Como todos los dispositivos inalámbricos, un ratón wireless también llevan batería y, con el paso del tiempo, ésta va durando cada vez menos hasta que llega un momento en el que tenemos que tener el ratón siempre enchufado para poder utilizarlo de continuo, perdiendo así su facultad inalámbrica. Por suerte, todavía hay algunas cosas que puedes hacer para intentar «revivir» esa batería.
Antes de nada, hay que decir que el método del que os vamos a hablar a continuación no es infalible, ni tampoco va a hacer que la batería vuelva a estar como el primer día. Sin embargo, sí que puede ayudaros a hacer que una batería que no funcionaba vuelva a la vida, o un ratón cuya batería duraba tan solo unos minutos pueda ver extendido su periodo de uso a algunas horas.
En todo caso, por supuesto también depende de la capacidad de la batería, pues no es lo mismo intentar recuperar una batería de bajo rendimiento a una de un ratón gaming con una autonomía de muchas horas. Dicho esto, vamos allá.
El método de congelar la batería también vale para el ratón
Las baterías de los ratones inalámbricos son en su mayoría de Li-ion (iones de litio), por lo que la técnica que se usa en algunas baterías de portátil de congelarla no funcionará. Sin embargo, también hay ratones que usan baterías de níquel-metal hidruro (NiMH) o de níquel-cadmio (NiCd), y en este caso es el mejor método que puedes utilizar.
Lamentablemente esta es una información que no podrás saber sin «destripar» el ratón y sacarle la batería (aunque lo ideal es hacerlo), e incluso haciéndolo muchas baterías de ratón ni tan siquiera tienen una etiqueta que te diga de qué tipo son. No obstante, podemos congelar el dispositivo completamente y no va a sufrir ningún daño, así que es el primer método para intentar revivir su batería: congelar el ratón.
El primer paso es lógicamente apagarlo, y es imperativo meterlo en una bolsa de tela o recubrirlo completamente con un paño seco (vale uno de microfibra normal), con el objetivo de que el paño absorba cualquier tipo de humedad para que no se dañe el ratón. Ahora, con el ratón dentro del paño, debemos meterlo en una bolsa tipo Ziploc para sellarla (y esto es importante para evitar que se dañe).
Hecho esto, podemos meterlo en el congelador durante unas 12 horas para que se congele del todo, y pasado ese tiempo, debemos sacarlo del congelador y de su envoltorio y dejar que se descongele al aire, de manera natural.
Si tras hacer esto la batería sigue en las mismas condiciones que antes es probable que sea de Li-ion, y por lo tanto no tendrás más remedio que abrir el ratón, sacarle la batería y buscar una igual para reemplazarla.