el WD My Cloud Pro PR2100 de 16 TB es un gran dispositivo que sin lugar a dudas será muy útil para entornos empresariales o domésticos avanzados que tengan necesidad de un gran volumen de almacenamiento con un excelente rendimiento y opciones avanzadas de integración en dominio o entornos virtuales.
Sin duda, una inversión de 1.050 euros por 16 TB de almacenamiento rápidos y seguros no es mucho para una empresa, así que consideramos también que en cuanto a precio es bastante adecuado.
PROS:
- Muy buen rendimiento.
- Gran capacidad.
- Ocupa poco espacio y es silencioso en funcionamiento.
- Funciones avanzadas de integración (dominio, iSCSI, etc.).
- Fácil acceso a los discos.
CONTRAS:
- Tiempos de espera inaceptables para actualizar firmware o cambiar tipo de RAID.
- Hay que desmontar completamente el NAS para cambiar el ventilador.
Por ello, éste WD My Cloud Pro PR2100 se lleva nuestro galardón de Oro y nuestra recomendación por su buena relación prestaciones / precio.