Hace poco tiempo Kingston lanzó su familia de productos Fury, dentro de la gama HyperX. Esta familia de productos pretende ser una gama de entrada, proporcionando un buen nivel de rendimiento a precios muy competitivos, y aunque en un principio comenzó solo con memorias RAM, a estas alturas ya han presentado también dispositivos de estado sólido (SSDs), unidades Flash, y en general cualquier tipo de producto relacionado con el almacenamiento, donde Kingston lleva años demostrando que es su especialidad. En el día de hoy os presentamos el análisis de uno de estos productos, concretamente de una unidad Kingston HyperX Fury SSD de 120 GB, cuyo precio de mercado ronda los 90 euros.
Esta unidad Kingston HyperX Fury SSD de 120 GB presume de ofrecer un fabuloso rendimiento a un precio asequible, estando destinado a usuarios que pretenden utilizar la unidad para instalar sus juegos en ella, donde prima la velocidad de lectura por encima de la de escritura (ya que al fin y al cabo solo escribirán en el disco a la hora de instalar los juegos, después de eso se utiliza poco para escribir en él). Por ello también la marca lo ofrece en capacidades de 120 y 240 GB, y tienen un grosor de solo 7 mm, de manera que se pueden incluso instalar en portátiles slim.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Sacadas de la página web del fabricante.
Podéis ver que efectivamente este SSD está enfocado en la velocidad de lectura, ya que aunque sus tasas de transferencia teóricas con archivos comprimibles son de 500 MB/s tanto de lectura como de escritura, cuando trabaja con archivos no comprimibles sus velocidades teóricas se reducen a 420 MB/s de lectura y 120 MB/s de escritura en este modelo de 120 GB (hay que destacar que al menos Kingston ha sido sincero en este aspecto, que luego analizamos SSDs con unas tasas teóricas estratosféricas y nos llevamos la «sorpresa» cuando lo ponemos a prueba).
El controlador de memoria utilizado es un SandForce SF-2281, utilizado en infinidad de SSDs hasta la fecha y que en otras ocasiones nos ha dado un rendimiento bastante mejor de lo que dice Kingston en las especificaciones. Ya veremos por tanto en nuestras pruebas qué tal se comporta y si son ciertas estas tasas teóricas o no.
ANÁLISIS EXTERNO.
Decíamos que este SSD HyperX Fury pertenece a la gama de entrada, y prueba de ello es el embalaje que Kingston ha elegido para éste. Se trata de un simple blíster de plástico envuelto en cartón que hay que romper para poder sacar el dispositivo, sin cartón duro o protecciones extras.
En la parte trasera además de la etiqueta identificativa del dispositivo, solo encontramos una descripción del mismo en varios idiomas, bastante apelotonada hay que decir.
En el interior del blíster únicamente encontramos un adaptador para bahías de 2.5″ y 9 mm de grosor (es decir, para aumentar el grosor del SSD, es útil si lo vamos a instalar en un portátil por ejemplo) y el propio HyperX Fury.
Este adaptador como decíamos sirve para incrementar un poco el grosor del SSD y así permitir su instalación en huecos que vienen predefinidos para unidades de 9 mm de grosor. Tiene dos adhesivos en los lados para que quede pegado al SSD y no se mueva.
A continuación, el SSD. La carcasa exterior es de aluminio para favorecer la disipación de calor de los chips de su interior, si bien es cierto que como sabéis estos dispositivos apenas se calientan. Lleva agujeros para instalarlo tal cual o con adaptadores para bahías de 3.5″, y hay que destacar que Kingston ha decidido ponerle tornillos especiales para que no se pueda ver su interior si no se dispone de la herramienta adecuada.
Un detalle más: su grosor, según nuestra medición, no es de 7 mm sino de 6.7 mm.
TESTEO.
Para poner a prueba este Kingston HyperX Fury de 120 Gb lo hemos conectado a una placa base ASUS M5A99X-EVO con BIOS v.1708, empleando un puerto SATA 6 Gbps enlazado a la controladora AMD SB950, configurado en modo AHCI en la BIOS. El sistema operativo empleado ha sido Windows 7 Ultimate x64 SP1 con todas las actualizaciones instaladas.
Como es habitual, nuestro banco de pruebas no es un sistema ideal, sino un PC en el que este SSD mostrará un rendimiento igual a que si lo conectarais vosotros en vuestro propio ordenador.
Vamos primero a ver qué información sobre el SSD nos arroja CrystalDisk Info.
Si comparáramos este SSD con el AMD Radeon R7 SSD que analizamos hace poco tiempo, veríamos dos diferencias principales, y es que este SSD de Kingston sí que tiene soporte para APM (Advanced Power Management), por lo que es apto para su instalación en Ultrabooks con Windows 8.1. Por otro lado, también cuenta con sensor de temperatura, cosa que el SSD de AMD carecía.
Vamos con las pruebas.
HD Tune.
En HD Tune vemos una tasa de transferencia bastante estable, aunque sinceramente baja. Con una media de 318.4 MB/s queda bastante por debajo de otros modelos del mercado, si bien es cierto que éste es el SSD más barato de nuestra comparativa.
CrystalDisk Mark
420MB/s de lectura y 120 MB/s de escritura es lo que Kingston nos prometía con este SSD cuando trabajáramos con archivos no comprimibles, y estos valores se ven reflejados en CrystalDisk Mark. De hecho, hay que decir que la velocidad de esctritura que hemos obtenido está por encima de lo que Kingston decía, por lo que podemos darnos por satisfechos en este ámbito.
Veámoslo comparado con otros modelos de SSD.
Aida64 (Read Test Suite).
En un test de lectura pura y dura como es este de Aida64 en el que se utilizan archivos comprimibles, de nuevo el HyperX Fury responde a las espectativas y presenta una tasa de lectura que ronda siempre los 500 Mb/s.
AS SSD Benchmark.
En IOPS.
Y comparado con los demás SSDs.
Nuevamente nos encontramos con que el punto flojo de este SSD es sin lugar a dudas su velocidad de escritura y su manejo de archivos no comprimibles. Y de nuevo hemos de recordar para qué está destinado este SSD: sistemas Gamer. Se trata de que los usuarios instalen los juegos en el SSD, y una vez hecho lo que prima es la velocidad de lectura. Pero ahí quedan los datos.
AS SSD File Copy Benchmark.
En este test de prueba general en el que se simulan copias desde el PC al SSD, los tiempos son bastante elevados, de nuevo a causa de una baja velocidad de escritura que no es mucho más elevada que la de un disco duro mecánico.
AS SSD Compression Benchmark.
Esta gráfica es bastante representativa del rendimiento general que da el SSD, donde vemos que la velocidad de lectura está más o menos estable rondando siempre los 400 Mb/s, muy aceptable, pero el dato curioso es que la velocidad de escritura con este tipo de archivos tiene tendencia creciente, es decir, cuanto más avanzamos en la unidad mayor rendimiento de lectura tiene, llegando también a unos 400 Mb/s al final.
ATTO Disk Benchmark.
En este test volvemos a manejar archivos comprimibles, donde el Kingston HyperX Fury de 120 GB se ha comportado como se esperaba, con unas tasas de escritura que alcanzan los 506 MB/s y unas tasas de lectura que en la prueba de 4096 KB casi alcanzan los 540 MB/s.
CONCLUSIÓN.
Vistas las pruebas de este SSD no sé muy bien qué pensar; hay pruebas en las que ha mostrado un rendimiento un tanto mediocre, y sin embargo en otras pruebas tiene un rendimiento sobresaliente. Lo que sí es cierto y que hay que destacar es que se trata de un SSD de gama de entrada a un precio bastante contenido, que tiene formato slim y es compatible con el juego de instrucciones APM. Se podría considerar que es un SSD ideal para el usuario medio, proporciona un buen incremento de rendimiento con respecto a un disco duro mecánico a un buen precio.
PROS:
- Rendimiento decente, especialmente en lectura.
- Formato slim.
- Adaptador para bahías de 9 mm.
- Carcasa de aluminio que ayuda a la disipación de calor de los componentes internos.
- Relación rendimiento / precio.
CONTRAS:
- Embalaje demasiado básico.
- No habría estado de más incluir un adaptador para bahías de 3.5 pulgadas y un cable SATA3.
- Mala respuesta en cuanto a escritura de archivos no comprimibles.
Por ello, este Kingston HyperX Fury SSD de 120 GB se hace merecedor de nuestro galardón de Oro y de nuestra recomendación por su relación calidad / precio.