En el ecosistema de PC, el poder cambiar la memoria RAM del sistema es tan sencillo como quitar unos módulos e instalar otros siempre y cuando sean compatibles con la plataforma, pero sin embargo en las tarjetas gráficas la VRAM no es modular y viene siempre soldada. ¿Sería posible crear tarjetas gráficas con memoria intercambiable del mismo modo que lo tenemos en las placas base y CPU?
Las tarjetas gráficas que podemos comprar en el mercado vienen con una cantidad de VRAM determinada fija, ya que viene soldada en el PCB de la propia gráfica. Este hecho impide que podamos escoger la cantidad y la velocidad de le memoria dedicada para la GPU, al contrario de para el procesador, donde como bien sabéis tenemos una serie de zócalos en la placa base en los que podremos instalar una amplia variedad de memoria RAM en cuanto a capacidades y velocidades.
La VRAM de tu GPU puede ser modular… pero no lo será
Realmente sería ideal, ¿verdad? Compras una tarjeta gráfica que viene solo con la GPU, VRM, disipador y demás pero que cuente con algunos zócalos para instalar memoria VRAM de la misma manera a como las placas base tienen zócalos de RAM para el procesador. Esto abarataría bastante el coste de las tarjetas gráficas y nos daría a los usuarios una mayor versatilidad a la hora de elegir tanto la capacidad como la velocidad de la memoria gráfica dedicada… sin embargo, que los fabricantes no lo permitan tiene sus motivos.
Tanto las placas base como las propias tarjetas gráficas tienen un límite máximo de memoria que pueden soportar, así que en teoría el tener VRAM modular podría ser factible hasta cierto punto. Esto lo hemos visto en algunas gráficas que estaban disponibles con diferentes cantidades de memoria, como por ejemplo las Radeon RX 480 que podíamos comprar tanto en versiones de 4 como de 8 GB, ya que el controlador de memoria de esta GPU estaba configurado para admitir 8 GB de VRAM como máximo. Las placas base más comunes pueden admitir configuraciones de hasta 256 GB en los modelos tope de gama, si bien 64/128 GB es lo más habitual.
Ahora bien, podríamos pensar que la razón por la que no tenemos tarjetas gráficas con VRAM modular es meramente económica, pero la cosa va bastante más allá. Si bien técnicamente sería posible el hacerlo, requeriría un proceso de fabricación bastante más complejo del que hay ahora mismo ya que no sería cuestión únicamente de implementar los zócalos donde instalar la memoria y los propios módulos de memoria, sino que también habría que meterle importantes modificaciones al controlador de memoria y a la propia GPU, ya que está diseñada para funcionar exactamente con la cantidad y velocidad de VRAM que tienen de fábrica.
Obviamente, un cambio de esta envergadura tendría un impacto económico bastante grande en los fabricantes, y para que éstos llegaran a hacerlo tendrían que ver un beneficio potencial económicamente hablando, algo que podría suceder gracias a la venta de módulos de VRAM pero obviamente a muy largo plazo, así que como podréis entender es un ámbito en el que no están precisamente invirtiendo recursos ya que a todas luces es algo que les costará mucho dinero inicialmente para no verlo recuperado hasta dentro de mucho tiempo, y eso si lo recuperan.
Para las empresas este riesgo no merece la pena; tanto AMD como NVIDIA quieren que los usuarios recompremos la mayor parte de su tecnología, y esa esa la razón por ejemplo por la que Intel integró su northbridge en el procesador. Se salen con la suya desde el punto de vista antimonopolio porque pueden justificar esto con mayores anchos de banda y rendimiento, pero los fabricantes siempre prefieren y preferirán vendernos un «paquete de GPU» que incluye placa, memoria, GPU, refrigeración, etc.
Aun así, ¿sería viable esta tecnología?
Si bien la implementación de la VRAM modular costaría bastante dinero, técnicamente sí que es algo viable y prueba de ello es que en el ámbito de los procesadores llevamos ya muchos años funcionando así. Obviamente habría que modificar sustancialmente el controlador de memoria y la propia GPU para admitir diferentes velocidades y capacidades de VRAM en lugar de estar optimizadas para funcionar solo con las cantidades y velocidades con las que vienen de fábrica, pero por poder, se puede.
Hacer algo así, eso sí, podría tener cierto impacto en el rendimiento. Que una GPU trabaje y esté optimizada para una cantidad y velocidad de RAM determinadas hace que los fabricantes puedan centrarse en el funcionamiento con estos parámetros específicos, optimizando su rendimiento; por el contrario, si fueran parámetros variables, podríamos estar hablando en otros términos con mayor versatilidad de cara al usuario, pero con un rendimiento variable que podría ser sustancialmente inferior a lo que ofrecen integrando la VRAM directamente.