OMRON es uno de los fabricantes de interruptores para ratón y teclado más reconocidos, hasta el punto de que cuando un fabricante da las especificaciones de su producto suele especificarlo porque es un indicativo de buena calidad. En este artículo vamos a dar un paseo por las fábricas que OMRON tiene en Japón para ver cómo se fabrican estos interruptores mecánicos, y qué procesos de calidad pasan para estar tan bien considerados.
Probablemente este fabricante te suene porque todos los fabricantes de ratones gaming utilizan sus interruptores para los botones de éstos, pero por si no lo sabías, también fabricante interruptores para teclados mecánicos que seguramente conozcas pero no sabías que eran de este fabricante. Nos referimos a los interruptores mecánicos ROMER-G que Logitech utiliza en sus teclados gaming, unos interruptores de alto rendimiento que poco o nada tienen que envidiar a los Cherry MX y que cuentan con el sello de calidad de un fabricante como es OMRON.
De igual manera, también fabrican mecanismos como volantes, palancas de cambios y pedales para simuladores de conducción, los joysticks de simuladores de vuelo y un amplio elenco de productos más, incluyendo muchos destinados a vehículos, joysticks arcade e incluso botones de impresoras.
El proceso de fabricación
Antes de nada debemos saber que, para el caso de los teclados, el fabricante tiene dos tipos de interruptores: los B3K, de tamaño normal y parecidos a los Cherry MX, y los B3KL (la L es de Low Profile), una miniaturización de estos interruptores que en lugar de tener un muelle, tienen un mecanismo de mariposa.
Estos interruptores B3KL se utilizan en portátiles gaming como por ejemplo los de AORUS, y tienen un feedback táctil y sonido «clicky» para emular los teclados mecánicos convencionales. Estas teclas tienen 6 mm de altura, con 2.5 mm de recorrido y 1.6 mm de punto de actuación, con 55 gramos de fuerza necesaria para ello.
Estos interruptores están compuestos por varias piezas: base de plástico, lupa óptica, contactos de cobre, mecanismo de mariposa, muelle, deslizador y el botón, con una estructura concéntrica que permite evitar la sombra que crea el muelle en la iluminación.
¿Una lupa óptica? Así es. En OMRON se dieron cuenta de que con estos interruptores se tapaba la iluminación de cada tecla y no se veía bien, así que lo que hicieron fue insertar una especie de lupa para redirigir la luz hacia donde tiene que ir, siendo así capaces de crear una iluminación más fuerte y estable.
Diseñar estos interruptores le llevó a OMRON 3 años, y actualmente solo los portátiles gaming de AORUS los incorporan pero Cooler Master ya está trabajando también para vender teclados low profile con estos interruptores. Por supuesto, muchos más fabricantes están ya interesados en ellos así que pronto los veremos con muchos más modelos de teclado, y no solo para portátil sino también en teclados gaming USB para PC.
Los procesos de calidad de OMRON
Una vez fabricado y ensamblado cada interruptor, pasa por el departamento de calidad donde se los somete a una prueba de estrés de 15 días haciendo aproximadamente un millón de pulsaciones al día, para comprobar que funcionan perfectamente. Evidentemente estos interruptores no son los que luego nos llegan (no van a venderte un interruptor que ya tiene 15 millones de pulsaciones, obviamente), simplemente cogen unos pocos de cada lote de fabricación para determinar si el lote es bueno.
Además de esta prueba de funcionamiento, dado que los interruptores están garantizados para funcionar prefectamente en condiciones de -40ºC hasta +70ºC de temperatura, también los ponen a prueba en estas duras circunstancias. Para ello, los meten en unas cámaras especiales durante 96 horas, sometiéndolos a frío y calor extremos (así como una gran humedad) mientras los prueban y comprobando que no han sufrido ningún percance.
Si alguno de los interruptores sufre un problema automáticamente descartan todo el lote de fabricación asumiendo que todos estarán en las mismas condiciones, y comienzan a investigar (en plan CSI) qué ha pasado, por qué ha dado problemas y cómo pueden solucionarlo. Esta potencial solución a los problemas encontrados comienza directamente en la fase de diseño, es decir, que no se les caen los anillos si tienen que rediseñar un interruptor para que cumpla con sus estrictos estándares de calidad.
Además de todo esto, a un lote de interruptores «buenos» que han pasado todas las pruebas sin problemas los analizan bajo una máquina de Rayos X para poder determinar si ha habido desgaste, si alguna pieza es propensa a fallar y, en definitiva, para garantizar que a pesar de que ese interruptor haya pasado ya por 15 millones de pulsaciones y que haya estado sometido a condiciones extremas de temperatura y humedad pueda seguir funcionando durante mucho más tiempo.
Por cierto, un dato curioso es que todo el proceso de diseño y calidad se realiza en las oficinas de Japón de la empresa, pero la producción como con casi todos los productos de hardware, se realiza en China. Por este motivo puede que compres un producto de la marca y veas que es Made in China, pero no te preocupes porque ha pasado por los mismos procesos de calidad que te estamos mostrando aquí.
OMRON tiene capacidad para producir unos 2.000 interruptores por hora, 24 horas al día y 20 días al mes, lo que supone alrededor de un millón de interruptores fabricados al mes, si bien es cierto que no todos estos interruptores terminan instalados en un teclado comercial.
Por desgracia no podemos enseñaros cómo los fabrican porque ellos mismos quieren proteger su propiedad intelectual como es obvio, aunque vistos los sistemas de calidad que aplican durante y después de todo el proceso de fabricación, realmente no nos extraña la buena fama que tienen.