Una vez más vuelve Raijintek a ocupar un espacio de excepción en nuestro laboratorio y una vez más ofreciéndonos un disipador que pretende codearse con los grandes. Pero esta vez no hablamos de un disipador para la CPU, sino de un disipador exclusivamente diseñado para las tarjetas gráficas de alta gama. No hace falta que volvamos a hablaros del nuevo fabricante alemán que poco a poco se va haciendo un hueco en el mercado y que de momento ya se ha dado a conocer sobre todo por sus disipadores aunque, como ya analizamos en su momento, ya ha hecho alguna que otra incursión en el mundo de las cajas con su Raijintek AGOS.
A modo de resumen y antes de comenzar con el análisis más en detalle de este disipador, os podemos decir que el Raijintek Morpheus ya se puede adquirir en las tiendas a un precio ligeramente superior a los 50€, aunque, a decir verdad, habrá que vaciarse un poco más el bolsillo pues este nuevo disipador del fabricante alemán no incluye los dos ventiladores de 120 mm necesarios para refrigerar de forma óptima a las gráficas para las cuales está preparado. Y tanto que lo va a necesitar y más si la gráfica a refrigerar es la ya conocida R9 290X (objeto de nuestro análisis) teniendo en cuenta que hablamos de una GPU que se ha caracterizado, entre otras cosas, por su pobre refrigeración y su alto ruido, características que han disparado la venta de disipadores específicos para dichas gráficas como el famoso Accelero Extreme III el cual se convertirá en el contrincante de nuestro Raijintek Morpheus.
Pero sin querer alargar sobremanera nuestra introducción comenzaremos con las especificaciones de nuestro Morpheus de acuerdo con la Web del fabricante.
Lo primero que nos llama la atención es el amplio espectro para el cual nuestro disipador es compatible. Empezando con las últimas GPUs de AMD y cubriendo un amplio rango de las actuales, y no tan actuales, NVIDIA.
ANÁLISIS EXTERNO
La primera sensación que nos ofrece el embalaje del Raijintek Morpheus es el de poca fiabilidad. Viene en una caja de cartón sin ningún tipo de protección extra y por tanto no podemos dar nuestro visto bueno. Además y esto ya es puramente subjetivo, la primer impresión que nos ha dado la principal fotografía es de indiferencia. A lo mejor se trata de mi propia ignorancia, pero no entiendo muy bien que tiene que ver la foto de un portaaviones para presentarnos el Raijintek Morpheus. No sé si lo que pretende Raijintek es buscar un parecido estético del propio disipador al de un portaaviones.
En cualquier caso el embalaje no nos deja buen sabor de boca. Desde el punto de vista práctico me temo que el fabricante se lleva un suspenso teniendo en cuenta la falta de protecciones para asegurarnos que el disipador llegue en perfectas condiciones. Aún así a nosotros nos llego en perfectas condiciones excepto por alguna que otra lámina de aluminio que no tuvimos más que enderezar. Sigue heredando los errores que ya venía arrastrando de los primeros disipadores de CPU que analizamos en su momento. En su momento lo achacamos y lo justificamos al bajo precio al que habían salido al mercado dichos disipadores y a la necesidad de recortar los costes, pero en esta ocasión estamos ante un disipador que no es especialmente barato aunque, ni mucho menos, se puede considerar tampoco caro.
Pero entremos más en detalle a propósito del embalaje. Junto a la foto del portaaviones, en la parte frontal de la caja, nos encontramos con una breve descripción del disipador así como una mención especial a las gráficas compatibles con dicho procesador. En los laterales una foto más en detalle del disipador y en otro lateral dos de las características más importantes como la «capacidad de enfriamiento» así como la disposición y número de aletas del disipador. Estas dos características en nueve idiomas diferentes. Por fin en otro de los laterales «cortos» encontramos las especificaciones que os hemos puesto más arriba.
Abrimos la caja y lo primero que nos encontramos son los accesorios que forman parte integrante del disipador divididos en diferentes bolsas.
Haciendo una breve descripción de lo que vamos a encontrar tenemos los siguientes accesorios:
- 9 disipadores de aluminio de 11 mm de altura para las memorias.
- 9 disipadores de aluminio de 5 mm de altura para las memorias para aquellas zonas de la GPU donde los disipadores anteriores de altura más grande podrían interferir con el disipador principal.
- 6 disipadores de aluminio para las memorias pero con diferente forma.
- Un disipador para la zona de los VRM
- El soporte para el montaje del disipador a la GPU junto con sus respectivos tornillos
- 4 clips para anclar los dos ventiladores de 120 mm al disipador
- Una bolsita de pasta térmica
- Una gran cantidad de adhesivos para pegar los pequeños disipadores de aluminio a las memorias
- Un pequeño folleto explicativo
Empezamos el análisis del propio disipador. Y es que según terminamos de sacar todos los accesorios de los que dispone la caja nos encontramos con lo siguiente
Tan solo un cartón separa al disipador de sus accesorios y el disipador aparece tal cual dentro de la caja sin ningún tipo de protección. Esto es lo que os decíamos sobre la falta de protecciones que aseguren la llegada del disipador al lugar de destino. En nuestro caso, el disipador llego más o menos en condiciones. Pero vamos a centrarnos en él.
6 heatpipes de cobre de 6 mm de diámetro recorren longitudinalmente el largo disipador que está formado por 129 aletas de aluminio y, si hacemos caso a las especificaciones del cliente tiene un peso de 515 gramos. La base sobre la que se va a refrigerar la GPU viene perfectamente protegida y, una vez quitado el plástico protector, encontramos un acabado perfectamente pulido y que le da un aspecto bastante profesional al disipador. Parece que Raijintek, una vez más, apuesta por la calidad de sus disipadores. Aunque esto lo tendremos que comprobar más adelante. En cualquier caso, el aspecto exterior del disipador es, en términos generales, muy bueno.
EL MONTAJE
Para hacer el montaje hemos cogido la tope de gama mono GPU de AMD que no es otra que la R9 290X, pero a la vez es una de las tarjetas más ruidosas y más calientes con las que nis hemos podido encontrar si trsabajamos con su disipador de serie. Sin duda un difícil reto para nuestro Raijintek Morpheus. En particular, el modelo de referencia que hemos utilizado es el del fabricante VTX3D, de la prestigiosa TUL Corporation que a lo mejor no es muy conocido en países como España pero si os sonara más si os hablamos de POWERCOLOR que es la marca insignia de TUL.
Pero continuando con el protagonista de nuestro análisis os diremos que «sencillez» es el principal objetivo que define al montaje con este disipador. Cualquier persona, incluso sin experiencia, es capaz de instalar este disipador.
Desmontamos el disipador de origen de nuestra VTX3D R9 290X y comenzamos con el montaje
Lo primero es limpiar la pasta térmica de la GPU con un paño y un poco de alcohol (ideal el uso de alcohol isopropílico pero el típico alcohol de 96º es válido). La pasta térmica que véis en los laterales sale sin problemas con un bastoncillo de los oidos.
El montaje de los famosos disipadores para las memorias es muy sencillo. Tan solo coger uno de los adhesivos que nos suministra el fabricante y que ya lleva el tamaño de los propios disipadores. Una vez puesto el adhesivo o thermal pad en el disipador, éste se pega a cada una de las memorias que encontramos alrededor de la GPU y listo. Ahora cobra razón las dos diferentes alturas de los disipadores de aluminio para las memorias, pues en algunas de dichas memorias el disipador principal pasa muy justo (por la zona de los heat pipes) y los disipadores de más alto perfil podrían tocar con el disipador principal. En la siguiente foto podéis ver como hemos pegado los diferentes disipadores de las memorias.
Datos a tener en cuenta. El fabricante nos da thermal pads más que de sobra para varias instalaciones a la par que es extremadamente sencillo el despegar después los disipadores. Con esto se asegura una ventaja muy importante. El Raijintek Morpheus es susceptible de ser desinstalado de una tarjeta gráfica y de ser montado en un futuro en otra compatible con este modelo, obviamente. Por un lado la garantía en caso de un futuro problema con la gráfica no corre peligro por la posible instalación futura del disipador original de serie y tramitación de dicha garantía y el Raijintek Morpheus no queda condenado a una sola instalación en una GPU. Esto son ventajas muy a tener en cuenta en nuestro nuevo disipador. Esta ventaja choca con el inconveniente de otros disipadores del mercado con los cuales, una vez puestos en la tarjeta gráfica, ya no se pueden utilizar en futuras ocasiones con otras tarjetas.
Una vez hemos puesto los disipadores en las RAMs pasamos a instalar el disipador más grande en la zona de los módulos reguladores de voltaje o VRM. Para ello cogimos el thermal pad que viene para tal efecto (en el pack de accesorios vienen tres) y encima montamos el disipador. Quizás la manera de montar este disipador no es la más idónea porque hay que reconocer que nos costó un poco de trabajo el utilizar el sistema de presillas que tiene el disipador para anclarlo al PCB. Si no se pone un poco de cuidado corremos el peligro de hasta poder romper el PCB.
Ya tenemos todos los disipadores puestos en las corrspondientes memorias y zona del VRM. Tan soilo encontramos una zona más susceptible de ser disipada en nuestra R9 290X y que requirió uno de los disipadores más estrechos. La única pega es que, como podéis observar en la foto, quedó sin posibilidad de disipación un pequeño componente que Raijintek no ha previsto y que al estar rodeado de pequeños condensadores precisaría de un disipador mucho más pequeño al no poder usar uno de los grandes.
Ya hemos finalizado la instalación de los pequeños disipadores y el resultado final es el siguiente
El siguiente paso es poner la pasta térmica en la zona de la GPU y por supuesto poner el disipador de la misma.
Una vez instalada la pasta térmica lo primero que hicimos es prepara el propio disipador de la GPU para poder atornillarlo al PCB de nuestra tarjeta gráfica. Para ello lo primero que tuvimos que hacer es coger y atornillar los pequeños accesorios que vienen con el fabricante y que permiten a nuestro disipador ser compatible con las nuevas Radeon Hawaii y poner los mounting posts sin olvidarnos de poner la pequeña arandela de plástico en tre dichos mounting posts y la propia base del disipador. En fotos podéis ver resumido el proceso de instalación asi como el detalle de uno de esos mounting posts.
Ahora ya estamos en condiciones de unir con cuidado el disipador de la GPU al PCB y astornillarlo con los tornillos especiales que el fabricante nos suministra a tal efecto. Y por fin tenemos el disipador de la GPU montado en la gráfica. Ya hemos termiando el sencillo proceso de instalación que ha durado mucho menos que el propio hecho de escribirlo para vosotros en este análisis.
El siguiente paso antes de hacer las pruebas de rigor es la instalación de los ventiladores en el propio disipador (introduciendo el aire en el mismo) gracias a los clips que venían entre los accesorios.
Como podéis observar en las fotos de más arriba el principal inconveniente que le encontramos a este disipador es el tamaño. Y es que con los ventiladores instalados ocupa tres slots de la zona de los PCI-e. Al menos ahora podremos comprobar si los resultados de nuestras pruebas compensa el uso de tanto espacio.
EL TESTEO
Las pruebas del Raijintek Morpheus se realizaron ante una temperatura ambiente de 26º. Las pruebas se realizaron obteniendo las temperatura medias y máximas de nuestra GPU después de someterla a una sesión durante 15 minutos de Unigine Valley Benchmark v 1.0 en modo benchmark y con la opción Extreme del propio programa. Las mismas pruebas se realizaron con el disipador de serie de la propia tarjeta y con el llamado a ser el gran contrincante del Raijintek Morpheus que no es otro que el ya conocido Accelero Xtreme III del propio Arctic Cooling.
Los ventiladores utilizados en el Raijintek Morpheus para las pruebas fueron los archiconocidos Gentle Typhoon de 1850 RPM.
Los resultados obtenidos fueron los siguientes.
Como podéis observar en la tabla de resultados y en la propia imagen adjunta tanto el Raijintek Morpheus presenta unos resultados extraordinarios, incluso comparándolo con el afamado Accelero Extreme III, y especialmente en los VRMs. Sobre el disipador de serie, no hay punto de comparación, esos 36ºC de diferencia hablan por sí solos.
CONCLUSIÓN
Poco que decir que no hayamos dicho anteriormente. Una vez más Raijintek ha concebido un producto estando a la altura de los más grandes a pesar de su juventud. Y una vez más, el precio es su principal argumento. Aunque el precio puede ser engañoso. Efectivamente 55€ puede parecer un precio muy recomendado, pero no olvidemos que mientras su principal competencia incluye ya los ventiladores dentro del propio pack, en el caso del Morpheus nos tendríamos que comprar dos buenos ventiladores que ya elevarían el precio a 90€ mínimo. En cualquier caso y si nos ceñimos al rendimiento, una vez más tenemos que felicitar al fabricante.
PROS
- Muy buenas temperaturas
- Posibilidad de desmontarlo para utilizarlo con otra gráfica
- Thermal pads por parte del fabricante para más de una instalación
- Compatibilidad con una gran número de gráficas de alta gama
CONTRAS
- Ocupa 3 slots
- Necesidad de comprar los ventiladores aparte que elevaría mucho el precio