Todos sabemos que el disipador para el procesador es uno de los elementos más importantes del equipo, pues mantener el procesador a buena temperatura no solo alarga su vida útil, sino que evita pérdidas de rendimiento (por thermal throttling) y, por supuesto, colabora a un funcionamiento más silencioso del equipo. A continuación te vamos a dar una serie de consejos que te ayudarán a escoger el disipador más adecuado para tu procesador.
Si estás leyendo esto, seguramente ya tengas algunos modelos de disipador en mente y estás dudando en cuál comprar. En esta guía no vamos a hablaros de modelos concretos de disipador, sino que vamos a daros unas directrices para que podáis estar seguros de que compráis el adecuado independientemente de tu presupuesto, si tienes un sistema Intel o AMD o del tipo de caja que utilices. En este artículo lo que vamos a contarte es en qué debes basar tu decisión, ni más ni menos.
Olvídate de los disipadores de stock de Intel y AMD
Tanto Intel como AMD venden disipadores junto con sus procesadores. Aunque los últimos modelos de AMD son bastante decentes, al final todos resultan ser insuficientes porque en cuanto le exigimos un poco de más al procesador, éste funciona a una temperatura preocupante y, de hecho, peligrosa y que en muchos casos llega a hacer que salte el sistema de protección contra sobre temperatura del propio procesador.
En el caso de Intel es todavía más grave, puesto que en cuanto ejecutamos un juego o ponemos el procesador a trabajar, el disipador pone su ventilador al máximo, haciendo un ruido insoportable, y además mantiene al procesador a una temperatura por encima de los límites aconsejables, pudiendo producir daños a la larga. Dicho de otra manera: olvídate de utilizar el disipador que viene con el procesador, sea cual sea, si pretendes tener un sistema que te dure mucho tiempo y que no se convierta a la mínima en toda una turbina de avión por el ruido que emite.
¿Realmente necesitas un kit AIO de refrigeración líquida?
Los kits AIO de refrigeración líquida llevan unos cuantos años copando el mercado, y cada vez hay más modelos disponibles. Son muy llamativos porque son fáciles de instalar, tiene una muy buena estética dejando el interior del equipo limpio y visible, y entregan un buen rendimiento. No obstante, puede que no sean el tipo de disipador que necesitas para tu PC.
Sin embargo, también tienen su parte mala, y es que para empezar son bastante más caros que los disipadores por aire. Además, con el tiempo, la bomba frecuentemente comienza a hacer ruido, y el tener que desmontarlo para limpiarlo es más laborioso que hacerlo con un disipador por aire. Por si esto fuera poco, al final con el tiempo y con el calor, las gomas terminan arqueándose. En otras palabras, tienen fecha de caducidad.
Por el contrario, un disipador por aire puede estar funcionando durante años entregando siempre su máximo rendimiento sin problemas. Y si empieza a hacer mucho ruido, le cambias los ventiladores y listo.
Cuidado con el tamaño del disipador
Los disipadores, especialmente los que son por aire y más los de gama alta, suelen tener tamaños considerables, llegando en algunos casos a levantar hasta 165 mm desde el socket. Por este motivo hay que tener cuidado con la altura máxima con respecto a lo que soporta la caja, pero también hay que tener cuidado si tienes memorias RAM de mucha altura, la altura de chipset de la placa base, etc.
En definitiva, hay que tener cuidado con el tamaño del disipador, y no debemos ir a por el más grande que veamos, sino que tenemos que comprobar la compatibilidad. Lo mismo sucede con las refrigeraciones líquidas, puesto que aunque nuestra caja soporte, por ejemplo, radiadores de 240 mm, quizás el depósito del mismo es más largo y no quepa en la caja.
Comprueba que tienes conectores de ventilador suficientes
A poco que tu caja ya tenga un ventilador trasero y uno delantero, ya tendrás dos conectores de ventilador de la placa ocupados, y muchas placas, especialmente las des de gama media o baja, o las de de formato mini ITX o micro ATX, tienen muy pocos conectores de ventilador. Hay modelos que, incluso, tan solo cuentan con un conector PWM de 4 pines CPU_Fan y un conector de 3 pines SYS_FAN, de manera que solo podremos instalar un ventilador de caja y otro en el disipador.
Así pues, si pretendes comprar por ejemplo un disipador de doble torre y dos ventiladores, asegúrate de que tienes conectores suficientes en la placa base para conectar ambos ventiladores o, en todo caso, que se incluye un duplicador junto con el disipador (como en los Noctua).
Hoy en día hay muchas otras soluciones, como los controladores de ventiladores integrados en la caja, o sistemas como el Corsair Commander que permiten ampliar mucho el número de ventiladores del sistema sin tener en cuenta los conectores de la placa base. Pero hay que tenerlo en cuenta, no sea que compres el disipador y luego te lleves la sorpresa.
Hay un disipador para cada TDP de procesador
No todos los disipadores son iguales, de la misma manera que no todos los procesadores tienen el mismo TDP. Hay, de hecho, disipadores que se pueden comprar en tiendas que no mejoran mucho el rendimiento de los disipadores de stock de Intel y AMD. Es aconsejable comprobar el TDP del procesador y el que es capaz de disipar el disipador.
Aquí, nosotros siempre aplicamos una regla: multiplícalo por dos. En otras palabras, si tienes un procesador de 95W de TDP, que el disipador sea capaz de refrigerar 190W de calor como poco. Así nos aseguraremos que incluso cuando le estemos exigiendo el máximo al procesador, el disipador no pasará apuros para mantener una buena temperatura.
Como conclusión final, simplemente compra el disipador que más te guste y que mejor se adecue a tu presupuesto, pero intenta tener esta guía presente para no equivocarte y asegurarte de que compras la mejor opción para tu procesador.