A pesar que el tamaño de los monitores de ordenador y de las televisiones cada vez se va haciendo más grande, hay usuarios que preferirían disponer de una pantalla todavía mayor. Para estos usuarios existe el proyector. Un dispositivo que permite tener pantallas imposiblemente grandes por un relativo poco dinero (menos de lo que costaría un monitor de ese tamaño, si lo hubiera). ¿Qué debemos saber para comprar un proyector con seguridad de acertar?
Qué tipos de tecnologías puede usar un proyector
Los proyectores modernos suelen usar dos tipos de tecnologías para su funcionamiento: LCD o DLP. Cualquiera de estas tecnologías tienen, como fuente de luz, una única bombilla. Aunque, cierto es que hay modelos de gama muy alta que reemplazan la bombilla por un láser.
LCD
La tecnología LCD de los proyectores consiste en que en su interior la luz se emite sobre un juego de espejos. Una vez se refleja, la luz pasa a través de tres pantallas LCD en las cuales se está proyectando las imágenes que se representan en el exterior del proyector.
Cada una de estas pantallas LCD solo permite pasar un color del haz de luz. Esto genera tres imágenes diferentes que luego convergen en un prisma, que es el que se encarga de combinarlas.
El proyector LCD suele tener una mejor definición de la imagen que se representa en el exterior. También representan mejor el color y suelen ser más eficientes, en términos de color. Por el contrario, suelen ser bastante más aparatosos que su contraparte que usa tecnología DLP, tener menor ratio de contraste. También suelen ser propensos a sufrir degradación de la calidad de la imagen y a la aparición de píxeles muertos.
DLP
Este tipo de proyector usa una tecnología bastante más moderna que el LCD. El proyector DLP usa un hilo óptico, en el que se montan millones de espejos de aluminio. Estos micro espejos pueden moverse, de manera que la fuente de luz incida en ellos o no. Este movimiento puede repetirse hasta 5.000 veces cada segundo.
Para componer la imagen, el proyector usa seis ruedas de color que filtran la luz en los colores básicos: rojo, verde y azul.
La gran ventaja que aportan los proyectores DLP frente a los anteriores LCD, es su tamaño más reducido (lo que redunda en su portabilidad), su alto nivel de contraste y su menor precio. Especialmente importante cuando buscamos modelos capaces de representar la resolución 4K.
Sin embargo, la principal desventaja de este tipo de proyectores es un efecto óptico denominado “de arcoíris”. Este efecto no es del propio proyector, si no de la percepción visual de algunos usuarios. Por tanto, hay usuarios a los que sí les afecta y a otros, no.
En qué fijarse a la hora de comprar un proyector
Presupuesto para un proyector
Hay que ser realistas. Un buen proyector puede costar bastante dinero. Así que, antes de empezar a mirar modelos de proyectores, lo mejor es que nos fijemos un límite de presupuesto y, a partir de él, realicemos nuestra elección, solo así acertaremos al comprar un proyector.
Brillo
El brillo en los proyectores se suele medir en lumens. Este suele situarse, habitualmente, entre los 2.000 y 3.000 lumens. Ahora bien, a los fabricantes les suele gustar exagerar un poco las cifras de brillo de sus modelos, así que es necesario tomar sus cifras con un poco de cuidado.
Por otro lado, los proyectores con mucho brillo suelen adolecer de exigir demasiado a sus lámparas. Ello hace que suelan durar menos tiempo de lo normal.
Precisión del color
La gran mayoría de proyectores suelen representar color de 10 bits. De hecho, los proyectores buenos suelen tener una precisión del color del 95% o más del estándar DCI-P3. Algunos pueden llegar hasta el 75% del estándar Rec.2020.
Montaje y sonoridad
Lo más deseable para un proyector es que esté montado en el techo. Pero ello implica una serie de problemas relativos a su alimentación y manejo. Así como el enrutado de los cables de alimentación e imagen. Por ello, muchos usuarios prefieren ponerlos sobre una mesa (a pesar que ello los expone a las vibraciones del entorno).
Por otro lado, tampoco podemos pasar de largo el hecho que los proyectores suelen ser bastante sonoros. Especialmente, cuando hablamos de proyectores con resolución 4K. Como norma, cuanto más caro es el proyector, más silencioso será en funcionamiento.
Resolución de la imagen
Aunque muchos proyectores afirmen que son capaces de proyectar la imagen en resolución 4K, la realidad luego dista bastante de lo que se anuncia. Este tipo de proyectores suelen ser modelos 1080p que emplean técnicas de imagen como el “Pixel Shifting”, que son capaces de incrementar la cantidad de píxeles que se proyectan. Con lo cual, aunque no sean realmente “resolución 4K”, sí dan una calidad de imagen similar.
Lo bueno de conseguir un proyector con resolución 1080p, es que la mayoría de ellos suelen incluir el estándar HDR10 entre sus características.
Ópticas
Los monitores se agrupan en dos categorías, dependiendo del tipo de óptica que usen:
- Tiro corto: son los indicados si el proyector lo vamos a colocar muy cerca de la pantalla, porque no tenemos mucho espacio. Este tipo de proyector se usa hasta distancias de 1,5 metros desde la pantalla.
- Tiro largo: para el resto de proyectores, cuando la distancia hasta la pantalla no es un problema. En este caso, también deberemos de considerar el nivel de zoom que admite la óptica del proyector.
En otro orden de cosas, también es importante que el monitor permita corregir la geometría de la imagen. Esto se debe a que, cuando colocamos la unidad más arriba o más abajo del centro de la pantalla, esta se deforma y da lugar a una imagen trapezoidal. Un buen proyector puede corregir este efecto óptico modificando la posición de su lente.
Entradas de vídeo, importante a la hora de comprar un proyector
A no ser que compréis un proyector muy barato y/o muy antiguo, la gran mayoría de ellos suelen contar con una entrada HDMI y una entrada VGA. Algunos de ellos sí llevan varias entradas HDMI para conectar varias fuentes de imagen de manera simultánea. Por tanto, si lo que queréis es ver películas de vuestro ordenador, conectar vuestra consola, etc, sí sería recomendable que vuestro proyector tuviera varias entradas de señal de vídeo. A no ser que queráis tener que estar cambiando cada vez el cable HDMI de dispositivo, claro.
¿Quién debería de comprar un proyector?
Hoy en día podemos encontrar proyectores a la venta en un rango de precios amplísimo: desde los 60 euros de los modelos más básicos, hasta los más de 5.000 euros que pueden llegar a costar los modelos más completos. Generalmente, los modelos más baratos suelen tener resolución de 720p, aunque algunos la reescalan a 1080p.
Es por ello que, al principio, os comentamos que tuvierais el presupuesto que os podíais gastar siempre muy presente. Y, dentro de ese presupuesto, intentéis que vuestro proyector cubra vuestras máximas necesidades.
Los proyectores son muy útiles tanto para salas de reuniones, como para tener una experiencia de Home Cinema en nuestro cuarto de estar. Esa versatilidad hace que sean muchos los usuarios que los eligen como principal medio para ver películas, series, deportes o para jugar a juegos (de ordenador o consola). Eso sí, tened siempre muy presente el tipo de óptica que posee el futuro proyector y la distancia a la que va a estar separado de la pantalla.
Solo así estaremos seguros de que acertaremos a la hora de comprar un proyector que se ajuste a nuestras necesidades.