Hace tan solo unos meses os mostrábamos nuestro análisis de la Corsair Graphite 780T, la caja tope de gama de la familia Graphite y sin duda una de las mejores cajas del mercado dentro incluso de la gama alta. Ha sido una caja que ha tenido una acogida increíble, hasta el punto de que en varias ocasiones la hemos visto sin existencias en las tiendas y han tenido que reponer más unidades. Es gracias a este gran éxito que Corsair se decidió a fabricar su hermana pequeña, que vamos a analizar hoy, la Corsair Graphite 380T, una caja con todo lo bueno de la 780T que analizamos en el pasado incluyendo su increíble estética, pero con factor de forma mini ITX.
Ésta 380T de Corsair se vende en tiendas online de España a un precio que ronda los 140 euros, no es una caja nada barata para tener tamaño mini ITX y por ello avisamos de antemano que vamos a ser bastante exigentes en este análisis puesto que no es lo mismo trabajar con una caja de 40 que con una de 140 euros. En cualquier caso la premisa es buena, ya que su hermana mayor nos dejó un dulce sabor de boca y no hay nada que nos haga pensar que ésta 380T nos vaya a decepcionar en ningún sentido.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Tomadas de la web del fabricante.
Estamos ante una caja que ya desde el principio nos llama la atención por su tamaño, ya que mide 393 x 292 x 356 mm a pesar de su compatibilidad únicamente con placas base de tamaño mini ITX. Esto no tiene por qué ser un contra dado que nos asegura un gran espacio para instalar componentes y una gran amplitud para refrigeración; no en vano esta caja incluye de fábrica dos ventiladores (uno frontal de 140 mm con LED y uno trasero de 120 mm) y permite la instalación de dos adicionales de 120 mm en un lateral, o retirando el ventilador frontal de 140mm podemos instalar dos de 120mm o incluso uno de 200mm de diámetro. De hecho también es compatible con sistemas de refrigeración líquida de hasta 240 mm de longitud.
Por otro lado, este gran tamaño también nos permite instalar tarjetas gráficas de hasta 290 mm de longitud, disipadores de hasta 150 mm de altura y fuentes de alimentación de formato ATX estándar de hasta 160 mm de longitud. Hay que denotar un dato aquí, y es que esos 150 mm de altura de compatibilidad con disipadores para CPU nos impide instalar disipadores por aire de gama alta tales como los tope de gama de Noctua, por ejemplo, ya que éstos tienen una altura «normal» de 160-165 mm. Una pena que por tan poco espacio no podamos instalarlos en la 380T.
Por lo demás, Corsair ha dispuesto dos bahías para unidades de 2.5 pulgadas y otras dos para 3.5 pulgadas (también convertibles a 2.5″), pero no encontramos ninguna bahía para unidades de 5.25″, que si bien es cierto que cada vez son menos frecuentes, impide la instalación de un rehobús por ejemplo. No obstante, al igual que en la 780T, Corsair ha dispuesto un rehobús también en esta caja capaz de controlar de manera simultánea hasta tres ventiladores.
ANÁLISIS EXTERNO.
Al igual que en el resto de cajas del fabricante, la Corsair Graphite 380T viene embalada en una caja de cartón duro y color neutro en la que el fabricante ha imprimado toda la información sobre la caja en color negro. En la cara principal de la caja encontramos un dibujo a tres cuartos del producto junto con una descripción.
En el anverso encontramos un croquis de la caja desmantelada, con una descripción explicando qué es cada uno de los componentes.
En el primero de los laterales el fabricante ha dispuesto otro croquis con las dimensiones de la caja y una pegatina que nos indica el color de la misma y de la iluminación LED.
En el lateral opuesto, sus especificaciones técnicas completas.
En el interior de la caja encontramos la 380T perfectamente protegida por poliestireno blando y la típica bolsa de plástico antiestático. Ya a primera vista encontramos una bolsa que contiene el manual de instrucciones de la caja.
Antes de ver la caja, vamos con los accesorios, que no son demasiados a decir verdad ya que aparte del manual de instrucciones y las típicas bolsas con tornillería (eso sí, perfectamente ordenadas y separadas) Corsair no incluye mas que unas pocas bridas.
Ahora sí, aquí podéis ver la Corsair Graphite 380T. Ya solo cogiéndola con las manos se nota que como es habitual en este fabricante, la elección de materiales es soberbia, con acero SECC de gran calidad que no se comba con facilidad y plástico ABS con las mismas propiedades. No en vano estamos ante una caja que a pesar de tener pequeño tamaño e incluso estar pensada para llevarla de un lado a otro (tiene asa de transporte) pesa más de 5 Kg en vacío.
Todo el frontal de la caja está ocupado por una rejilla tras la que se esconde el ventilador frontal. Ésta rejilla, igual que en la 780T, se puede poner y quitar desde fuera simplemente presionando la zona superior de la misma. Tras la rejilla de metal Corsair ha dispuesto un filtro anti polvo que no es necesario quitar, ya que la capa de pintura ionizada de la rejilla permite meter bajo el grifo toda ésta.
En la parte superior pero en diagonal hacia el frontal tenemos el panel de conexiones, integrado por dos USB 3.0, dos minijacks de audio, botón de reset (a la derecha), rehobús de tres posiciones (izquierda) y botón de encendido (Start/Stop, en el centro). Vemos que en esta caja Corsair ha prescindido de los dos puertos USB 2.0 con los que sí cuenta su hermana mayor.
Continuamos con la parte superior, totalmente dominada por el asa de transporte. Tiene un gran grosor y aunque no se puede ver se nota que tiene una barra de acero en su interior ya que su flexibilidad es totalmente nula, de manera que podemos estar seguros de que no se doblará y mucho menos partirá cuando queramos transportar la caja con el peso adicional del hardware instalado. También desde aquí vemos las ventanas de plástico transparente de ambos laterales, junto con sus mecanismos de apertura.
Vamos con los laterales. Ambos son exactamente igual, totalmente dominados por una rejilla igual que la del frontal, excepto por la ventana de plástico transparente en la parte superior.
En ésta parte trasera vais a poder daros cuenta de una cosa que a lo mejor no habíais percibido en las anteriores imágenes, y es la gran anchura de la caja. Fijáos el espacio que tiene a los lados de la fuente de alimentación. Encima de ésta tenemos el hueco para instalar el panel I/O de la placa base, y encima de ésta el ventilador trasero de 120 mm.
Zona inferior. Casi un calco de la 780T, con sus dos grandes patas en los lados con soportes de goma que absorben vibraciones y evitan que la caja se mueva. La salvedad es que ésta 380T solo incorpora filtro anti polvo extraíble en la zona de la fuente de alimentación, ya que en el suelo de la caja no se pueden instalar ventiladores y por ello es innecesario.
ANÁLISIS INTERNO.
Abrir la caja es tan sencillo como retirar ambos laterales. Comodidad absoluta para acceder al hardware interno.
Y como podéis ver, ambos laterales son exactamente iguales y de hecho intercambiables.
Veamos primero el interior de la caja por su lado izquierdo. Aquí tenemos a la derecha un pequeño rack extraíble para dos unidades de 3.5 pulgadas, convertibles a 2.5 pulgadas. En la zona izquierda, otro pequeño rack para dos unidades de 2.5 pulgadas, justo al lado de la fuente de alimentación. También llama la atención en la zona superior la inclusión de un pequeño interruptor que sirve para encender una pequeña luz LED que nos permitirá iluminar toda la zona de la placa base.
Éste rack de discos es como decíamos extraíble con tan solo quitar un tornillo y tirar de él.
Por el lado opuesto lo que llama la atención es el enorme hueco para esconder cables que Corsair ha dispuesto, nada extraño teniendo en cuenta la anchura de la caja. También encontramos dos planchas transversales de acero con perforaciones que nos permitirán instalar dos ventiladores de 120 mm e incluso un radiador de refrigeración líquida de 240 mm de longitud.
Ésta es la zona de la placa base, que como véis únicamente es compatible con mini ITX. Cuenta con un enorme hueco para acceder al backplate, aunque teniendo en cuenta que justo debajo está la fuente de alimentación no tiene demasiado sentido, si bien es cierto que si utilizamos una fuente de alimentación 100% modular siempre será más fácil desmontar ésta para cambiar el disipador que tener que desconectar y desmontar toda la placa base.
En la siguiente imagen, las dos ranuras PCI con embellecedor de acero perforado reutilizable.
Hablando de la placa base, ésta se instala desde fuera. Para ello Corsair ha dispuesto un marco al que tendremos que atornillarla y que a su vez se atornilla a la caja mediante cuatro tornillos que se pueden poner y quitar con las manos.
Vamos llegando al final de éste análisis interno. En la siguiente imagen podéis ver el ventilador trasero preinstalado de 120 mm.
El ventilador frontal de 140 mm con LED, en este caso de color rojo.
Hablando de LED, aquí podéis ver el LED superior con su interruptor, que curiosamente es de luz blanca en lugar de roja.
Ya solo queda ver los conectores. Además de los típicos para conectar los LED frontales, tenemos tres conectores para ventilador (para que los controle el rehobús integrado), el USB 3.0 interno y un conector de alimentación SATA que sirve para dotar de alimentación tanto al LED superior como a los del panel frontal.
INSTALACIÓN.
Comenzamos como siempre instalando primero la placa base, en este caso con el disipador ya montado.
El siguiente componente a instalar es la fuente de alimentación. En ésta caja es prácticamente necesario desmontar el rack de discos duros de 3.5 pulgadas primero para poder conectar y canalizar con comodidad los cables de la fuente de alimentación, ya que quedan realmente pegados al rack si no.
Fijáos en esta foto, donde se puede ver hasta dónde llega la fuente de alimentación (una Silverstone NJ520 que mide 160mm de longitud, justo lo que dice Corsair que es el máximo) y dónde queda el punto de anclaje del rack de discos duros; apenas les separan un par de centímetros.
Una vez instalada la fuente de alimentación y canalizados todos sus cables, procedemos a volver a montar el rack de discos duros y a instalar los mismos.
Llegados a este punto, ya podemos conectar todos los cables. En nuestro caso no instalamos tarjeta gráfica porque utilizamos una APU de AMD con gráfica integrada, pero la caja tiene longitud de sobra para gráficas de gama alta sin problemas. Eso sí, ojo con la canalización de cables si instaláis tarjetas gráficas puesto que por la disposición de las placas mini ITX casi todas las conexiones están en esa zona.
TESTEO.
Hora de conectar la caja y comenzar a probarla.
En funcionamiento el rehobús integrado nos permite tres velocidades de funcionamiento, siendo con la primera la caja totalmente silenciosa, en la segunda ligeramente rumorosa pero prácticamente inapreciable, y en la tercera posición ya sí que se convierte en rumorosa pero sin llegar a ser molesto. Sin duda es una gran ventaja utilizar una caja con rehobús integrado cuando la placa es mini ITX puesto que los conectores para ventiladores en este tipo de placas brillan por su ausencia y apenas suelen tener dos o tres.
En cuanto a la temperatura de los componentes, hemos decidido comparar esta Corsair Graphite 380T con la caja que utilizábamos hasta ahora, una Raijintek Metis, mucho más pequeña eso sí, pero la única que teníamos a mano en la que los datos tomados eran con exactamente el mismo hardware (un AMD A10-6700, sin gráfica, y con el Noctua NH-L9x65). Como siempre, los datos han sido tomados con OpenHardwareMonitor y se muestra el Delta de Temperatura.
La diferencia de temperatura, especialmente en el disco duro mecánico y en el procesador, es abismal. El tamaño más grande de la 380T hace que el flujo de aire sea óptimo en comparación con la Metis, con un solo ventilador de 120mm de salida y ninguno de entrada. Si necesitábais un motivo para ver lo que influye una caja en la temperatura del sistema, aquí la tenéis.
CONCLUSIÓN.
Nuevamente, otro gran trabajo de Corsair. Desde la elección de materiales hasta la disposición del hardware interno es siempre un acierto, y ésta Graphite 380T es un claro ejemplo de que si se quiere se puede montar un sistema mini ITX de gama alta sin problemas de refrigeración ni espacio. Claro está que tiene algunos puntos negativos, como por ejemplo la incompatibilidad con los disipadores de CPU de más alta gama debido a la limitación de altura, o que las fuentes de alimentación van muy justas, pero en términos globales se trata probablemente de la caja mini ITX que todo Gamer querría tener para poder llevarla de LAN Party a LAN Party.
PROS:
- Muy buen rendimiento térmico.
- Gran espacio interior. La instalación de hardware es coser y cantar.
- Estupenda calidad de materiales, como siempre. Es una caja muy robusta.
- Asa para su transporte.
- Estética.
- Controlador de ventiladores integrado.
- Compatibilidad con sistemas de refrigeración líquida.
- Incluye dos ventiladores de serie.
- Filtros anti polvo en todas las entradas de aire.
CONTRAS:
- No compatible con disipadores por aire de gama alta (150 mm máximo de altura).
- Espacio justito para fuentes ATX modulares.
- Precio (unos 140 euros).
Por ello, de nuevo Corsair nos obliga a otorgarle un galardón de Platino a otro de sus componentes, y en el caso de esta Graphite 380T es bien merecido. Además se lleva nuestra recomendación por su excelente rendimiento, por supuesto.