Thermaltake es una compañía californiana del sector informático, especializada en la investigación y desarrollo de dispositivos de refrigeración para equipos informáticos. El mercado inicial de la compañía estaba limitada principalmente a entusiastas del hardware informático, deseosos de overclokear la CPU de sus equipos. Con el paso del tiempo, han crecido tanto el grupo de usuarios a los que provee la empresa como el rango de productos de la misma. Hoy lo que os presentamos es el análisis de una de sus cajas orientada a un público que busca una caja de formato mATX con características de gama alta y una cuidada estética: La Thermaltake Urban SD1.
A pesar de ser una caja de factor de forma pequeño, esta Urban SD1 puede albergar componentes de gama alta sin el menor problema, y de hecho prácticamente el único requisito que tiene es que la placa base sea de formato micro ATX (o mini ITX). Se pueden instalar fuentes de alimentación ATX estándar sin límite de longitud, tarjetas gráficas de hasta 350 mm de longitud y eso sí, el disipador para el procesador no puede exceder los 9 centímetros de altura, aunque la caja es compatible con radiadores de 120mm también que podrían paliar fácilmente este pequeño inconveniente.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Como vemos, se trata de una caja de dimensiones reducidas pero un poco alargada (de hecho el fondo es casi el doble que el alto), y a pesar de ello pesa casi 6 Kg dado que está fabricada con acero SECC y aluminio principalmente. De serie cuenta con un ventilador frontal de 90 mm y dos traseros de 60 mm, que a pesar de su pequeño tamaño solo giran a 1500 rpm por lo que emiten 18 dBA nada más.
ANÁLISIS EXTERNO.
La Thermaltake Urban SD1 viene embalada en una caja de cartón duro con un asa de plástico para facilitar su transporte. Predominan los colores negros y naranjas típicos de la marca, pero podemos ver en las dos caras principales una foto a tres cuartos de la caja, mientras que las características técnicas quedan en un lateral.
Como accesorios, encontramos un completo manual de instrucciones y una caja de cartón neutro que contiene el bracket de acero en el que podremos instalar un ventilador de 120 ó 140 mm y una unidad de 2.5 pulgadas. Este bracket, como veremos más adelante, podemos utilizarlo para sustituir al que viene preinstalado en la caja. Además, como es normal se incluye toda la tornillería necesaria clasificada en bolsas de plástico, amén de unas cuantas bridas reutilizables de diferentes tamaños.
Sacamos la Urban SD1 de la caja y nos encontramos un aparato totalmente negro con un aspecto muy elegante. En la parte frontal tiene una puerta con el frontal de aluminio cepillado, tras la cual hay una rejilla de ventilación, dos unidades de 5.25 pulgadas y una más de 2.5 pulgadas, por si queremos instalar una disquetera o lector de tarjetas. Hay que decir que los embellecedores de estas bahías son de plástico y no tienen rejilla para facilitar la refrigeración del interior, aunque eso sí, se pueden poner y quitar cómodamente con las manos desde fuera. En el panel frontal tenemos dos puertos USB 3.0 y dos minijacks de audio.
Ambos laterales son exactamente iguales, y en ellos predomina una rejilla que va de lado a lado y que cubre toda la mitad inferior de éstos.
Vamos con la parte trasera. En la zona inferior encontramos el hueco para el escudo I/O de la placa base, y a su derecha los cuatro slots de expansión PCI perforados. Encima del escudo I/O tenemos los dos ventiladores de 60 mm, y encima de éstos el hueco para la fuente de alimentación de tamaño ATX estándar. A la derecha de este hueco tenemos otra rejilla de ventilación más. Os habréis fijado que hay muchísimos tornillos en este área, y eso que esta caja podríamos decir que es modular, puesto que como veremos en el montaje se pueden poner y quitar partes de la caja para montar el sistema con mayor comodidad.
En la parte de arriba de esta Urban SD1 solo encontramos dos rejillas de ventilación, mientras que en la zona inferior lo que tenemos son una rejilla en la parte delantera para el ventilador preinstalado de 90 mm (además desde esta zona se puede sacar el filtro anti polvo de este ventilador), amén de cuatro grandes patas de goma para absorber vibraciones.
ANÁLISIS INTERNO.
Retiramos la tapa superior, que es la única de esta caja que se puede quitar, y vemos el interior de la caja. Visto así parece poco accesible para montar un sistema, pero recordad lo que os hemos comentado antes: esta caja tiene un interior modular.
Retiramos el embellecedor que nos da acceso a las cuatro ranuras de expansión PCI, y tras quitar unos cuantos tornillos más (sin herramientas), podemos retirar toda la parte trasera, en la que montaremos la placa base más tarde. Aquí podemos ver también los dos ventiladores de 60 mm que vienen instalados de fábrica en la parte trasera, y que serán los encargados de expulsar el aire caliente fuera de la caja.
Ahora podemos ver un poquito mejor el interior, e incluso podríamos acceder al ventilador de 90 mm que viene instalado en la parte frontal de la caja, detrás del cajetín para discos duros de 3.5 pulgadas.
Otro «módulo» que podemos retirar de la caja es el que da cabida a las dos unidades de 5.25 pulgadas, una de 2.5 pulgadas y dos SSDs de serie. Esta es la pieza que podríamos sustituir por el bracket que vimos al principio, dejando más sitio en la parte de abajo y por supuesto permitiendo la instalación de un radiador de refrigeración líquida de 120 ó 140 mm. Tras retirar este módulo, podemos acceder más cómodamente al cajetín de discos y al ventilador frontal.
Ahora es muy sencillo retirar el cajetín que da cabida a dos unidades de 3.5 pulgadas, y de hecho es obligatorio hacerlo si queremos instalar alguna unidad puesto que hay que atornillar estas. La parte buena es que cuentan con arandelas de goma para absorber las vibraciones de los discos duros mecánicos.
El siguiente módulo no es obligatorio retirarlo, y de hecho es el único para el que necesitaremos un destornillador puesto que hay que quitar tres tornillos de cada lado para hacerlo: el de la fuente de alimentación.
MONTAJE.
Ya que tenemos la caja totalmente desmantelada es hora de comenzar a montar nuestro sistema. Aunque la Thermaltake Urban SD1 es una caja pensada para albergar placas base de tamaño micro ATX, no disponíamos de ninguna placa de ese tamaño, así que aprovechamos que la caja es compatible también con placas mini ITX, y hemos utilizado una de este tamaño. También en este momento hay que instalar ya la tarjeta gráfica, algo que en cajas normales casi siempre se deja para lo último.
Después instalamos nuestro disco duro de 3.5 pulgadas en el cajetín. Para este paso es necesario hacer uso de tornillos. Después de hacerlo ya podemos volver a anclar el cajetín dentro de la caja.
Por contra, para instalar los SSDs no son necesarios ni tornillos ni herramientas, tan solo los topes de plástico que Thermaltake incluía en los accesorios.
Acto seguido podemos anclar en su sitio la fuente de alimentación de formato ATX y empezar a conectarlo todo. Como veis en las siguientes imágenes, la fuente queda con el ventilador de entrada de aire mirando hacia arriba, de manera que absorberá el aire fresco del exterior por la rejilla que tiene la tapa superior de la caja. También podéis ver que la fuente queda justo encima de la placa base, y es por ello que la Urban SD1 tiene limitación de altura del disipador del procesador.
Una vez conectado todo, ya tenemos el montaje terminado y solo queda cerrar la caja y comenzar a disfrutar de ella. Un montaje que si bien se hace algo pesado por la cantidad de tornillos que tenemos que poner y quitar, ha sido muy sencillo de realizar.
CONCLUSIÓN.
Me ha encantado esta caja. Desde la calidad de construcción, cuya elección de materiales ha sido óptima bajo nuestro punto de vista, hasta la gran capacidad de albergar hardware de gama alta de esta caja, nos ha parecido una opción idónea para todos aquellos que o bien tenéis limitaciones de espacio para la caja de vuestro ordenador, o bien queréis montaros una Steam Machine de salón, por ejemplo, pero sin renunciar a una caja de gran calidad, silenciosa, que quede bien en cualquier salón, y que por supuesto sea capaz de albergar vuestro hardware de gama alta.
PROS:
- Caja compacta pero compatible con hardware de gama alta.
- Muy silenciosa.
- Tres ventiladores incluidos de serie.
- Posibilidad de instalar radiadores de 120 ó 140 mm de refrigeración líquida.
- Gran trabajo de pintura.
- Excelente elección de materiales.
- Se pueden instalar hasta 4 discos duros (2 de 3.5″ y 2 de 2.5″).
- Se pueden instalar dos unidades de 5.25 pulgadas.
- Estética.
CONTRAS:
- Precio (unos 95 euros).
- Limitación de solo 9 centímetros de altura para el disipador del procesador.
- Instalación de los discos duros de 3.5 pulgadas con tornillos, y el cajetín está un poco inaccesible sin desmontar media caja.
Por ello, esta Thermaltake Urban SD1 se hace merecedora de nuestro galardón de Oro, y de nuestra recomendación por su estupendo diseño.