El keypad Gaming Razer Tartarus Chroma se vende como una alternativa cómoda y eficiente a la hora del uso de macros y teclas personalizadas, ya que viene con 25 teclas programables y un pad de 8 direcciones. Este modelo que analizamos en el día de hoy es igual que el Tartarus clásico pero ahora viene con el sistema de iluminación Chroma, que permite utilizar multitud de efectos diferentes a través del famoso software Razer Synapse, y elegir entre una gama de 16.8 millones de colores.
Su uso está orientado a usuarios aficionados a juegos que se benefician del uso de un montón de teclas para todo tipo de acciones, como los MMOs. Al igual que las teclas principales, el pad direccional del lateral también se puede programar con cualquier macro o hotkey. Cuenta con anti-ghosting completo, como sería de esperar, y ofrece la posibilidad de tener tantos perfiles de uso como queramos, siendo posible cambiar entre ocho de ellos de forma instantánea. Tiene un peso de 370 gramos y está diseñado para ser confortable durante largas sesiones de uso, gracias a su forma ergonómica y reposamuñecas ajustable.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Tomadas de la web del fabricante.
Nada que no hayamos dicho antes. El Razer Tartarus Chroma está diseñado para ser utilizado con la mano izquierda y es, por lo tanto, diseñado para diestros pues en la derecha deberemos combinar su uso con el de un ratón. Incorpora 25 teclas programables con mecanismos de membrana (al contrario que el Orbweaber que los tiene mecánicos) y función anti ghosting N-Key Rollover, programable con 16,8 millones de colores y los habituales efectos Chroma. Con un peso considerable y grandes patas de goma, está pensado para no moverse de su sitio incluso en sesiones Gaming extremas.
ANÁLISIS EXTERNO.
Razer ha utilizado el embalaje típico de todos sus productos, con cartón blando por fuera y una estructura de plástico transparente que protege todo el producto por dentro. En la parte frontal encontramos una imagen del dispositivo con sus principales características resumidas, parte frontal que se abre en forma de libro para dejarnos ver el dispositivo por un lado, y con una explicación de la funcionalidad Chroma por el otro. En la parte trasera lo que Razer nos enseña es un croquis del periférico.
En los laterales tenemos una explicación más concisa de las características del aparato, tanto en forma de icono como en imágenes como podéis ver a continuación.
Vamos a comenzar como siempre con los accesorios. En éste caso no hay nada particular más allá de los habituales panfletos de instrucciones, la «carta» del CEO de la compañía y las pegatinas reflectantes de siempre.
Decíamos que el Tartarus Chroma estaba diseñado para diestros y así queda claro tras ver su forma asimétrica, con un enorme reposamuñecas para la mano izquierda.
No cuenta con patas elevadoras para que coloquemos el brazo en una posición natural que no nos canse cuando lo utilicemos durante horas. Con los cuatro dedos exteriores tendremos acceso directo a 15 teclas configurables, mientras que el pulgar tiene una zona exclusiva con un pad direccional y dos botones, uno de ellos especialmente pensado para rotar entre los 8 perfiles de acceso directo que podemos configurar.
Ésta es la zona del pulgar vista desde cerca. Aunque no lo parezca, la palanca que está debajo del pad direccional es un botón, y de hecho es de tipo clic como en los ratones.
Aquí tenéis las 15 teclas programables para los otros cuatro dedos.
Éstas teclas tienen, como decíamos antes, mecanismo de membrana.
Damos la vuelta al Tartarus Chroma para ver su base. Ésta está dominada por cuatro grandes patas de goma anti deslizante para evitar que el periférico se mueva durante las sesiones de juego.
En ésta zona encontramos una pequeña palanca en la zona trasera.
Ésta nos permite acercar o alejar el reposa muñecas, de manera que podamos adaptarlo al tamaño de nuestra mano.
De la parte frontal sale el cable, que como siempre está protegido por goma endeble y está mallado con nailon trenzado.
Éste termina en el habitual conector USB 2.0 dorado.
Visto el producto, ha llegado la hora de conectarlo a un PC y ponerlo a prueba.
TESTEO.
Nada más conectarlo, el Tartarus Chroma de Razer se ilumina, aunque únicamente lo hace en sus 15 teclas principales además del LED lateral que simplemente nos indica en qué perfil de los 8 configurables estamos.
El software.
A estas alturas conocemos más que de sobra Razer Synapse 2.0. Con el Tartarus Chroma nos da la posibilidad de configurar todas y cada una de sus 25 teclas (son las 15 principales, mas 8 en el pad direccional, y los dos botones de la zona del pulgar).
Cada tecla puede ser configurada de manera individual para ponerle una acción, una tecla del teclado, o una macro. Las posibilidades son prácticamente infinitas.
También podemos, en éste modelo Chroma, configurar la iluminación con el efecto y el color que queramos. La parte mala es que la iluminación es global y no por tecla, pues ésta es una de las desventajas de utilizar mecanismos de membrana.
El Tartarus Chroma está especialmente indicado para juegos MMO, y prueba de ello es que Razer incorpora un modo específico para el World of Warcraft a través de un Add-on.
Por último, como siempre destacar la gran potencia del creador de Macros de Razer, en el que podemos configurar lo que queramos incluyendo pulsaciones del ratón.
Pruebas en juegos.
Lógicamente éste es un periférico específicamente diseñado para juegos, y es la única prueba que podemos hacerle pues no tiene otra utilidad (bueno, podemos configurar accesos directos en Windows también, claro). No somos jugadores de World of Warcraft pero sí de Guild Wars 2 y League of Legends, así que ha sido en estos dos títulos en los que hemos utilizado el Tartarus Chroma, aunque podríamos haberlo hecho en cualquier otro ya que no necesariamente ha de ser un juego configurado con macros para MMO, pues podríamos configurarlo simplemente con la zona WASD del teclado para tener un periférico más cómodo que éstos.
Comenzamos con la ergonomía. El Tartarus Chroma se adapta perfectamente a mi mano (o brazo más bien) y resulta cómodo desde el primer minuto, con acceso directo a un montón de teclas como si fuera un teclado con un reposamuñecas específicamente diseñado para éste brazo izquierdo. Al principio se hace bastante rara la zona del pulgar y cuesta unas cuantas sesiones de juego acostumbrase a utilizar éste pad direccional y las dos teclas, pero a todo se hace uno con un poco de práctica.
La respuesta del dispositivo es impecable en cualquier tipo de juego, sin retardo alguno incluso cuando lo que utilizamos son macros. Ya estemos usando las teclas como la zona WASD o directamente con un ingente puñados de macros, el Tartarus lo ejecuta todo diligentemente y al instante. De igual manera funciona el cambio de perfil, pudiendo escoger al instante el juego de configuraciones que queramos sin problema.
CONCLUSIÓN.
Está claro que el Razer Tartarus Chroma es técnicamente muy inferior al Orbweaver, pero también tiene un precio bastante inferior a éste. Con todo y con eso, nos proporciona un keypad totalmente configurable que nos dará una enorme versatilidad a la hora de configurar cualquier acción en juegos, si bien es cierto que hay que dedicar bastante tiempo a la personalización del dispositivo. Sin duda me parece un dispositivo muy útil para Gamers, y que da muchísimo tan solo invirtiendo unos minutos en una correcta configuración.
PROS:
- 25 teclas totalmente programables, 15 de ellas en la zona superior.
- Comnodidad absoluta.
- Iluminación Chroma.
- Software sencillo y altamente configurable.
- No se mueve de su sitio durante el uso.
- Cable largo, mallado y terminado en conector bañado en oro.
CONTRAS:
- Teclas con mecanismo de membrana.
- No se puede configurar color individual por tecla.
Por ello, desde HardZone le otorgamos al Razer Tartarus Chroma nuestro galardón de Oro y nuestra recomendación por su excelente rendimiento.