Uno de los títulos que sin duda va a marcar la diferencia este invierno es sin duda Call of Duty: Black Ops – Cold War, y es que el juego está cosechando grandes críticas por su campaña y multijugador. Pero para moverlo en PC los requisitos son bastante grandes, así que es interesante comprobar que hardware necesitamos y cuánto nos va a costar jugarlo decentemente y a altas tasas de FPS con y sin Ray Tracing.
El juego en sí mismo es un espectáculo visual, pero para disfrutarlo en nuestro PC necesitaremos dos configuraciones mínimas muy concretas especificadas por el mismo desarrollador. Ambas son bastante diversas e implican un gasto bastante dispar, así que vamos a conocerlas.
Requisitos recomendados de Call of Duty: Black Ops – Cold War para altas tasas de FPS y Ray Tracing
Vista la tabla, vamos a ver exactamente que hardware podemos comprar que sea similar en potencia y a qué precio para cada configuración, ya que los precios o modelos de procesadores y tarjetas gráficas no están muy actualizados a los tiempos que corren porque se basan en configuraciones mínimas para jugar.
PC para Cold War y altas tasas de FPS
Intel Core i5-10400F o AMD Ryzen 5 5600X
Ambas CPU son sus máximos exponentes dentro de la calidad/precio en sus respectivas gamas. Hablamos de dos CPU de seis núcleos y doce hilos sin IGPU que son capaces de alcanzar los 4,3 GHz y 4,6 GHz respectivamente, donde también comparten TDP de 65 vatios.
El problema que tenemos a continuación es precisamente las placas base, ya que en Intel solo tendremos disponibles modelos con el chipset más alto de gama, el Z490, mientras que AMD tiene una serie de chipsets como el B550 que cumplirán perfectamente con todo lo que necesitemos, lo cual marcará una diferencia en precio o gama que puede decantar la balanza hacia el lado de AMD.
Memoria RAM, no hay duda, 3600 MHz es la opción más recomendada
Mucha gente intenta instalar u overclockear sus módulos por encima de estas velocidades pensando que lo único que importa es precisamente los módulos de RAM, pero la verdad es que el IMC es igual o más importante aquí.
El voltaje del mismo en ambos procesadores se dispara pasados los 3800 MHz, donde hay que configurarlo y afinar a mano, una tarea que requiere conocimientos y tiempo, bastante tiempo, ya que intervienen varios voltajes y como en cualquier overclock hay que estar seguro de lo que se hace.
Por ello, la opción más recomendada «Plug & Play» es instalar dos módulos de 8 GB a una velocidad de 3600 MHz con unas latencias que podrían ir desde los CAS18 hasta 16, teniendo en cuenta que a más bajo sea el timing más sufrirá el IMC y no todos son buenos para aguantar cargas, así que mejor optar por compatibilidad si no sabemos tocar parámetros en BIOS o probar estabilidad.
Posiblemente la mejor opción aquí son los Corsair Vengeance LPX 2 x 8 GB DDR4 3600 MHz CAS18, baratos, de perfil bajo, disipador de aluminio y altamente compatibles con casi cualquier placa base del mercado.
Tarjeta gráfica, solo dos opciones para alcanzar los FPS suficientes
Aquí solo tenemos dos opciones disponibles según la propia desarrolladora del juego: NVIDIA RTX 3070 o AMD RX 6800. La falta de disponibilidad de más modelos de AMD como la supuesta RX 6700 nos dejan un catálogo complicado y reducido.
Además, el nulo stock de ambos modelos al momento de la redacción hace que la elección se decante más por el modelo a elegir en stock que por realmente rendimiento, aunque la GPU de AMD es algo más rápida y tiene el doble de VRAM, lo cual siempre se agradece, aunque cuesta un poco más.
Actualmente recomendar algún modelo en concreto es perder el tiempo, porque los precios están disparados para las pocas unidades que hay en stock.
SSD, al menos 500 GB para suplir el sistema operativo y los 175 GB del juego
El problema de este juego, como ya pasó con su predecesor, es que el juego en sí mismo ocupa la friolera de 175 GB, una cifra que nos obliga junto a lo que ocupa el SO y los programas que incluyamos a irnos a una capacidad mínima y con garantías de al menos 500 GB.
De momento y hasta que no entre en escena Microsoft DirectStorage la diferencia entre un SSD SATA y un M.2 NVMe es realmente despreciable para la tasa de FPS que conseguiremos. Por ello nuestras dos opciones van a ser un Crucial BX500 de 480 GB como primera opción, y para los presupuestos más ajustados el Kingston A400 de 480 GB.
PC para jugar con Ray Tracing a Cold War
La elección de CPU se complica
Nos recomiendan un i9-9900K o un Ryzen 7 3700X, pero el problema es que han sido sustituidos por sus respectivos procesadores más rápidos de nueva hornada. Aquí entra bastante en juego el factor precio, ya que si encontramos alguna oferta puntual por alguno de ellos puede ser interesante escogerlos, pero la realidad es que por norma un i5-10600K será más rápido que el i9 aun con dos núcleos menos.
En cambio, en el lado de AMD no compensa escoger el 3700X porque ya está el 5600X que es bastante más rápido en gaming. ¿El problema de estas dos CPUs? Pues que no hay stock disponible, así que las unidades que están a la venta tienen unos precios disparatados, por lo que tendremos que esperar a que repongan stock.
En el apartado de GPU solo hay tres opciones y una no trabaja con Ray Tracing en Cold War
Si queremos Ray Tracing tendremos que arrascarnos el bolsillo, ya que solo hay tres modelos de GPU disponibles en el mercado y además sin stock: RTX 3080, RTX 3090 y RX 6800 XT.
Por lo tanto y dada que la situación es similar a lo expuesto más arriba, recomendar modelos que actualmente están disparados de precio es un sin sentido, habrá que esperar a que la situación se normalice, pero en cualquier caso y a falta de la RX 6900 XT por salir, estas serán las GPUs que debemos tener en cuenta, el AIB a elegir es cuestión de precio y gustos.
Además, hay que tener en cuenta que actualmente el juego solo soporta Ray Tracing en GPUs NVIDIA, por lo que comprar AMD puede ser una apuesta de futuro, donde no está claro que reciba soporte oficial.
El SSD será complicado en cuanto a elección por su tamaño
Aquí al subir los requisitos por el paquete de texturas extra, podremos optar por los 500 GB arriba descritos o por SSD de 1 TB para curarnos en salud y jugar a más de un juego sin problemas de capacidad.
Aquí destacan dos SSD más que conocidos y recomendados: el Crucial BX500 y el SanDisk SSD Plus SATA III, ambos a un precio que supera por poco los 100 euros y que nos brindarán un rendimiento más que bueno y suficiente para cualquier juego, incluido este COD: Black Ops – Cold War.