Hay una creencia ampliamente extendida que dice que se debe quitar la batería al portátil si no lo vamos a utilizar durante largos periodos de tiempo (una semana o más), o incluso que cuando lo tenemos conectado a la corriente, también debemos quitarla para extender su vida útil. ¿Es esto un mito o una realidad? Vamos a descubrirlo.
Hay muchos usuarios, e incluso sitios web, que recomiendan quitar la batería al portátil cuando no lo vamos a usar durante un tiempo. También recomiendan quitar la batería si dejamos el portátil conectado a la toma de corriente para evitar que la batería esté siempre en el estado «cargando», lo cual termina reduciendo su vida útil. Pero, como os vamos a contar en seguida, eso era cierto con las baterías de antaño, y hoy en día no es necesario quitar la batería ni en un caso ni en otro.
Con un portátil moderno no quites la batería
Antaño las baterías eran de NiCd (níquel-cadmio), y todo el mundo recomendaba quitarla cuando no se usaba el portátil porque como los conectores de la batería estaban en contacto con el portátil, se producía un fenómeno de descarga que deterioraba su estado. De igual manera, estas baterías estaban siempre en un estado de carga mientras tuviéramos el portátil enchufado a la corriente, porque no disponían de chips específicos para controlar su estado y generaba un problema que, con el paso del tiempo y el desuso, dañaba los propios componentes hasta convertirlos en inservibles.
No obstante, esto ha cambiado en los portátiles –relativamente– modernos, y hablamos en realidad de equipos que incluso tienen más de ocho años. La clave fue la introducción de las baterías Li-ion (de iones de litio), las cuales ya no sufren ninguno de estos dos fenómenos, y especialmente en portátiles green que cuentan con chips especializados que, de manera inteligente, detectan el estado de la batería y si el portátil está conectado a la corriente, y cuando esta está al 100% de carga, actúan como un SAI y solo entran en funcionamiento cuando se quita el cable físicamente del puerto.
Esta tecnología no solo es capaz de detectar ese estado y obrar en consecuencia sino que se ve acompañada por herramientas del propio sistema operativo (Windows o macOS, incluso) que analizan el tipo de uso que llevan a cabo los usuarios a diario, aprende, genera rutinas y las aplica estimando los momentos en los que más demanda de energía va a necesitar e, incluso, detiene el proceso de recarga dejando un porcentaje sin llenar para evitar el efecto memoria de poner a cargar el ordenador antes de que se acabe toda la capacidad de la pila.
¿Cómo saber si tu portártil es green?
Se puede hacer una prueba muy sencilla para comprobar que tu equipo ya cuenta con un cortafuegos de herramientas para curar la salud de la batería, y es que si tienes un portátil con Windows 10 u 11, puedes hacer clic en el icono de la batería en la barra de inicio, abajo del todo, para comprobar una serie de datos importantes, y que te van a servir de pista sobre lo que queremos averigüar.
Si la batería está al 100% te aparecerá un mensaje diciendo que está totalmente cargada y que está funcionando en modo conectado (plugged in), indicándonos que no se está utilizando la batería, ni tampoco se está cargando siquiera porque ya está al máximo, lo que permite que la pila no se vaya degradando por el simple hecho de tener el cable conectado a todas horas, mañana, tarde y noche.
Pensad en lo siguiente: si aplicáramos este pensamiento de quitar la batería cuando no se utiliza a un SAI, tendríamos que estar desmontando su batería constantemente porque en realidad no estamos usándola salvo cuando se va la luz. Sin embargo, no es necesario y la batería no se degrada por ello, porque ya cuenta con sistemas que lo gestionan de manera automática e inteligente.
¿Dónde está la batería de mi portátil?
En este caso, con las baterías de los equipos green ocurre exactamente eso, que no es necesario andar desmontando la pila para quitarla y evitar daños ya que el propio sistema toma medidas a diario, cuando lo utilizamos, o cada más tiempo –cuando no– gracias a la propia tecnología de almacenamiento que se utiliza en la actualidad. Es más, una prueba evidente de que esas pilas no son como las de antaño la vais a encontrar en que ahora mismo es muy complicado encontrar un portátil cuya batería sea extraíble. En prácticamente todos los casos esta se monta en el interior, con el resto de componentes, y solo podemos acceder a ella tras desmontar varias piezas.
Esto es así por lo que antes os comentábamos de que en menos de una década los portátiles han dado un giro radical a la tecnología de almacenamiento de energía y a la propia estabilidad, salud y recursos de mantenimiento que tenemos en nuestra mano para no preocuparnos en exceso del buen, o mal, uso que vamos a hacer de ella. No solo para las tareas que llevas a cabo a diario, sino también para esos periodos de varias semanas o meses donde, por la razón que sea, ese ordenador no nos va a poder prestar servicio.
Así pues, podéis estar tranquilos: recordad que no necesitáis quitar la batería al portátil si es un modelo moderno y no se va a degradar por ello aunque es obvio que, con el paso del tiempo, irá perdiendo capacidad y llegará un momento en el que sea necesario reemplazarla porque no será capaz de ofrecernos una autonomía suficiente como para trabajar con tranquilidad.
Pero para que os quedéis tranquilos, esto no ocurrirá por un error en el mantenimiento que hayáis cometido por vuestra parte, sino por el propio ciclo de vida que este tipo de componentes suelen ofrecer a los usuarios y que, tarde o temprano, cae en picado y se hace necesario pasar por el servicio técnico para reemplazarla por otra en perfectas condiciones.
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