No tanto en PC, pero sí bastante más en consola, es común ver juegos bloqueados a una determinada tasa de FPS, algo que no suele gustar a los usuarios. En cambio, los monitores gaming pueden escalar dichas tasas de FPS para representar más hercios por segundo, pero necesitan de una tecnología que lo permita y que, por otro lado, genera una serie de problemas adyacentes que muchos no están dispuestos a permitir. Hablamos por supuesto del Black Frame Insertion, una tecnología que tiene un gran coste visual.
Algo muy típico en los monitores LCD antiguos es el hecho de que no tenían una gran percepción de movimiento en gaming, algo que los CRT sí conseguían. Para los que tengan una cierta edad y estuvieran metidos dentro del mundo informático hace ya 20 años, los monitores CRT eran capaces de sincronizar sin problemas la frecuencia de actualización de cada panel con la resolución mostrada sin crear desenfoque de movimiento, pero con el paso a LCD y posteriormente a OLED todo cambió.
En este artículo te vamos a contar en qué consiste la tecnología Black Frame Insertion, utilizada en la actualidad para hacer que juego que funcionan con una tasa de cuadros por segundo bloqueada por el desarrollador puedan funcionar a mayores frecuencias de refresco, siempre y cuando el monitor lo permita, y cómo el uso de esta tecnología tiene, muchas veces, más desventajas que ventajas.
Black Frame Insertion: una tecnología muy usada para paliar el desenfoque
Esta tecnología, también conocida como BFI, ha sido muy evolucionada por distintos fabricantes, donde cada uno la ha llamado de una forma y curiosamente, han tomado caminos distintos aunque parejos.
BFI muchas veces es confundido o nombrado como backlight strobing, pero a diferencia del primero el segundo introduce el llamado PWM Flicker. Black Frame Insertion como tal es una tecnología que tiene el mismo propósito que las llamadas luces de fondo para escaneos, es decir, reducen el desenfoque de movimiento al usar un periodo o timing oscuro entre la actualización del monitor.
De ahí lógicamente el término BFI, la cual intenta asemejar la iluminación secuencial de los segmentos de luz como hacían los CRT antiguos.
¿Cómo funciona BFI y cuál es el resultado?
BFI inserta un frame totalmente negro entre el refresco del monitor y el siguiente frame, lo cual hace que técnicamente la tasa de refresco sea del doble, aunque en la práctica se estén representando los mismos FPS que la GPU termina.
En un ejemplo práctico, un monitor de 60 Hz con BFI es capaz de reproducir 120 Hz debido al frame negro que proyeccionan a cada refresco de pantalla. Como decimos, el monitor sigue refrescando 60 veces por segundo, pero al incluir el frame negro, la sensación que tiene el usuario es como si se duplicase la tasa de esos mismos hercios en cuanto a suavidad.
El problema es que hay muchas marcas que este efecto no lo hacen bien, es decir, no consiguen aunar la suficiente velocidad en el panel para que el efecto BFI sea realmente favorable en vez de un problema.
Si el frame negro (también llamado Frame oscuro por muchos) no cambia de estado antes de que la tasa de refresco vaya a comenzar, lo que se genera es una sensación de artificio en la imagen bastante desagradable que empeora más que mejora la sensación de suavidad. Además, la sensación de BFI mejora o empeora según la tasa de Hercios de nuestro monitor, no es lo mismo 24 Hz, que 25 Hz, que 120 Hz.
Hay frecuencias que le sientan mejor a esta tecnología e incluso variando pocos hercios se puede notar bastante mejora, o en el caso contrario, un empeoramiento de la suavidad de la imagen. Es algo que le ocurre sobre todo a muchas TV, las cuales intentan ofrecer mayor suavidad a «X» tasa de hercios, pero en cambio la pérdida de suavidad hace que el usuario termine por deshabilitar la tecnología BFI propietaria de su televisión.