DAC externo vs control por software, ¿qué proporciona mejor calidad de sonido?
Si alguna vez te has planteado el comprar un DAC externo para mejorar la calidad de sonido en tu equipo, seguramente te habrás parado a pensar si merece o no la pena y cuánto va a mejorar la calidad. A continuación te contamos qué puede aportar un DAC externo en tu equipo, y si merece la pena comprarlo o utilizar un software de control en su lugar.
Seguramente muchas veces hayas escuchado, relativo a dispositivos de sonido, que un producto incorpora su propio DAC para mejorar la calidad o para amplificar el audio. En todo caso, vamos a empezar por el principio, explicándote qué es y para qué sirve uno de estos dispositivos (luego ya si es interno o externo es indiferente).
¿Qué es un DAC y para qué sirve?
Un DAC es un conversor de digital a analógico (digital-to-analog converter, de ahí las siglas), y lo creas o no, lo llevas utilizando muchísimos años aunque ni lo sepas. Y es que como te vamos a contar ahora, y en la época moderna en la que vivimos, todo el audio es digital y sin un DAC no se podría convertir a una señal analógica que es la que escuchamos en unos auriculares o altavoces.
Los DAC toman las señales digitales que tenemos en formato MP3, WAV, en un CD o en cualquier otro medio digital y transforman la señal digital en audio analógico, que es justamente lo que escuchamos por los altavoces o auriculares. Tras leer esto, comprenderás por qué decimos que lo has usado desde hace mucho, porque cualquier reproductor de audio necesita un DAC para que el sonido se emita en altavoces o auriculares, use la salida de audio que use.
Lógicamente, dado que todos los dispositivos de audio necesitan un conversor de digital a analógico, todos tienen que tener uno integrado. Lo que sucede aquí es que, por ejemplo, aunque tu smartphone tiene un DAC, es uno muy básico que es capaz de producir sonido «decente» para mantener una conversación o escuchar música, pero no es óptimo para obtener la mejor calidad de sonido.
¿Es necesario tener un DAC externo dedicado?
Hace 50 años, cuando todo era analógico, no eran necesarios. Los micrófonos de los estudios de grabación capturaban y almacenaban el audio como señales analógicas y se reproducían tal cual, por lo que no había una conversión digital de por medio. A día de hoy ya no queda prácticamente nada de audio analógico, y en cuanto se graba se convierte a digital pero luego tiene que volver a convertirlo a analógico para poder reproducirlo, por lo que el tener un DAC, sea externo, interno o mediante software, es algo necesario.
Lo que no es necesario es tener un DAC externo dedicado, por supuesto, ya que como decíamos todos los dispositivos lo incorporan. La mayor diferencia es que los que integran los dispositivos de consumo suelen ser con la calidad «justa», y solo los modelos de gama alta (tarjetas de sonido, smartphones, etc.) tienen unos DAC de buena calidad que nos garantizan la mejor calidad de sonido.
Por lo tanto, no es que el tener un DAC externo dedicado sea algo necesario, pero sí que puede ser recomendable especialmente si tienes equipos de reproducción de audio de gama alta y pretendes tener la mejor calidad de sonido posible.
Entonces, ¿es algo recomendable?
El tener uno de estos aparatos dedicados nos va a proporcionar un mayor control que si utilizamos el que viene por defecto en el dispositivo, y no hablemos de su software de control, qué duda cabe. Lo que sucede es que, en el caso de los PCs, la mayoría de placas base de gama media ya tienen tarjetas de sonido más que decentes para un uso doméstico y el usar un DAC dedicado solo sería recomendable para audiófilos que tengan también unos auriculares o equipo de sonido de nivel profesional. Para la mayoría de usuarios, con lo que viene por defecto tendrán más que de sobra.
Ya si tienes un equipo de sonido profesional, o si vas a utilizar la máquina para producir audio (incluso streamers profesionales), entonces sí que querrás ya no solo tener la mejor calidad de audio posible, sino también un mayor control sobre éste, y es en este caso en el que sí que es recomendable el tener un DAC externo dedicado para estos menesteres.
Por otro lado, también es recomendable para ampliar las opciones de conexión, ya que los equipos multimedia por lo general tan solo cuentan con salidas minijack y, como mucho, S/PDIF (óptico), y quizá tengamos un sistema de sonido que necesite conector XLR, RCA o jack de tamaño completo, o puede que tengamos un sistema de sonido 7.1 real y la tarjeta de sonido del PC tan solo tenga para altavoces estéreo. En estos casos, también necesitaríamos un DAC externo dedicado para ampliar la conectividad del equipo.
Finalmente, los DAC externos y más los USB suelen añadir un amplificador para auriculares, y éste puede ser otro motivo por el que queramos hacernos con uno, especialmente si tenemos unos auriculares analógicos de buena calidad.
Uno de los mejores DAC externos que tenemos en el mercado de consumidor (no profesional) es el Sound BlasterX G6, que se puede comprar en cualquier tienda online de electrónica por un precio bastante ajustado teniendo en cuenta las especificaciones técnicas que tiene y la calidad de audio que es capaz de generar.
No obstante, tienes un enorme elenco donde poder elegir, así que si quieres mejorar la calidad del sonido que escuchas tienes un amplio catálogo donde seguro que encontrarás un DAC que se ajuste a tu presupuesto y a tus necesidades, si bien es cierto que debes saber que si quieres irte a aparatos profesionales es probable que te encuentres en la tesitura de que cuestan hasta varios miles de euros. Pero por haber, los hay también a partir de 20 euros que pueden generar una calidad de audio bastante decente, todo depende de lo que te puedas o quieras gastar y de lo que aspires a tener.