Hace apenas 20 días teníamos la oportunidad de analizar la última creación de Antec para Mini-ITX. Teníamos ante nosotros a la Antec ISK600 que nos sorprendió y mucho por la cantidad de espacio de la que disponíamos para poder montar nuestro HTPC así como por su elegancia que ya se ha convertido en seña de identidad del gigante californiano.
Esta vez tenemos en nuestras manos el lado opuesto. Una caja preparada para alojar dentro de ella placas de cualquier tamaño (incluidas las E-ATX) y que cuando vimos por primera vez nos pareció monstruosa. Por supuesto que en este caso el espacio no va a ser problema, pero nos surgen un montón de dudas a las que tenemos que dar respuesta para poder justificar el poner una caja de estas dimensiones sin que pensemos que podemos conseguir exactamente lo mismo con otras cajas más pequeñas.
En cuanto a la estética, estoy seguro de que a los amantes de lo austero, como es mi caso, no nos va a decepcionar, pues Antec se ha caracterizado siempre por la sencillez y simplicidad dando un toque elegante, o al menos ese es mi punto de vista, a todas sus creaciones.
Empezamos con las especificaciones de la caja obtenidas, como de costumbre, de la propia web del fabricante. Con ellas ya nos podemos hacer una breve idea de esta caja que el propio Antec ha querido incluir dentro de su apartado «gaming cases».
Lo primero que nos llama la atención son, obviamente las dimensiones de la caja. 70 cms de altura no son nada usuales, desde luego. Lo que sí me ha parecido siempre muy curioso es que todas las cajas de la gama «hundred» de Antec se me hacen un tanto desproporcionadas si tenemos en cuenta su altura en relación con la profundidad de la misma. Esta no ha sido menos, pero en cualquier caso según apuntan las especificaciones tendríamos posibilidad de instalar tarjetas gráficas de hasta 33 cm de forma que no va a ser inconveniente instalar cualquier tarjeta actual.
Desde el punto de vista de las bahías admite hasta 3 unidades ópticas. Unidades que ya están en desuso pero que nunca está de más tener la posibilidad de instalarlas. Es más siempre es bueno tener este tipo de bahías pues hoy en día existen una gran cantidad de depósitos preparados para refrigeración líquida que se montan en este tipo de bahías. Igualmente admite hasta 12 unidades de 3,5″, un número exagerado aunque si la caja nos da la opción de eliminar las jaulas que los incorporan, no sería un problema de espacio innecesario. Lo veremos posteriormente.
Pero empecemos con nuestro análisis externo antes de comenzar el análisis de la caja.
El gran inconveniente con el que nos encontramos a la hora de realizar el análisis comenzó con la sesión de fotos. No sois conscientes de los difícil que es hacer una foto de una caja de estas dimensiones.
Lo primero que hicimos es realizar las fotos del embalaje como es habitual en nuestro análisis. Y con ello comenzamos nuestro…
ANÁLISIS EXTERNO
El embalaje en el que venía la caja es el habitual que utiliza Antec. La caja es de cartón duro y en sus caras principales viene por un lado una foto enorme de la caja fotografiada en una vista de tres cuartos acompañada por el logo de Antec y por el otro lado principal de la caja varias fotos de pequeño tamaño con las principales características de la caja.
Las demás caras presentan fotografías igualmente de la caja así como una vista del interior poniendo de relieve, en una de ellas, que incluye en su frontal 4 puertos USB 3.0. Otro de los lados (el de la tapa) nos presenta las especificaciones de las que os hemos hablado anteriormente así como un breve croquis de la caja con sus dimensiones.
Una vez sacada la caja de su embalaje, la caja viene perfectamente protegida dentro de una bolsa de plástico y flanqueada por dos grandes planchas de foam que aparte de proteger la caja de posibles golpes la ayudan a ir fija dentro de la caja para evitar que se pueda mover en el interior del embalaje durante el transporte.
Los accesorios que incluye Antec en la caja se limitan a los tornillos propios para la instalación de la placa así como los propios de la fijación de unidades ópticos y de los discos a las bandejas. Aparte incluye en el bundle 3 convertidores de molex 4 pines a los dos pines clásicos de ventilador por si queremos conectar los ventiladores a la fuente de alimentación en lugar de conectarlos a la placa base. Echamos en falta, en una caja tan alta, algún alargador como el que se usa para la conexión de 8 pines de la placa base. No olvidemos que ese cable tiene que viajar desde la parte inferior de la caja (donde se aloja la fuente) hasta la parte superior de la misma que es por la zona donde se ubica dicha conexión en una placa base. Aparte de los adaptadores y los tornillos nos encontramos con unos folletos identificativos de las diferentes zonas de la caja.
Pero como os hemos dicho al principio, lo verdaderamente reseñable de la caja es su tamaño. Por supuesto que tenemos las dimensiones de la misma dentro de sus especificaciones pero queremos ir más allá y comprobar por nuestra cuenta que las dimensiones son las que nos dice el fabricante.
Pues bien, los resultados de nuestras mediciones fueron los siguientes:
Una vez comprobadas las medidas de la caja objeto de nuestro análisis comenzamos con el análisis en detalle, no sin antes intentar dejar algunas vistas generales de la misma. Como os habíamos dicho anteriormente, Antec apuesta por buscar una caja sencilla en su línea a la par que elegante pero eso no quita para que introduzca algunos detalles que la hacen original, como es el caso de algunos acabados en curva y los colores atrevidos que incorpora en el mallado del frontal.
El lateral principal presenta una ventana de metacrilato que está de moda ante la creciente demanda por parte de un público en general a quien le gusta mirar las cada vez más trabajadas instalaciones en el interior de la caja. La ventana es bastante generosa con el fin de tener una visión bastante completa del interior de la caja. Un dato de agradecer son los plásticos que Antec ha puesto tanto en el lado anterior como posterior de la ventana para evitar posibles arañazos durante el transporte y manipulación de la caja.
Pero aparte del lateral, la caja presenta una zona inferior bien diferenciada y que da acceso a un módulo donde podemos instalar hasta 6 unidades de disco de 3,5″ y un hueco habilitado para una segunda fuente de alimentación (la caja admite la instalación de hasta 2 PSUs). Desde nuestro modesto punto de vista, es el lugar donde debemos instalar la fuente de alimentación en caso de optar por una sola teniendo en cuenta que queda aislada de la zona principal de la caja donde instalamos el equipo y por tanto elimina el posible aire caliente que genere la PSU mejorando el flujo de aire del exterior. ¿Inconveniente? no sé si habrá muchas fuentes que tengan el cableado lo suficientemente largo para que puedan llegar sin problema a la zona donde instalaremos el hardware. Toda la tapa que da acceso a ese módulo inferior está recubierta en su interior por una capa de tejido aislante que, a la vez que hace de filtro anti polvo, se encarga de minimizar el ruido generado por la fuente de alimentación.
El lateral posterior no presenta ningún detalle que merezca la pena señalar.
Pasamos a estudiar el frontal de la caja con más detalle. La distribución de la parte frontal es bastante tradicional excepto por el sistema de introducción de aire que posee la caja que es una especie de rejilla de doble capa que es la encargada de proporcionar el aire fresco a los tres ventiladores que veremos cuando extraigamos dicho frontal
Y entrando en detalle en el análisis de dicho frontal nos encontramos en la parte superior con los botones de power y reset manteniendo la estética que pudimos ver que antec utiliza en la ISK 600, los dos puertos USB 2.0, los típicos conectores para auriculares y micrófono y los cuatro puertos USB 3.0 que le confieren de una gran conectividad a esta caja.
Justo debajo de las conexiones de la caja nos encontramos el hueco para las tres posibles unidades ópticas de 5,25″ y en la parte inferior el logo del fabricante en un gran tamaño.
Para dejar al descubierto el frontal y dar acceso a los tres ventiladores encargados de introducir el aire fresco en el chasis debemos quitar cuatro tornillos (dos a cada lado) tras lo cual y simplemente tirando sale el frontal de manera bastante sencilla. Así es como queda el frontal de la caja con los tres ventiladores al descubierto después de realizar la operación de la que os hemos hablado. Los tres ventiladores de 120 mm están protegidos por su correspondiente filtro anti polvo quedando dos cubriendo la parte central de la caja y un tercero en la parte inferior para refrigerar el módulo inferior del que os hemos hablado unas líneas más arriba. El sistema de extracción del frontal es sin duda bastante tedioso teniendo en cuenta que deberá ser liberado en más de una ocasión para limpiar, por ejemplo, los filtros anti polvo.
Pasamos a estudiar la parte trasera de la caja que en términos generales presenta una distribución bastante clásica con la fuente de alimentación en la parte inferior de la misma. Como podéis observar la caja dispone de dos huecos para instalar dos fuentes de alimentación. Los colores siguen manteniendo la estética roja y negra manteniendo el color rojo para las nueve ranuras de expansión de las que dispone la caja.
Comenzando desde la parte inferior de la caja nos encontramos con el hueco para la primera fuente de alimentación y más arriba, aunque tapado, el hueco para una segunda fuente de alimentación que obviamente es opcional. Si seguimos hacia arriba nos encontramos con los nueve slots de expansión que destacan con el color rojo intenso sobre el conjunto negro. A la derecha los dos «pasa tubos» por si quisiéramos una refrigeración líquida dentro de nuestra caja.
Seguimos subiendo y nos encontramos con el hueco típico para el back panel de la placa así como el hueco para el ventilador de 120 mm encargado de extraer el aire caliente de la caja. Más arriba del ventilador damos paso a un regulador de revoluciones para tres ventiladores bien diferenciados. El trasero del que hemos hablado hace un instante y los dos ventiladores de la parte superior de la caja de la que hablaremos a continuación.
Y efectivamente empezamos con un repaso de la parte superior de la caja. La cubierta de la parte superior, con rejilla para facilitar la extracción del aire, es muy fácil de extraer, simplemente quitando dos tornillos.
Una vez extraída la cubierta, podemos observar los 2 ventiladores de 120 mm que están levantados unos 2 cms por encima de la propia superficie superior de la caja. Dichos ventiladores vienen acompañados de sus correspondientes filtros antipolvo. Como podéis observar, la parte superior estaría preparada para albergar un radiador de 240 mm en caso de que optemos por la refrigeración líquida.
Hasta el momento habéis podido observar que Antec pone a nuestra disposición, de serie, seis ventiladores de 120 mm, con sus correspondientes filtros antipolvo, distribuidos de la siguiente manera:
- Tres en el frontal introduciendo el aire
- dos en la parte superior extrayendo el aire
- uno en la parte trasera extrayendo el aire
Si echamos un ojo a los seis ventiladores, nos encontramos con el siguiente modelo.
Los ventiladores vienen etiquetados como «Antec 2 speed» y están construidos con la tecnología Fluid Dynamic Bearing (FDB) que es un sistema especial de lubricación de los rodamientos que aumenta considerablemente la vida útil del ventilador conservando un nivel de ruido muy bajo.
Finalizamos nuestro análisis externo con la parte inferior de la caja. Cuatro patas de goma antideslizante de gran grosor son la solución que utiliza Antec para dotar de una gran estabilidad a la caja. Aparte de las patas, lo único reseñable es el filtro anti polvo extraible que incorpora la caja en la zona de admisión de aire para mantener refrigerada la fuente de alimentación.
Damos por finalizado el análisis externo de la caja para entrar en el
INTERIOR DE LA CAJA
Enorme por fuera y, por supuesto, enorme por dentro. El acabado en color negro, como la gran mayoría de las cajas, pero el tema de la pintura en términos generales está muy bien cuidado. Desde el punto de vista de la construcción se pueden diferenciar dos zonas muy claramente. La parte del chasis como se concibe habitualmente y una zona inferior cuya apertura es independiente donde, a efectos prácticos, es idónea para la instalación de la fuente de alimentación y los discos duros.
Obviamente admite placas hasta E-ATX, tarjetas gráficas de hasta 33 cm y disipadores de hasta 17,5 cm. Desde este punto de vista pocos componentes podremos encontrar que no sean compatibles con la caja por temas de espacio.
La distribución también sigue los esquemas tradicionales. Comenzando por la colocación de las bahías y la capacidad para albergarlas comenzamos nuestro análisis.
Empezando desde arriba primeramente nos encontramos con tres bahías para instalar las típicas unidades ópticas de 5,25″. Sin duda muchos de vosotros pensaréis que hoy en día es innecesario el que existan este tipo de bahías pero nunca está de más cuando la caja tiene espacio más que de sobra y pueden ser útiles incluso para instalar un depósito de refrigeración líquida diseñado para instalar en estas bahías de los que cada vez son más numerosos.
El sistema de anclaje de las unidades de 5,25″ es «sin herramientas», aunque a mi, particularmente, nunca me han gustado estos sistemas pues no me dan la suficiente sensación de quedar anclados los dispositivos. En cualquier caso, es bienvenido teniendo en cuenta que se pueden usar tornillos para la instalación de las unidades.
Justo debajo de las 3 bahías de 5,25″ tenemos un rack o jaula con 6 bahías para discos de 3,5 o 2,5″. Dicha jaula es extraible si, como en la mayoría de los casos, tenemos suficiente con las bahías para estos discos que también tenemos habilitadas en el módulo inferior de la caja. De poder suprimir esta jaula, se podría mejorar el flujo de aire dentro de la caja y el espacio habilitado para la instalación de componentes es obviamente mayor.
Y por fin nos vamos al módulo inferior que puede ser abierto simplemente pulsando un botón de desbloqueo que hay en la parte trasera de la caja. Puestos a poner «defectos» (muy pocos tiene esta magnífica caja) es demasiado fácil desbloquear esta puerta hasta el punto de que puede darse el caso de estar trasladando la caja de un lado a otro y si damos accidentalmente al botón de desbloqueo la tapa sale disparada.
A parte del hueco para una segunda fuente de alimentación tenemos otro rack para otros seis discos de 3,5″ o 2,5″. Nuestro consejo, como hemos dicho en anteriores ocasiones, es instalar aquí los discos (si tenemos menos de seis) y quitar la jaula de discos de la zona superior para mejorar el flujo de aire.
A propósito de las bahías de 3,5″ o 2,5″ el sistema de instalación es mediante una bandeja fácilmente extraíble, en la cual atornillamos nuestro disco para finalmente volver a montarla en el chasis de la caja.
Los tacos de goma roja extraibles que tiene la propia bandeja amortiguan las posibles vibraciones de los discos mecánicos así como reducen el posible ruido provocado por los mismos. Por supuesto son compatibles tanto con discos de 3,5″ como para discos de 2,5″.
Comenzamos ahora con el propio interior de la caja. Lo primero que nos llama la atención cuando entramos en el interior es el gran hueco que nos deja la caja para poder acceder al back plate de la mayor parte de los disipadores de hoy en día sin necesidad de quitar la placa. Hemos tomado medidas del gran espacio del que os hablamos para que podáis tomar vuestras propias conclusiones. 23 cm de ancho por 15 cm de alto nos dan una clara idea del espacio que tenemos para poder realizar el cambio de un disipador sin la más mínima incomodidad.
Igualmente el diseño de la caja para la gestión de cables es simplemente espectacular. Rodeado a lo largo del perímetro de la placa tenemos pasacables para poder dejar la parte visible del interior de nuestra caja totalmente limpia de cables. No solo desde el punto de vista estético es importante este dato; obviamente cuanto más limpia de cables esté la configuración mejor es el flujo del aire que conseguiremos. Simplemente un poco de paciencia y podremos realizar una instalación limpia. Y por supuesto cada pasacables está recubierto de goma para ocultar la parte trasera a parte de no dañar al cable al paso por el propio pasacables.
Como os decíamos al principio de nuestro análisis, la caja está dotada de nueve slots de expansión los cuales contrastan con el negro del interior de la caja gracias al color rojo intenso. Estéticamente perfecto. El acabado de la pintura además es de primera calidad y como colofón los tornillos son de uso manual, es decir, no es necesario utilizar destornillador.
Justo debajo de los slots de expansión tenemos la zona que Antec ha reservado para la fuente de alimentación. Por el acondicionamiento de la zona podríamos decir que es donde Antec aconsejaría poner la fuente en el caso de que solo vayamos a poner una (la mayoría de los casos) pero yo personalmente sigo defiendo la idea de utilizar la parte inferior siempre y cuando sea posible. Como podéis obserbar, a parte de los pasacables que tiene alrededor para ocultar los cables sobrantes en la parte inferior dispone la zona de un taco de goma sobre el que descansar la PSU para absorver las vibraciones molestas de la fuente cuando esté trabajando a pleno rendimiento.
La parte inferior también dispone de su propia zona destinada a la colocación de una segunda fuente de alimentación bajo la cual encontramos un filtro anti polvo extraible y que facilita la entrada de aire fresco desde el exterior para mantener refrigerada la fuente.
Nos vamos ahora a la zona posterior de la caja. De nada sirven pasacables y demás facilidades si no se tiene un suficiente espacio para poder alojar todos los cables susceptibles de ser escondidos.
Como podéis observar la parte posterior está jalonada de bridas que nos darán la opción de poder ajustar al máximo los cables sobrantes contra la bandeja de la placa. Pero lo realmente importante es el espacio. Según nuestras mediciones hablamos de aproximadamente 2,5 cm de hueco en la parte posterior, con lo que no tendremos el más mínimo problema a la hora de ocultar todos los cables sobrantes.
Finalizamos nuestro análisis con los cables que acompañan a la caja. Para empezar la caja ya viene dotada con dos cables USB 3.0 para alimentar los cuatro puertos USB 3.0 de la caja. Además ya vienen con una extensión para covertirlo en USB 2.0 en caso de que nuestra placa no tenga conexiones para USB 3.0 frontales. Vienen marcados con una etiqueta en la que nos avisan de que no debemos, bajo ningún concepto, usar los dos conectores a la vez. Una buena iniciativa por parte de Antec, pues aunque parezca obvio, a alguien se le puede ocurrir cometer el error.
A parte de estos dos cables tenemos un cable más para puertos USB 2.0 así como los típicos cables de audio.
Y finalmente los cables que conectamos a la placa de power, reset, HDD led y Power led. Por cierto, recordando a la Antec ISK 600 que ya analizamos hace pocas fechas, todos estos cables vienen en diferentes colores para diferenciarlos adecuadamente.
Finalmente hacer hincapié en que todos los cables que salen de la parte frontal pueden ser adecuadamente ordenados y guiados gracias a la abrazadera que Antec ha dispuesto en la parte superior de la caja. Detalles a veces tan sencillos como este nos muestran la diferencia entre una buena caja y una caja extraordinaria como es esta Antec Nineteen Hundred.
EL MONTAJE
No queremos insistir mucho en algo que es particularmente muy personal. Una de las cosas que hacen tan extraordinaria esta caja es que debido a su tamaño es muy fácil trabajar con ella a la hora de montar nuestro PC. A pesar de su tamaño la caja no está exenta de detalles que la hacen una de las mejores cajas del mercado. Otro de los puntos fuertes a la hora de montar nuestro PC es la suma facilidad para hacer un montaje limpio de cables gracias a la extraordinaria gestión de cables que la caja nos ofrece. Cualquier componente, por grande que nos parezca se hace pequeño dentro de esta extraordinaria caja.
Os hemos presentado dentro de la caja la MSI GD45 gaming que tuvimos oportunidad de analizar hace unos meses y cuyos colores hacen juego con los colores rojo y negro de la caja. Junto a ella la enorme Radeon R9 290X que, como podéis observar, cabe perfectamente dentro de nuestra Antec Nineteen Hundred.
CONCLUSIÓN
Estamos ante una caja que podrá gustar o no por su enorme tamaño, particularmente su altura, pero desde luego no deja indiferente. El principal handicap de la misma es sin duda la necesidad de utilizar cables extensores para la fuente de alimentación teniendo en cuenta el gran recorrido que deben realizar hasta los diferentes puntos de la placa. La construcción es muy robusta. No opta por los materiales selectos como el aluminio cepillado de algunas grandes marcas, pero hasta en ese sentido acierta teniendo en cuenta que una caja de estas dimensiones tiene que dar el aspecto de robustez y estabilidad que el acero que monta le da al chasis.
Muchos de vosotros pensareis que el precio es desproporcionado, y yo os digo que no por la sencilla razón de que a pesar del tamaño está llena de detalles y particularidades que la convierten en una de las mejores cajas del mercado. Desde luego no es una caja de capricho, pues Antec busca otra cosa diametralmente opuesta, es la funcionalidad y la comodidad a la hora de montar un PC dentro de ella. Y sin duda lo ha conseguido y con creces.
Si queréis montar un PC con garantías de buena refrigeración y silencio sin duda esta es vuestra caja. Eso sí, tomad las medidas oportunas antes de optar por esta maravillosa caja.
PROS:
- Sin duda el espacio para montar placas con cualquier factor de forma
- Gran número de bahías
- Construcción robusta, con acero de gran calidad
- Posibilidad de instalar dos fuentes
- Gran número de filtros que garantizan una caja limpia de polvo por dentro
- Excelente gestión de cables
CONTRAS:
- Falta de cables extensores necesarios
- Poco manejable. Se echa en falta un asa para poder trasladarla.
- Difícil acceso al frontal de la caja