A primeros de mes os mostramos la noticia del lanzamiento del MSI Nightblade, un potente barebone diseñado para proporcionar una experiencia Gaming completa con un tamaño reducido. MSI nos dará la posibilidad de adquirir este Nightblade como barebone tal cual, es decir, que conste solo de caja, fuente y placa base y nosotros tendremos que añadir los demás componentes, o bien comprarlo como un equipo completo, como es el caso del análisis que os vamos a mostrar en el día de hoy.
MSI nos ha proporcionado un Nightblade equipado con un procesador Intel Core i7 4770K, 8 GB de memoria RAM DDR3 a 1866 Mhz, y una MSI Radeon R9 290 Gaming 3G, además de dos SSDs de formato mSATA y 128 GB de capacidad cada uno en SuperRAID, capaces de proporcionar velocidades de transferencia de hasta 1 GB por segundo. Recordemos que MSI equipa a este Nightblade con una fuente de alimentación de 600W con certificación de eficiencia 80 Plus Gold, por lo que podríamos en teoría equipar al Nightblade con cualquier tarjeta gráfica del mercado.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Como vemos, la carcasa de 16 litros del Nightblade tiene unas dimensiones de tan solo 345.8 x 277.3 x 175.7 mm. Está equipado con una placa base MSI Z87I Gaming Nighblade, específicamente diseñada para este sistema y que soporta procesadores Intel de cuarta generación. Esta placa soporta 16GB de memoria DDR3 de hasta 3.000 Mhz, y es capaz de dar cabida a tarjetas gráficas de doble slot de hasta 380mm de longitud. Viene equipado de serie con una fuente de alimentación de 600W con certificación de eficiencia 80Plus Gold.
En cuanto a la refrigeración, este equipo viene con un disipador específico preinstalado, además de un ventilador de 92mm en la parte trasera que llega hasta los 4000 rpm, una velocidad que se nos antoja demasiado y que seguramente convertirá al sistema en ruidoso. Además, como MSI nos ha proporcionado el Nightblade con una R9 290, viene con un ventilador adicional en el lateral específico para esta gráfica.
Hay que destacar también que el Nightblade de MSI viene equipado con características típicas de la marca, en este caso destacando la tarjeta de red Killer Ethernet, que permite priorizar los paquetes P2P para reducir el ping en juegos online, y el botón OC Genie que permite hacer Overclock al sistema solo pulsando un botón.
ANÁLISIS EXTERNO.
El Nightblade viene embalado en una caja de cartón duro en la que predominan los colores negro y rojo que MSI utiliza en todos sus productos orientados al Gaming. En la cara principal podemos ver una foto a tres cuartos del Nightblade mientras que en uno de los laterales nos muestran una foto frontal. En la cara opuesta tenemos el logo del Dragón de MSI.
Antes de mostraros el Nightblade, vamos a ver los accesorios. Éstos vienen en una caja de cartón alargada, dentro de la cual encontramos el cable de corriente, dos antenas WiFi, guía de instalación, manual de usuario, dos CDs con drivers y aplicaciones, dos embellecedores para las ranuras PCI que ocupa la gráfica pre instalada, y algo de tornillería.
Y ahora sí, vamos a ver el aspecto exterior del Nightblade.
Comenzamos viendo el frontal, el cual como ya os habréis dado cuenta es de aluminio con efecto cepillado. En la parte inferior tiene un gran pie de apoyo (y que a su vez sirve como asa de transporte aunque no sea su función, todo hay que decirlo) y una rejilla de ventilación, la cual se iluminará cuando pulsemos el botón de OC. Cuenta también con una unidad óptica slim, y en la parte superior tenemos cuatro puertos USB (dos de ellos USB 3.0), minijacks de audio, botón de encendido y el botón OC Genie del que os hemos hablado arriba.
En el lateral izquierdo encontramos una rejilla de ventilación de 120mm tras la cual se encuentra el ventilador específico para la R9 290 que viene preinstalada, y justo al lado de ésta hay grabado un dragón que estéticamente queda genial. En el lateral opuesto también tenemos una rejilla de ventilación, ésta más grande puesto que corresponde a la fuente de alimentación. Incluso desde fuera podemos ver que detrás tiene un filtro anti polvo.
En la parte superior solo encontramos una pequeña rejilla de ventilación, mientras que en la parte inferior lo que encontramos es un gran filtro anti polvo que cubre toda la zona: Al retirarlo vemos que justo coincide con la tarjeta gráfica. También en la parte inferior vemos que el «asa» que vimos en la parte frontal tiene una gran pieza de goma anti deslizamiento, mientras que las dos pequeñas patas traseras son de plástico.
Solo nos queda ver la parte trasera, en la que encontramos la tarjeta gráfica ocupando las dos ranuras de expansión PCI en la zona inferior, seguido un poco más arriba del escudo I/O de la placa base y el ventilador trasero a su derecha. En la parte de arriba tenemos la toma de corriente, la cual como ya os habréis dado cuenta la han traido a esta zona mediante un extensor.
La placa base que MSI ha integrado en este barebone es una MSI Z87I Gaming específica para el equipo. Además de las salidas típicas que no vamos a enumerar, hay que destacar el botón Clear CMOS integrado en esta zona (debajo de los USB de arriba) y la tarjeta WiFi integrada donde podremos conectar las antenas que vimos entre los accesorios.
ANÁLISIS INTERNO.
Abrimos el Nightblade retirando ambos laterales. Podemos ver que MSI no los ha pintado por su cara interior.
Este es el aspecto que presenta el lateral izquierdo. Como véis, el diseño no puede ser más compacto, sobre todo por el adaptador específico para la R9 290 que MSI ha instalado en el modelo de pruebas que nos han enviado. Éste es muy sencillo de quitar, solo hay que desatornillar dos tornillos y tirar de él hacia la derecha. Por cierto que su ventilador de 120mm es PWM.
En el lateral opuesto, como ya vimos desde fuera, se encuentra la fuente de alimentación tras un filtro anti polvo. A la derecha encontramos la placa base con una amplia apertura para acceder al socket y cambiarle el disipador si queremos.
Vamos con el interior. Este es el aspecto que se nos presenta cuando retiramos el bracket con el ventilador específico para la R9 290.
La tarjeta gráfica que han instalado está en el suelo de la caja, y es una MSI Radeon R9 290 Gaming 3G. Como véis en las imágenes, es una gráfica de tamaño completo y gama alta, la cual entra sin ningún tipo de problema en el Nightblade.
Antes de mostraros el resto de componentes, queremos hacer un pequeño hincapié en el esmero que MSI ha puesto en la canalización de cables. Como ya sabéis, todas las cajas de este tamaño tienen el inconveniente de tener una canalización de cables muy complicada, y MSI ha gestionado este aspecto de forma sobresaliente.
Sigamos con los componentes. Encima de la fuente de alimentación, MSI ha instalado un disco duro de 3.5″ WD Blue de 1 Tb, y encima de éste la unidad óptica slim.
En el techo de la caja encontramos un pequeño cajetín para unidades de 2.5 pulgadas, en la cual MSI ha instalado los dos SSD de formato mSATA de 128 Gb de capacidad cada uno en SuperRAID. Los SSDs elegidos son dos Plextor PX-128M5M. En este cajetín de discos podríamos instalar otra unidad de 2.5 pulgadas adicional, y de hecho MSI ha dejado preparado un conector SATA de la fuente de alimentación para tal efecto, así que solo tendríamos que añadir nosotros el cable SATA de datos.
Pinchado en la placa base, tenemos el módulo WiFi.
El disipador que MSI ha instalado en el Nightblade debe ser un diseño personalizado para este barebone. Consta de 3 heatpipes de cobre y tiene un diseño de dos torres con el ventilador en medio de ambas. Se nos antoja un poco insuficiente para refrigerar un Intel Core i7-4770K, y más si le vamos a hacer Overclock con el OC Genie, pero esta también es una desventaja típica de las cajas mini ITX.
En cuanto a la memoria, MSI ha instalado dos módulos de 4 GB cada uno Avexir Blitz Red Dragon 1.1, ideales por su estética para una caja como esta.
TESTEO.
Comenzamos el testeo del MSI Nightblade presentándoos las típicas capturas de CPU-Z y GPU-Z para que veáis qué tenemos entre manos.
Hemos probado también el modo OC Genie. Como os comentamos al principio, al hacerlo el Nightblade se ilumina en color rojo por la parte frontal, y tras un par de reinicios automáticos arranca con Overclock. El procesador se puso a 4 Ghz en modo Boost (aunque en la captura que os ponemos a continuación no se ve puesto que solo se activa cuando el equipo está bajo carga), y la memoria se puso a 1866 Mhz (en modo normal estaba a 1600 Mhz). No es que sea un nivel de OC muy elevado, pero entendemos que estará bastante limitado por las temperaturas del procesador que ahora os mostraremos.
Temperatura.
Para estresar el equipo hemos hecho uso de Prime95 64bits y Furmark durante 20 minutos, de manera que tanto el procesador como la gráfica estaban al 100% de carga. En la siguiente gráfica podéis ver el resultado medido con OpenHardwareMonitor. La temperatura ambiente durante las pruebas ha sido de 19 grados centígrados.
Tal y como sospechábamos, el MSI Nightblade tiene unas temperaturas bastante elevadas incluso en reposo, es la parte mala de los sistemas Gaming con factor de forma pequeño.
Consumo.
El dato de consumo se ha medido con un medidor de enchufe Efergy eSocket al que únicamente estaba enchufada el Nightblade. Es decir, que el dato de consumo es del sistema completo sin tener en cuenta el monitor, altavoces ni demás posibles aparatos.
Un poco menos de 500W de consumo máximo para un sistema de estas prestaciones está realmente muy bien.
Sonoridad.
No disponemos de un medidor de ruido profesional, así que os tenemos que dar nuestra experiencia subjetiva. El Nightblade es rumoroso incluso en reposo, y al abrir el lateral nos hemos dado cuenta de que casi toda la culpa de esto recae en el ventilador instalado en el disipador del procesador. La gráfica es virtualmente inaudible en reposo, y los ventiladores delantero y trasero también. No obstante, y dado que como hemos visto antes el procesador está a más de 40ºC incluso en reposo, el ventilador del procesador está funcionando a una alta velocidad en todo momento y por ello se convierte en rumoroso. Cuando sometemos el equipo a carga este ruido aumenta, aunque no mucho.
Otro gallo canta cuando activamos el modo OC Genie, ya que además del ventilador del procesador, los ventiladores delantero y trasero también aumentan de velocidad. El Nightblade pasa de ser rumoroso a ruidoso, y esto es sin duda una pega a tener muy en cuenta.
RENDIMIENTO SINTÉTICO.
3DMark
La puntuación obtenida en 3DMark Fire Strike y Fire Strike Extreme sobrepasa al resultado obtenido con una AMD Radeon R9 290 de referencia, por lo que en este apartado no hay nada que señalar.
3DMark 11
En estos cuatro test de dos versiones de 3DMark hemos podido comprobar que sin lugar a dudas el Nightblade tiene un rendimiento excelente en los test sintéticos orientados al Gaming, y de nuevo esta R9 290 de MSI demuestra ser bastante superior al modelo de referencia de AMD que analizamos hace algunos meses.
PCMark 8
Como vemos con PCMark 8, el Nightblade es también válido para cualquier otro tipo de tarea que no sean juegos.
Heaven Benchmark.
Heaven Benchmark puede considerarse una prueba de fuego de la media de lo que los juegos modernos requieren, y obtener 68.5 FPS de media en él garantiza el poder jugar a los últimos juegos del mercado sin problema alguno.
RENDIMIENTO EN JUEGOS.
En los siguientes tests os mostramos el rendimiento en algunos de los juegos más populares del panorama actual. El rendimiento está medido en FPS (Frames por Segundo) y ha sido medido con la utilidad de benchmarking FRAPS durante sesiones de 20 minutos de juego, intentando hacerlo en pantallas o misiones lo más sobrecargadas posible. Cada juego es diferente, pero en todos los casos los gráficos han sido configurados al máximo y a una resolución de 1920×1080.
La metodología en los diferentes juegos ha sido la siguiente:
- Tomb Raider: utilidad de benchmark.
- Tomb Raider (TressFX): utilidad de benchmark (TressFX activado).
- Battledield 4: Primer capítulo de la campaña de un solo jugador completo.
- Bioshock Infinite: utilidad de benchmark.
- Crysis 3: Nivel “Welcome to the jungle” completo.
Como podéis ver, el MSI Nightblade cumple de manera sobresaliente su principal enfoque: los juegos. Tomando como referencia el nuevo Battlefield 4, donde obtiene más de 71 FPS de media, podemos decir sin miedo a equivocarnos que este barebone de MSI cumple con creces las expectativas puestas en él.
CONCLUSIÓN.
No podemos sino alabar el trabajo que MSI ha hecho con este Nightblade en cuanto a su rendimiento. Es un barebone pequeño y muy completo, con unas grandes posibilidades de configuración (aunque el modelo que hemos analizado ya venía pre construido por MSI, recordad que es un barebone que podéis configurar al gusto). Su rendimiento y capacidad son sobresalientes, y los únicos aspectos donde flojea son el de la temperatura, algo habitual en ordenadores con factor de forma mini ITX, y el del sonido, un aspecto que creemos que sí es bastante mejorable, aunque bastaría con cambiar el disipador que MSI integra de serie por uno de mejor eficiencia térmica.
PROS:
- Gran rendimiento.
- Pequeño tamaño.
- Estética Gamer.
- Gran capacidad para albergar hardware de gama alta.
- OC Genie que hace overclock automático.
- Características Gaming exclusivas como la tarjeta de red Killer Network.
- Incluye fuente de alimentación de 600W 80Plus Gold.
CONTRAS:
- Flojea en el aspecto del rendimiento térmico.
- Rumoroso incluso en reposo, y ruidoso bajo carga.
- Precio.
Por ello, este MSI Nightblade se hace merecedor de nuestro galardón de Oro y de nuestra recomendación tanto por su excelente rendimiento como por su diseño.