¿Qué tipo de tubos deberías utilizar para montar tu propia refrigeración líquida?

La refrigeración líquida poco a poco va abriéndose camino dentro de nuestro país, y los usuarios están cada vez optando más por este tipo de sistemas que por las AIO típicas. Pero uno de los mayores escollos se centra en algo tan básico como el tubo a elegir: ¿blando o rígido? ¿qué material? ¿qué medidas son las correctas? En este artículo trataremos los principales temas del mundo de los tubos para refrigeración líquida.
Tipos de tubos para refrigeración líquida: ¿qué debemos saber sobre ellos?
Dentro de la rama troncal de lo que son los tubos de refrigeración líquida para PC tenemos dos grandes familias que marcarán el devenir de nuestro equipo: tubos blandos y tubos rígidos.
Es importante partir de la base de que, dependiendo del tipo de tubo elegido, el sistema puede enfocarse de una forma u otra, así como sus racores.
Tubos blandos, los más elegidos por los noveles
Partiremos de los más cotidianos y más usados para usuarios noveles, los tubos blandos. Este tipo de tubo está cayendo poco a poco en desuso, sobre todo en lo referente a métricas como 19/13 mm. Pero al mismo tiempo está ganando algo de fuerza en métricas comunes como 16/12 mm, enfocados principalmente al mismo tipo de medidas que en tubería rígida.
Los tubos blandos son, en esencia, el típico tubo de ferretería de siempre, donde el tópico lo marca como transparente y algo flexible. La mayor diferencia está precisamente en esos factores: transparencia y flexibilidad. La transparencia va marcada por el tipo de material usado en los tubos, algo fundamental para evitar el deterioro u obstrucción de los bloques.
A diferencia de los tubos de ferretería, los tubos de refrigeración líquida están formados por materiales que evitan el crecimiento bacteriano en las paredes, mejorando el flujo interno en base a menores imperfecciones internas, donde además se logra una mayor flexibilidad para giros más abruptos.
Estos materiales (normalmente derivados sintéticos del PVC) ayudan a que con el uso de líquidos de color el tubo permanezca más tiempo transparente, aunque finalmente siempre cogerá color con el paso de los años y tendrá que ser sustituido si queremos admirar el color original del líquido.
Diferentes materiales y métricas para cada fabricante
Sobre los tipos de tubo, hay que hacer dos diferenciaciones claras. En primer lugar, cada fabricante usa compuestos diferentes para lograr o bien más transparencia, o bien mayor flexibilidad o bien mayor durabilidad.
En segundo lugar, al igual que ocurre con los tubos rígidos, existen una serie de medidas que tener en cuenta para elegir los racores a juego o viceversa.
Centrándonos en el primer caso, es realmente difícil elegir uno u otro tubo, ya que como decimos los materiales y sus proporciones cambian. Actualmente y por suerte no es como antaño, donde la elección del tubo tenía que ser hacia ciertos modelos ya consagrados.
En la actualidad cualquier gran fabricante enfoca los tubos hacia los tres factores clave y en cualquier caso no tendremos problemas, no habiendo demasiada diferencia actualmente entre marcas.
En cuanto a las métricas, es algo realmente complicado, puesto que, aunque hay medidas estándar, cada fabricante elige cual usar. Las más comunes son OD/ID (exterior e interior) 13/10 mm, 16/10 mm, 16/12 mm y 19/13 mm.
Tubos rígidos, los usados por los usuarios avanzados
En cuanto a tubería rígida, todo se complica un poco más. Principalmente porque el número de materiales es más alto y al tener que doblarse con pistola de calor para darles forma su composición es mucho más importante que en tubería blanda.
Dichos materiales se resumen en cuatro grandes apartados: PETG, acrílico, metal y vidrio.
PETG (Polyethylene terephthalate)
El PETG es un polímero que también es usado en el mundo de la impresión 3D. Su composición se basa en el famoso PET (Polyethylene terephthalate) al que se le ha unido un glicol, el cual variará dependiendo de la composición del tubo y sus proporciones (normalmente ciclohexano dimetanol (CHDM)).
Esto le permite una mayor flexibilidad y es más sencillo de darle forma con calor, pero al mismo tiempo sufre de un mal bien sabido: con temperaturas superiores a 40 grados en el agua que circule dentro de él, puede terminar por deformarse en sus extremos.
Este dato es importante de cara a calcular bien la temperatura que puede tener el líquido que circule por nuestro sistema en cuanto a radiadores y ventiladores se refiere para el hardware refrigerado.
Acrílicos
Sobre los tubos de acrílico, normalmente están fabricados en plexiglass, concretamente en PMMA (metacrilato), un tipo de PVC. Es el material más común junto con el PETG, pero a diferencia de este, es un poco más complicado de doblar y al mismo tiempo no adolece de los problemas de temperatura.
Metal
Los tubos de metal son los más complicados actualmente, ya que no ceden fácilmente al calor y se deben usar una serie de herramientas más específicas para darle forma. Actualmente su composición se basa en el latón y el cobre, donde luego podremos encontrar gran variedad de colores.
El cobre no requiere mayor explicación, puesto que es simplemente electrolítico, como el usado en los bloques de CPU o GPU, pero en cuanto al latón, hemos de decir que en todos los casos debe ser galvanizado, ya que gracias a esto se consigue un doble efecto: no producir corrosión galvánica y que el propio tubo disipe algo de calor del agua con el ambiente.
Vidrio
Por último, tenemos los tubos de vidrio, también mal llamados borosilicato, ya que en realidad lo correcto sería llamarlos vidrio de borosilicato. Es un tipo de vidrio al que se le añade óxido de silicio y boro, además de carbonato de sodio y calcio.
Esta mezcla en sus diferentes proporciones logra producir un vidrio de bajo coste, alta durabilidad y sobre todo muy transparente. Otro punto importante es su resistencia a los glicoles, ya que, aunque este tipo de líquidos en refrigeración líquida se va extinguiendo, aún hay fabricantes que apuestan por él.
El problema es que los glicoles agrietan el plexiglass, es decir, producen grietas a todos aquellos componentes que usen acrílico en su composición, lo cual es un peligro para el PC.
Para terminar, nos quedan conocer sus métricas. Aquí hay otro punto importante, puesto que dependiendo del material las dimensiones cambiarán, sobre todo las interiores. Esto es debido al propio material en sí mismo, ya que algunos necesitan una mayor pared de tubo para ser suficientemente rígido y no tener un gran declive de su forma al calentarlos.
Por lo tanto, lo realmente importante es la medida exterior del tubo, ya que esta será la que tenga que compaginarse con la de los racores. Así, tendremos métricas como 16/11 mm, 13/10 mm, 16/12 mm, 16/13 mm o 12/10 mm.
Como vemos, cada tipo de tubo va destinado a un tipo de sistema, mod o usuario, donde lógicamente su precio y dificultad de doblado variarán según el que elijamos, y en base a esto tendremos que decidir el tipo de racord que necesitamos.