AMD acaba de introducir en su catálogo las nuevas Radeon R9 380X, orientadas al Gaming a precio razonable en resolución 1080p e incluso 1440p. Potenciadas por la arquitectura Graphics Core Next que tantos buenos resultados le ha dado a los de rojo, éstas gráficas se benefician de todas las últimas tecnologías del mercado, incluyendo por supuesto DirectX 12, AMD FreeSync, Frame Rate Target Control, Virtual Super Resolution y en general toda la batería de tecnologías que AMD ha ido mostrando en los últimos tiempos. En el día de hoy os mostramos nuestro particular análisis de una de éstas nuevas R9 380X, concretamente del modelo Asus Radeon R9 380X STRIX.
AMD ha refinado el SKU de las anteriores R9 380 para crear ésta 380X, y todos los ensambladores de los de rojo ofrecerán modelos personalizados con Overclock de fábrica (como el que analizamos hoy) desde el día del lanzamiento. Como siempre, contarán con soluciones personalizadas de refrigeración, Overclock de fábrica y cualquier tipo de modificación que quieran realizar para mejorar el rendimiento.
En cuanto al sector de mercado, las Radeon R9 380X se posicionan lógicamente por encima de las actuales R9 380, y pretenden competir con la tarjeta gráfica estrella de NVIDIA en la gama media, las GeForce GTX 960, unas gráficas que rondan los 200 euros en tiendas y que proporcionan una excelente relación de rendimiento en resolución Full HD por el precio que cuestan.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Del modelo de referencia de AMD pues Asus todavía no ha listado su gráfica en la web al tiempo de redactar este análisis.
Como podéis ver, ésta GPU fabricada todavía con el proceso anterior de 28 nanómetros es capaz de proporcionar una tasa de relleno de píxel y de texturas muy decente, e incorpora de serie 4 GB de memoria RAM GDDR5 con un bus de 256 bits que proporcionan un ancho de banda de memoria de 182,4 GB/s. No obstante y como hemos adelantado al principio, la gráfica que nos han enviado es el modelo STRIX de Asus y cuenta con un ligero Overclock de fábrica, pues el fabricante utiliza unas velocidades de 1030 Mhz frente a los 970 Mhz del modelo de referencia, mientras que la memoria lo hace a 1425 Mhz, el máximo que estipula AMD en sus características.
Para funcionar, la Radeon R9 380X necesita dos conectores PCI-Express de 6 pines y tiene un TDP de 190 vatios, por lo que en términos generales no es una gráfica con un consumo elevado y debería bastarnos una fuente de alimentación modesta para hacerla funcionar.
Aparte de las especificaciones técnicas como tal, ésta gráfica es compatible con todas las nuevas tecnologías de AMD como hemos comentado antes, incluyendo las APIs Vulkan y DirectX 12, que se ha estrenado con Windows 10. Además, tiene soporte para monitores FreeSync, Virtual Super Resolution (permite emular resolución Ultra HD en monitores de menor resolución), y tiene la facultad Frame Rate Targeting Control que permite desde el propio software de AMD (que todavía es Catalyst Control Center, a la espera de que llegue Radeon Software muy pronto) establecer cuántos FPS como máximo queremos en los juegos. Una especie de sincronización vertical que podemos forzar desde el software a la tasa que queramos. Todas éstas novedades las tenéis explicadas en el artículo que hicimos sobre los AMD Catalyst Omega.
ANÁLISIS EXTERNO.
Vamos ahora a centrarnos en el modelo STRIX de Asus que nos ha llegado. El ensamblador ha utilizado una llamativa caja con cubierta de cartón blando de color negro en cuya cara principal destacan los principales beneficios de su disipador, pues según Asus es un 20% más fresco que el modelo de referencia y además permite jugar sin ruido alguno, pues como hemos visto en otras muchas tarjetas gráficas tiene la facultad de que sus ventiladores se apagan completamente cuando la gráfica está por debajo de cierto nivel de temperatura (45 grados por regla general).
En la parte trasera del embalaje, Asus nos da las especificaciones técnicas de la gráfica y nos explica sus principales características, como el disipador DirectCU II, el ventilador que se para como hemos explicado hace un momento y demás. En los laterales encontramos información adicional, pero nada de especial interés.
Tras la habitual cubierta de cartón blando tenemos en el interior una de cartón duro, en este caso también de color negro y con el anagrama STRIX en éste. En el interior de éste segundo envoltorio ya sí encontramos la gráfica, como siempre protegida al máximo.
Como es habitual, dentro de una pequeña caja de cartón con el logo del fabricante nos encontramos los accesorios, que en este caso consisten en un conversor de dos PCI-Express de 6 pines a uno de 8 pines (algo innecesario en esta gráfica pues como hemos explicado antes requiere dos conectores PCI-Express de 6 pines para funcionar), un CD con drivers y el software de Asus y una guía de uso.
Finalmente aquí está, ya fuera de todo su embalaje, la Asus Radeon R9 380X STRIX.
La tarjeta gráfica mide 27 centímetros de longitud, por lo que debería ser compatible con la gran mayoría de cajas para PC.
Como podéis ver, incorpora para refrigerar su interior dos ventiladores de gran tamaño y con 11 aspas bastante inclinadas para que sean capaces de generar una gran presión estática sobre las aletas de aluminio del disipador y así mejorar la eficiencia de disipación de calor.
La parte posterior está dominada por un gran backplate de color negro en el que podemos leer Asus y DirectCU II, la marca y el modelo del disipador. El uso de un backplate de este tamaño y material dota a la gráfica de tres características principalmente: por un lado le da mayor rigidez y resistencia, algo de agradecer en una gráfica de tamaño considerable como ésta. El segundo factor es meramente estético, pues hay que reconocer que un backplate negro siempre queda mejor que ver el PCB directamente. Por último, el backplate metálico dotará a la gráfica de un punto extra de refrigeración. Podéis ver en la esquina inferior derecha de la imagen que el backplate está recortado levemente para permitir una conexión más fácil a los dos conectores PCI-Express, y a su vez dejar ver los dos LEDs indicadores de estado de los conectores que equipa.
Aquí lo tenéis un poco más de cerca. Eso sí, os daréis cuenta en seguida de que esa enorme heatpipe de cobre niquelado de 8 mm de diámetro nos va a molestar un poco a la hora de conectar los PCI-Express de la fuente de alimentación.
En la parte final (el «culo» de la gráfica) el backplate termina casi abruptamente, dejándonos ver parte del bloque de aletas de aluminio de ésta zona. Las zonas superior e inferior no tienen mucho más de lo que ya os hemos contado, a excepción claro del conector PCI-Express 3.0 en la zona inferior. Sí que hay que destacar que se permite ver parte del disipador sin ni siquiera desmontarlo desde estas perspectivas.
Finalmente, las salidas de video incluyen un DisplayPort, un HDMI y dos DVI, siendo uno DVI-D y otro DVI-I.
ANÁLISIS INTERNO.
Desmontar el disipador de ésta gráfica de Asus es tan sencillo como retirar los cuatro tornillos visibles en la parte trasera. Luego desconectamos el único cable de alimentación de los ventiladores que va conectado al PCB y podemos separar las dos partes de manera fácil y rápida.
Vamos a ver más de cerca el disipador DirectCU II de Asus. Como podéis ver consta de solo tres heatpipes de gran tamaño que se distribuyen en dos bloques de láminas de aluminio, siendo la parte trasera la más recargada al ser más grande y tener dos de los tres heatpipes que van hacia ésta zona. Aunque el cobre de éstos está niquelado, la zona de contacto con la GPU no lo está para maximizar la transferencia de calor.
Por cierto, os daréis cuenta de que Asus ha empleado un pad cuadrado de pasta térmica a la hora de ensamblar el disipador a la GPU, lo que provoca un auténtico desastre que ahora os enseñamos en detalle.
Aquí tenemos el PCB. Sinceramente no puedo tener buenas palabras para Asus en este aspecto por varios motivos: el primero de ellos es que los chips de memoria no tienen refrigeración alguna más allá del aire que les llega, ya caliente, de los dos ventiladores cuando éstos están en funcionamiento. Los VRM sí que cuentan con un pequeño disipador de color negro que está anclado con dos tornillos.
El segundo aspecto es evidentemente el desastre que han hecho con la pasta térmica en la GPU. Utilizar un pad de pasta térmica puede estar bien, y lógicamente es más sencillo a la hora de realizar el ensamblado en una cadena de montaje, pero como resulta evidente Asus ha sobredimensionado tanto éste pad de pasta térmica que ha impregnado no solo algunos de los transistores que rodean el die del chip, sino que incluso se salen fuera hacia el IHS. Un desastre, vamos, y no se me ocurre cómo un fabricante de la categoría de Asus ha podido tener tamaño fallo.
Limpiado lo mejor que hemos podido, aquí podéis ver el chip «Antigua XT» (Tonga) que equipa ésta Radeon R9 380X.
Visto esto, aplicamos pasta térmica de nuevo (Arctic Silver 5 en este caso) y volvemos a montar el disipador para proceder a las pruebas.
TESTEO.
El hardware empleado para probar ésta Asus Radeon R9 380X STRIX consiste en lo siguiente:
- Intel Core i7-2600K @ 4,4 Ghz.
- Asus Sabertooth P67 B3.
- BeQuiet! Dark Rock 3.
- 2×8 GB G.Skill Ripjaws Z DDR3-2133 Mhz.
- Cooler Master Silent Pro Hybrid 1050W.
- Corsair Graphite 780T.
- Toshiba HG6 512 GB SATA3 SSD.
- 2x WD Black 2 Tb SATA3.
El sistema operativo empleado has ido Windows 8.1 Pro con todas las actualizaciones instaladas, y los drivers empleados han sido los AMD Catalyst 15.11.1 que nos ha proporcionado AMD para éste análisis (son iguales que los 15.11 públicos pero ya vienen con las próximas optimizaciones para títulos como Fallout 4 o COD: Black Ops 3 entre otros). De momento, y conscientes de que el rendimiento con Windows 10 debería ser un poco superior, nos negamos a emplear el nuevo sistema operativo de Microsoft hasta que éstos no cambien su política. Además, de ésta manera la comparación con otras tarjetas gráficas será más fidedigna.
Comenzamos como es habitual con una captura de GPU-Z para que podáis ir viendo lo que tenemos entre manos.
Como en el momento de realizar éste análisis las Radeon R9 380X no estaban todavía en el mercado, la base de datos de GPU-Z todavía no la detecta de manera exacta (por eso dice simplemente «R9 380 Series»), pero sí que nos da datos concretos de lo que equipa éste chip Tonga de AMD.
Temperatura.
Como hemos explicado antes hemos cambiado la pasta térmica que viene de serie por una Arctic Silver 5, pero los datos de temperatura los tomamos antes de hacer este proceso y por lo tanto son los que os encontraréis si compráis ésta gráfica (Nota: Con la Arctic Silver 5 la temperatura bajó unos 3-4 grados centígrados de media).
Para medir la temperatura se ha empleado Open Hardware Monitor, y el dato medido es el Delta de temperatura, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De este modo, aunque esta última varíe, no se ve afectada la comparación en la medición.
Los resultados de la siguiente gráfica han sido obtenidos con el ventilador de la gráfica en automático, y en las siguientes situaciones: Idle largo (30 minutos de absoluto reposo), Idle (10 minutos de reposo), Heaven Benchmark (temperatura máxima durante el benchmark), Juegos (temperatura máxima jugando) y Furmark durante 10 minutos.
Si lo comparamos con otras gráficas del mercado que han pasado anteriormente por nuestras manos, nos encontramos con que el disipador DirectCU II que ha instalado Asus en esta Radeon R9 380X no se muestra particularmente eficiente en reposo, y esto es por el motivo que hemos explicado antes: los ventiladores permanecen apagados cuando la gráfica está en reposo para lograr un sistema completamente silencioso. Sin embargo, sometido a carga sí que mantiene la GPU a un buen nivel de temperatura (no así los chips de VRAM, que como nos temíamos al ver que el disipador no los toca directamente están a unos 82ºC con la gráfica en carga, según GPU-Z).
Consumo.
El dato de consumo se ha medido con un medidor de enchufe Efergy eSocket al que únicamente estaba enchufada la torre del ordenador. Es decir, que el dato de consumo es del sistema completo sin tener en cuenta el monitor, altavoces ni demás posibles aparatos. Por ello, también hemos querido incluir el dato de consumo máximo (Full LOAD), estresando además de la gráfica con Furmark el procesador con Prime95.
Tal y como suponíamos teniendo ésta gráfica un TDP de 190 vatios, el consumo es un poco más elevado de lo que pudiera parecer en primera instancia. A continuación lo podéis ver comparado con otras gráficas.
TEST SINTÉTICOS.
Vamos a realizar la habitual batería de pruebas sintéticas con algunos de los benchmarks más populares del momento, mostrando siempre la comparación con el resto de gráficas que han pasado por nuestras manos, y lo comentamos todo junto al final.
Unigine Heaven 4.0
Este benchmark viene con varios presets pre configurados, pero el preset más exigente de éstos no utiliza una resolución Full HD, por lo que hemos personalizado los parámetros para elegir los más exigentes.
Éste es el resultado en comparación con otras gráficas.
3DMark 11
Ahora vamos con el rendimiento en 3DMark 11. Este test nos va a mostrar la potencia gráfica específica con DirectX11.
Comparado con otras gráficas (clic para verlo más grande):
3DMark
Vamos ahora a someter a esta gráfica a la última versión del famoso test 3DMark. Hemos decidido hacerlo solo con Fire Strike y Fire Strike Extreme puesto que los test anteriores no tiene sentido hacerlos con una gráfica de estas características. Estos han sido los resultados:
Comparativa:
Aunque la Radeon R9 380X no está pensada para 4K sino para Full HD y 1440p, hemos querido someterla también al test 3DMark Fire Strike Ultra para poder añadir su rendimiento a nuestra estadística.
Comparativa:
Computemark 2
Vamos a ver la capacidad de cómputo bruta de ambas gráficas. Este es el resultado obtenido tanto en Normal como en Extreme.
Y la comparativa de rigor:
Tras todas estas pruebas sintéticas hemos apreciado un rendimiento bastante irregular en la Radeon R9 380X. En algunos benchmarks se muestra a la altura de las Radeon R9 290X y las GeForce GTX 970, pero en otras quedan bastante por debajo. En cualquier caso, en todos los benchmarks la Radeon R9 380X logra batir el rendimiento que obtienen las GeForce GTX 960 que son su competencia directa, claramente el objetivo de AMD.
Juegos.
En los siguientes tests os mostramos el rendimiento en algunos de los juegos más populares del panorama actual. El rendimiento está medido en FPS (Frames por Segundo) y ha sido medido con la utilidad de benchmarking FRAPS durante sesiones de 20 minutos de juego, intentando hacerlo en pantallas o misiones lo más sobrecargadas posible en el caso de títulos que no vienen con benchmark propio. Cada juego es diferente, pero en todos los casos los gráficos han sido configurados al máximo y a una resolución de 1920×1080, ya que al fin y al cabo es lo que cualquiera que se compre una tarjeta gráfica de la categoría de la Asus Radeon R9 380X STRIX busca: jugar al máximo y en Full HD.
Como podéis ver, la Asus Radeon R9 380X STRIX se desenvuelve bastante bien con los últimos títulos del mercado, obteniendo unas tasas de frames por segundo sobradas para jugar a cualquier título actual, incluyendo unos notables 79 FPS de media en el popular Battlefield 4.
CONCLUSIÓN.
Parece ser que AMD lo ha vuelto a hacer. El enfoque de los de rojo es últimamente el de competir directamente en ciertos segmentos del mercado con su rival NVIDIA, y en éste caso la Radeon R9 380X que ha sido diseñada para competir y por supuesto dejar atrás a las GeForce GTX 960, ha logrado su cometido. Se trata de una tarjeta gráfica que estando en el rango de precio de los 200 euros nos proporciona un rendimiento muy bueno a resolución Full HD con todos los ajustes al máximo, y que nos entregará un rendimiento bastante decente para Gaming a 1440p aunque en este caso tendremos que relajar un poco los ajustes para obtener esos deseados 60 FPS de media. En cualquier caso, un gran producto que entra de cabeza a la parte alta de la gama media y a un precio muy contenido para lo que ofrece.
En lo relativo específicamente al modelo de Asus que nos han enviado, hemos de decir que la gráfica tiene buenas temperaturas y que es muy silenciosa incluso sometida a máxima carga, pero Asus no ha hecho bien los deberes en cuanto a la refrigeración de los chips de memoria de la gráfica. Y por supuesto, tampoco podemos pasar por algo la chapuza que han hecho en cuanto a la pasta térmica de la GPU.
PROS:
- Rendimiento muy decente para juegos en resolución Full HD con todo al máximo.
- Silenciosa incluso sometida a máxima carga.
- Overclock de fábrica.
- Materiales de muy buena calidad.
- Indicadores luminosos que muestran el estado del voltaje de los conectores PCI-Express.
- Compatible con todas las nuevas tecnologías de AMD.
- Precio.
CONTRAS:
- El rendimiento baja de manera drástica a altas resoluciones. Aunque AMD diga que es válida para 1440p, yo me quedaría en 1080p.
- Continuamos con refritos y modificaciones de gráficas ya existentes por parte de AMD.
Por todo lo anterior, ésta Radeon R9 380X creemos que es merecedora de nuestro galardón de Oro y de nuestra recomendación por su rendimiento y especialmente por su relación rendimiento / precio.