¿Nunca te has preguntado por qué Intel llama «Lake» a sus CPUs?

¿Nunca te has preguntado por qué Intel llama «Lake» a sus CPUs?

Javier López

Si algo tiene Intel que mejorar fuera de sus arquitecturas y procesos litográficos es sin duda el nombre que les da a estos. Es totalmente mareante y realmente difícil de seguir el número de ellos a través del tiempo, mientras que su rival, aunque no perfecto, sigue una estrategia muy simple y que todo el mundo puede comprender si tener que estar sumergido en este sector. ¿Por qué Intel denomina a sus arquitecturas así?

Cuando hacemos el ejercicio de pensar en procesadores y arquitecturas de Intel siempre se nos viene a la mente la terminación Lake. Pero si hacemos zoom out a la imagen veremos que además de esto hay una serie de plataformas que reciben nombres igual de complicados.

Lagos, puentes, cañones o montañas conocidos como Lake, Bridge, Canyon o Montain complican todo el sistema de nomenclaturas, ¿quién tiene la culpa de todo este complicado engranaje y estrategia de marketing? ¿dónde está el sentido a estos nombres?

Intel siempre hace referencia en su estrategia a América del Norte

Intel Meteor Lake

Las respuestas las tiene Jeff Tripp, actual planificador estatrégico Senior de Intel y gracias a él podemos entender todo lo que se mueve entre bambalinas y que tan poco práctico nos resulta. Según comenta Tripp, Intel siempre hace referencias en sus nombres a enclaves dentro de América del Norte, donde busca darle un significado físico que nos acerque a los pensamientos del equipo de diseño en Oregón, aunque también deja abierta la posibilidad de que fuesen nombres divertidos, al menos para ellos.

Esto es cierto en parte, ya que la historia de Intel revela nombres en clave tan increíbles como Batman o Thor, aunque también se han incluido otros de algunas ciudades americanas, todo siempre dentro de su país de origen. Lo curioso de esto es que aunque existe ese denominador común que representa EE.UU como pilar, la geografía y cartografía del país ha sido usada en diferentes épocas, con nombres de ríos de por medio o incluso montañas.

Tripp afirma que actualmente en Intel se ha cambiado a un enfoque más temático para elegir los futuros nombres, pero no hay una razón real que determine la nomenclatura de cada arquitectura, puesto que es un proceso abierto donde hay una serie de personas que participan en dicho nombramiento, siendo un ejercicio donde todo vale.

Igualar el «naming» interno con el nombre final del producto

chipset

Al parecer, antiguamente Intel tenía varios nombres distintos para un mismo producto, uno interno y otro externo para sus usuarios. Esto generaba demasiada confusión entre ingenieros, publicistas y agentes, así como para sus clientes OEM, por ello, ahora se denomina a una arquitectura, plataforma o tipo de producto de una sola forma, para todos igual.

Tripp asegura que desde hace algunos años y de cara al futuro, los diferentes productos estarán enfocados a diferentes áreas geográficas del país, puesto que hay ciertos problemas con los namings y ello les supone disputas legales en muchos casos.

Coffee Lake por ejemplo, fue nombrada en una reunión a primera hora de la mañana, donde el planificador jefe admitió necesitar urgentemente café, lo cual resultó gracioso y terminó por denominar a dos generaciones de procesadores, así de simple.

El problema principal no se resuelve, ¿por qué son tan complicados?

Intel-Core-i9-Extreme

Para encontrar la respuesta a esto hay que hablar con un ex-empleado de Intel como es Francois Piednoel, autor de nombres como SkullTrail, Extreme Edition, Sandy Bridge o Skylake entre otros. Piednoel asegura que Intel no va a decir los motivos exactos y reales por los que denomina así a sus CPUs.

Su objetivo según afirma, es que Intel y sus empleados puedan entender internamente los nombres, mientras que no importa si la gente no sigue el ritmo y no termina por comprenderlos. Esto se hace por seguridad, ya que Piednoel afirma que si hubiese filtraciones nadie sabría encajar una nueva arquitectura con un nombre y por lo tanto solo puede haber especulación al respecto.

Un segundo factor es la sorpresa. Si no ha habido una filtración sobre el naming, Intel puede sorprender con él al mundo, si es predecible la presentación en este punto sería bastante menos interesante. Esto provoca un hecho bastante interesante, y es que si nadie sabe el nombre del procesador ni de la arquitectura ni pueden ubicarlo como tal, Intel puede suministrar muestras de ingeniería con menor rendimiento y hacerlas pasar por algo experimental o incluso antiguo, obteniendo un feedback sobre apartados como estabilidad, temperaturas etc …

E incluso pueden ir a ferias y mostrarlo asegurando que la plataforma es más rápida, pero dejando todo el resto de incógnitas en el aire. Además, Intel ya no permite nombres originales como los arriba mencionados, por ejemplo, Skulltrail (calavera) el cual llegó después de la paliza de AMD a Intel con los X64, por lo que al salir los Core 2 Duo tenía sentido lanzar un mensaje de respuesta con dicha plataforma.

Ahora la compañía se centra en mantener una calma y una imagen de marca de tranquilidad que les ayuda a la hora de vender sus productos a otras compañías.

El problema de la importancia de los nombres en clave

Intel 10 Gen

El mayor problema que enfrenta Intel con sus nombres es que no impresionan, no son capaces de impactar al usuario y esto es algo que también sufre lógicamente AMD. Skylake, Kaby Lake, Coffee Lake, Comet Lake y así hasta que Intel decida terminar con las series, esto es algo que se percibe desde el usuario como un upgrade, un cambio incremental que, aunque realmente no sea así, el usuario de a pie no se ve impactado por un nuevo producto, sino que piensa en una actualización de lo anterior.

Piednoel asegura que esto no pasaría si se volviese a la nomenclatura tradicional tipo Katmai, Willamette, Prescott … Y es que si al nombre de la arquitectura le unimos el naming de cada procesador … Los problemas aumentan. Intel Core iX XXXX, es algo que la compañía podría cambiar segmentando los nombres según la tarea a la que estén destinados, así sería mucho más simple entender de qué tipo de procesador hablamos.

Por ejemplo, habría una gama para gaming, otra para minería, otra para edición y así sucesivamente, pero con nombres distintos y bien enfocados. Y es que según Piednoel, este es el único mercado del mundo donde los usuarios usan más el nombre en clave que la propia marca en sí misma.

Usa el ejemplo de un coche, donde afirma conducir un BMW 750 de los años 80, donde en una conversación trivial no diríamos conduzco un E32, cosa que sí pasa en la industria del PC. Este ex-empleado de Intel asegura que en cuanto a naming se refiere, Intel está preparando algo desde hace años, algo grande y que comenzará con el anuncio de un nuevo tipo de producto, donde quizás los nombres cambien radicalmente, ¿qué será?