Las elecciones de EE.UU de esta semana van a marcar un antes y un después en la economía global así como en el mercado de chips y semiconductores. El ganador tiene que apoyar y conseguir un reto bastante complicado: que ARM siga operando en China. La adquisición de NVIDIA de la primera, la participación de SoftBank japonés y la sede británica no están ayudando, pero ¿y sí ARM deja de operar en el país asiático porque China no autorice la fusión? Bueno … Las consecuencias pueden ser graves para todos.
Lo primero que tenemos que entender es quien tiene la sartén cogida del mango y ahí viene la primera curiosidad de todo esto, ya que ARM en la actualidad tiene un mercado gigantesco en China, pero la adquisición de NVIDIA debe ser autorizada y si se hace así, EE.UU podría prohibir las exportaciones a China de cualquier chip ARM.
Pero si no tiene éxito porque China se niegue a entrar por el aro de Estados Unidos, sus empresas van a palidecer hasta incluso desaparecer, puesto que es América quien tiene casi todas las licencias para fabricar chips.
Bloqueo tecnológico sin precedentes, China no puede fabricar CPUs, ¿o si?
No fue hasta 1980 cuando China tuvo que dejar de fabricar sus propias CPU, impulsada por la adquisición de patentes de AMD e Intel y posteriores pactos entre ellos, bloqueando la gran mayoría de opciones para el país asiático.
Pero en 1990, el gobierno chino compró Alpha y con ella todas sus tecnologías y patentes, para después desarrollar Shenwei y más tarde compró Loongson para las instrucciones MIPS. Esto abre una posibilidad si China decide seguir su sendero, pero el problema es que esto lleva parado décadas y ahora casi todo lo chino se basa en ARM.
Lógicamente, si ARM deja de otorgar licencias, ningún fabricante chino puede producir chips bajo sus términos y la única opción sería copiar e invertir con esta base, saltándose los derechos de propiedad intelectual, pero es que, aunque lo hiciesen así, China no tiene la tecnología de fabricación independiente para hacerlo a día de hoy.
Se necesita la tecnología de ARM para poder producir los chips, independientemente de cuántas leyes se salten para copiarlos, pero sin esto no hay manera de producir estos chips y avanzar. Por lo tanto, volvemos atrás, y la única solución es invertir en MIPS y los conjuntos de instrucciones comprados a Alpha.
Pero, aunque esta idea tirase para adelante, China tiene otro problema incluso mayor: no tiene un ecosistema para el desarrollo, así que supone un impedimento enorme y un coste monstruoso diseñar algo así. Desde un centro neurálgico de toma de decisiones, empresas que suministren diferentes componentes, acuerdos con distintos países etc …
ARM, optimización de software y sistemas
China vio todo esto hace años y está en pleno proceso de maduración, pero necesitará gastar todavía más recursos en software de diseño específico para instrucciones, necesita aumentar el rendimiento de sus fundiciones para albergar una capacidad sin precedentes y por supuesto, necesita ser térmicamente más eficiente en los chips que está diseñando.
Por lo tanto, están jugando a dos bandas con EE.UU, mientras que desarrollan su propia infraestructura para no tener que depender de ellos. El visto bueno a ARM debería de producirse si todo va como se espera porque, en teoría y salvo una sorpresa gigante, no están listos para desprenderse de su yugo.
Pero como hemos visto en las tres últimas décadas, no necesitan demasiado tiempo para dominar un sector aun viniendo desde cero, hasta tal punto en que le han ganado a su rival en muchos campos y actualmente son líderes indiscutibles en otros tantos.
Lo que parece claro es que China no teme que ARM deje de suministrarles licencias, no teme que Huawei y otros gigantes no puedan fabricar más chips bajo su tecnología, esto puede ser una señal inequívoca de que algo grande se está cocinando a fuego lento, veremos cómo termina toda esta historia.