Hace muy poco Razer anunció la renovación de su ratón buque insignia, el Razer Mamba, al que le han añadido la iluminación Chroma que permite utilizar más de 16 millones de colores diferentes, le han renovado el sensor láser que ahora alcanza los 16.000 DPI, le han añadido un sistema que permite ajustar la sensibilidad de presión de los dos botones principales, y le han renovado el diseño. Un lavado de cara total para el ratón buque insignia de la compañía que eso sí, ahora cuesta la friolera de 180 euros. Hoy os presentamos nuestro análisis.
Nos encanta Razer, no vamos a negarlo, especialmente por su diseño. Y cuando analizamos un producto que de entrada ya sabemos que nos va a gustar, debemos hacerlo con un ojo más crítico si cabe, máxime cuando lo que tenemos entre manos es un periférico que cuesta la friolera de 180 euros. ¿Vale este Razer Mamba lo que cuesta, teniendo en cuenta que tenemos en el mercado ratones Gaming bastante decentes por una quinta parte de lo que cuesta este? Es lo que vamos a averiguar en este análisis.
Ya de comienzo y sin entrar en especificaciones técnicas, vemos un Razer Mamba con diseño totalmente renovado; el anterior modelo tenía una forma muy parecida al famoso DeathAdder de la marca, uno de los mejores ratones Gaming que existen dicho por decenas de jugadores profesionales (y por mi mismo pues lleva siendo mi ratón varios años ya), por lo que en forma y en ergonomía no tenía parangón. Ahora bien, Razer ha decidido renovar totalmente el diseño en esta nueva versión, haciendo que parezca más un ratón ambidiestro, aunque no lo es dado que los botones de navegación solo están en el lateral izquierdo, ergo es un ratón para diestros.
Ahora bien, el nuevo Mamba tiene muchas cosas que lo diferencian tanto del DeathAdder como de la versión anterior. Para empezar, los dos botones programables que generalmente se utilizan para subir y bajar la sensibilidad «al vuelo» se han quitado de la zona izquierda del botón izquierdo y han pasado a estar en el centro del ratón, donde siguen estando a mano y ya no molestan a la hora de jugar. Por otro lado, la rueda ahora es 4G, es decir, que además de hacer scrolling hacia delante y hacia atrás, también lo hace horizontalmente, algo que siempre me ha parecido de lo más útil y que no muchos fabricantes implementan. Por último cabe destacar la iluminación Chroma, dispuesta en el nuevo Mamba en forma de dos tiras laterales y por supuesto también en la rueda. La base inalámbrica sigue siendo muy parecida pero con unas sutiles diferencias que vamos a poner de manifiesto en el interior del análisis.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Para empezar hemos de destacar el sensor de quinta generación que Razer ha implementado en este modelo (el anterior era el 4G) que alcanza los 16.000 DPI. No conozco a mucha gente que juegue a más de 5.000 DPI, pero seguro que habrá Gamers que le saquen partido. Dejando eso de lado, éste sensor es capaz de registrar movimientos con una aceleración de hasta 50G y 210 pulgadas por segundo, cifras astronómicas que simplemente sirven para asegurar que el Mamba no perderá ni un píxel de nuestros movimientos por muy rápido que los hagamos.
Se trata de un ratón inalámbrico, por supuesto, pero que también puede funcionar con cable. Lo que es más, si la batería se nos está agotando (aunque las 20 horas que especifica Razer parecen más que suficientes para una sesión Gaming intensiva) podemos desenchufar el cable de la base de carga, conectarlo al ratón directamente y seguir jugando como si nada. Éste cable tiene conector USB bañado en oro y está protegido por una malla de fibra trenzada, como buen ratón de categoría Premium que es.
Además del montón de características específicas que podéis ver en el cuadro de especificaciones de arriba, queremos resaltar el hecho de que el Mamba solo pesa 125 gramos con la batería incluida; se trata de un ratón bastante ligero dentro de su categoría, denotando que Razer ha tenido muy en cuenta que el anterior Mamba era un ratón bastante pesado por culpa de la batería. Eso sí, en este modelo, la batería no es extraíble, va integrada en el ratón y no se puede poner y quitar.
Queremos por último poner de manifiesto una tecnología que sí es revolucionaria y novedosa, y que solo tiene en exclusiva este Razer Mamba (la versión Tournament Edition no la tiene), que es la tecnología Click Force que permite ajustar la sensibilidad de presión de los dos botones principales del ratón para que ésta se adapte a las necesidades del usuario.
ANÁLISIS EXTERNO.
Estamos ante un periférico de categoría Premium, tanto por precio como por especificaciones técnicas, y Razer ha querido plasmar esto desde el propio embalaje. Por ello, y aunque en la parte exterior vemos el habitual cartón blando de color negro con todas las características y tecnologías descritas con un elevado nivel de detalle como es habitual, dentro de esta cubierta de cartón no encontramos un blíster de plástico como es habitual, sino una caja metálica casi de coleccionista, con el ratón y sus accesorios envueltos en gomaespuma, efectivamente como una pieza de colección.
En esta primera galería podéis ver la cubierta exterior, con toda la información sobre el producto que hemos descrito en la sección anterior de este análisis.
Y a continuación la cubierta metálica del interior.
Aquí podéis ver en detalle el contenido (retirando el panfleto de instrucciones, información sobre la garantía y la habitual «carta» del CEO de Razer).
Los accesorios del Razer Mamba consisten en los panfletos anteriormente mencionados, el cable de conexión, la base de carga y emisor inalámbrico, y una pieza que en breve vemos en detalle que sirve para modificar la sensibilidad de los botones.
Veamos lo primero de todo la base inalámbrica. Como en el Mamba anterior, se conecta por la parte trasera a través de USB y cuenta con un potente imán que mantendrá el ratón bien sujeto cuando lo coloquemos encima para recargar su batería. Por supuesto su base tiene una generosa pieza anti deslizante, y como no podía ser de otra manera, cuenta con iluminación Chroma en todo su perímetro que, si me lo permitís, queda impresionante una vez conectado. Lo veréis un poco más adelante, por supuesto.
De los accesorios solo queda ver en detalle el cable y la herramienta para modificar la sensibilidad de los botones; aquí lo tenéis.
Visto el embalaje y los accesorios llega la hora de la verdad. Aquí está el Razer Mamba en todo su esplendor.
El diseño es como comentábamos al principio simétrico y parece de ambidiestro, aunque no lo es dado que los botones laterales están únicamente en el botón izquierdo. En la parte de la palma encontramos un logo de Razer no iluminado y dos tiras que abarcan ambos laterales que sí se iluminarán, igual que la rueda.
En esta toma delantera podéis ver los dos botones principales, la rueda 4G y los dos botones en la zona central, que aunque son programables en principio están pensados para subir y bajar la sensibilidad del sensor láser.
El lateral derecho. Como véis no hay botones aquí, pero Razer sí que ha instalado una generosa pieza de goma para mejorar el agarre del ratón.
El lado opuesto también cuenta con una gran pieza de goma, además de los dos botones de navegación que son de un tamaño considerable, al estilo del DeathAdder. Y ya que menciono este ratón he de decir que me parece una de las modificaciones en el diseño más acertadas de Razer en este nuevo Mamba.
Vamos a la zona inferior. Aquí tenemos una concavidad que servirá para dejar «en su sitio» el ratón cuando lo acoplemos a la base (un complemento al imán), y a diferencia del Mamba anterior, como adelantábamos al principio no hay hueco para extraer la batería. Tenemos los dos conectores a la base para tomar la energía que recargará la batería a la derecha del sensor láser, el botón de encendido y apagado a su izquierda y en la parte de arriba dos pequeños tornillos que sirven para, con la pieza que os mostramos antes, modificar la sensibilidad de los botones. Por último cabe destacar el hecho de que Razer ha integrado tres grandes piezas de teflón que aseguran un deslizamiento óptimo (dos arriba y una grande abajo).
Aquí podéis ver más de cerca la zona superior, con los dos tornillos para modificar la sensibilidad de los botones. Por cierto que en la zona central superior está el conector USB por si queremos utilizar el Mamba directamente con cable.
Detalle del tornillo con su herramienta.
Antes de comenzar a contaros nuestras impresiones sobre el funcionamiento de este nuevo buque insignia de Razer, podéis ver la siguiente galería con el ratón «montado» en su base, y por supuesto una pequeña muestra de su iluminación.
TESTEO.
Conectamos el ratón al PC y automáticamente se enciende su iluminación y comienza a funcionar, tanto en modo con cable como inalámbrico. Pero por supuesto se nos ofrece instalar la última versión de Razer Synapse para que podamos sacarle el máximo partido al dispositivo.
El software.
No vamos a hacer demasiado hincapié en Synapse, pues seguro que lo conocéis ya de sobra (y si no, podéis leer cualquiera de nuestros análisis de periféricos Razer para conocerlo en profundidad). Así pues, vamos a hacer un repaso de los apartados más interesantes y, sobre todo, los concernientes a este Mamba que analizamos hoy.
En la pantalla principal tenemos como siempre la gestión de perfiles y la asignación de botones. Virtualmente podemos asignar cualquier acción a cualquier botón excepto el de clic izquierdo. En el caso de este Mamba, tenemos dos vistas, o tres según se mire pues la rueda central tiene su ventanita aparte dado que tiene cuatro posiciones.
La siguiente pestaña es la relativa al rendimiento, donde podremos configurar los diferentes niveles de sensibilidad (independientes para los ejes X e Y si queremos) y la aceleración, así como la tasa de sondeo (frecuencia de respuesta) del ratón. Un dato importante aquí es que, tal y como advierte Razer en el propio software, en modo inalámbrico no podemos tener 1000 Hz de frecuencia y la iluminación Chroma al mismo tiempo, limitándonos a 500 Hz si queremos los efectos especiales de iluminación. Por cable sí que podemos tener Chroma y 1000 Hz.
El tercer apartado es referente a la iluminación. Aquí podemos configurar los diferentes efectos del ratón y su base, incluyendo el configurador avanzado Chroma.
La cuarta pestaña es una novedad de este nuevo Mamba, y se llama calibración. Como hemos visto en otros ratones, permite analizar la superficie para proporcionar el mejor control, e incluye varias alfombrillas de Razer en su catálogo de serie (por supuesto podemos seleccionar una propia y que la analice el propio ratón). Cuidado porque esta facultad, de nuevo, solo está disponible si utilizamos el ratón con cable.
Por último tenemos la pestaña Alimentación, en la que podremos configurar el tiempo de inactividad para que se apague la iluminación, el porcentaje de carga de la batería antes de que nos avise de que debemos recargarla, y el efecto que queremos que tenga la base al poner el ratón sobre ella. Esto me ha gustado mucho, pues con los propios LED de los laterales del ratón indica el nivel de carga mientras está el ratón acoplado en la base.
El resto (Macros y Estadísticas) los conocéis de sobra así que no vamos a hacer hincapié en ellos.
Pruebas de uso
Hemos estado utilizando el Razer Mamba durante una semana aproximadamente, y para todo tipo de usos: desde trabajar hasta juegos, y en este último caso de todo tipo, desde League of Legends donde como sabéis se «machaca» el ratón hasta The Witcher 3: Wild Hunt o incluso el nuevo Star Wars Battlefront (Beta).
En uso el Mamba me ha resultado de lo más cómodo, poniendo de manifiesto que Razer ha acertado de pleno en todos los cambios de diseño que ha realizado en esta nueva versión del ratón. El comportamiento del mismo es adecuado: el sensor se muestra preciso en todo tipo de situaciones, y he de destacar que me ha gustado el poder modificar la presión que hay que ejercer sobre los botones, pues no es lo mismo las pulsaciones contínuas que se hacen por ejemplo en League of Legends, donde agradeces un botón más blando, que las pulsaciones más precisas que necesitas hacer en un juego tipo FPS.
Eso sí, y aquí viene la parte mala: con el modo inalámbrico (con cable todo ha funcionado de manera impecable) he notado que en ocasiones el ratón daba pequeños parones, muy leves, pero que en juego se notan. Más tarde me di cuenta de que esto solo me sucedía cuando la batería estaba cerca de terminarse, en torno al 20%, y con la batería completamente cargada no tenía ningún problema. En resumen, cuando la batería se está agotando el ratón comienza a no funcionar todo lo fino que podría esperarse, y esto sucede mucho antes de que se agote, ya os digo que en torno al 20% ya sucede.
Por otro lado cabe destacar que el Mamba está lejos de tener la autonomía de 20 horas de la que presume el fabricante. Con un uso normal si ha llegado a 12 horas tengo que dar las gracias. Ahora bien, que 12 hora de autonomía en un ratón de estas características y máxime con esta iluminación no es para quejarse, la verdad, pues da de sobra para una intensa sesión Gaming. Pero me molesta un poco que Razer diga que dura bastante más (debe ser como cuando dicen que un coche consume 4 litros a los 100 Km y luego consume 6… esos 4 litros son en un entorno ideal, a velocidad estable, con marchas largas y pocas revoluciones por minuto).
CONCLUSIÓN.
La conclusión que saco después de una semana con el Razer Mamba está muy clara: es sin lugar a dudas uno de los mejores ratones del mercado, si bien es cierto que su precio de 180 euros me parece exagerado pues aunque es muy buen ratón tiene ciertas carencias. Es muy cómodo, con una estética impresionante gracias a la iluminación y cuenta con un sensor muy preciso y una gran capacidad de configuración, amén de la comodidad de poder utilizarlo de manera inalámbrica. Ahora bien, cosas como que no puedas utilizar el sistema Chroma en modo inalámbrico si tienes las frecuencia de sondeo configurada a 1000 Hz, o que el ratón tenga algunos parones cuando la batería ronda el 20% de carga es algo en lo que Razer debería trabajar si pretende vender un ratón que si no me falla la memoria es el más caro del mercado, con mucha diferencia.
PROS:
- Sensor muy preciso en todos los ámbitos.
- Calidad de materiales, incluyendo el embalaje, de categoría Premium.
- Amplísima capacidad de configuración, incluyendo la presión de los dos botones principales.
- Iluminación Chroma impresionante, incluyendo la base de carga.
- Estética. Personalmente me parece precioso.
- Es muy cómodo desde el primer momento, y tiene un comportamiento fuera de serie.
- Botones laterales grandes y generosas inserciones de goma en ambos laterales para mejorar el agarre.
- Base de carga muy fácil de acoplar, incluso a oscuras, gracias al imán integrado.
- Autonomía de la batería (unas 12 horas con un uso intensivo).
CONTRAS:
- No puedes utilizar los efectos especiales de la iluminación Chroma en modo inalámbrico si configuras 1000 Hz de tasa de sondeo.
- Cuando la batería llega a en torno al 20%, el ratón sufre algunos parones.
- Precio (180 euros).
Por todo lo anterior, creemos que como dijimos antes el nuevo Razer Mamba es uno de los mejores ratones del mercado (dejando de lado su precio), y por ello se merece nuestro galardón de Platino y nuestra recomendación tanto por su rendimiento como por su diseño.