De un tiempo a estar parte muchos usuarios han caído en la cuenta de que para seguir disfrutando de algunos videojuegos en el futuro hay que preservarlos. Sobre todo los menos conocidos, de empresas que no tienen el músculo financiero de las más grandes y cuyos lanzamientos pueden perderse en un ingente mar de nombres. ¿Y a Nintendo algo así le parece mal?
Deja, que ya lo preservo yo
Algo así ha debido pensar Nintendo al enviar las cartas de cese y desestimiento a los responsables de algunos proyectos de la escene que hablaban de preservar los juegos de Nintendo y, para ello, recurrían a un sistema de extracción de las claves únicas de los juegos de Switch que permitía guardarlos en un ordenador y, por supuesto, jugarlos posteriormente gracias a un emulador. Y claro, ha sido este punto el que ya no ha debido hacer tanta gracia a los japoneses, aunque desde esa iniciativa hayan demostrado repetidas veces que no son un canal de distribución de juegos de forma ilegal.
Es por eso que el proyecto Lockpit ha anunciado oficialmente el cierre de cualquier desarrollo, al calor de esas amenazas de Nintendo que, aunque iniciativas así pudieran llegar a parecerle buenas, en realidad solo esconden nuevas formas de extraer claves únicas de los juegos que podrían ser consideradas como ilegales ya que infligen derechos de propiedad intelectual de los japoneses.
Es obvio que en el momento en el que estás eludiendo un sistema de protección, estás forzando y llegando a un terreno poco definido donde pueden conculcarse muchos derechos, y seguramente todos deben ser respetados. En España, todos los usuarios tenemos derecho –y pagamos por ello– a una copia privada de uso exclusivo que no podríamos compartir de ninguna de las maneras. ¿Se respeta algo así en proyectos como Lockpit o realmente se aprovecha un fin como el de la preservación para esconder la posibilidad de jugar a todos los lanzamientos de Switch sin pagar un euro?
Nintendo y su historial contra la piratería
Sin duda, lo ocurrido con Nintendo y esa comunicación a los responsables de Lockpit no sorprende si miramos el historial de los japonsses, que llevan desde los tiempos de Super Nintendo, Game Boy e incluso NES, haciendo frente a los sistemas de copia de sus videojuegos. A principios de los 90 se significó especialmente en su lucha contra los copiones y a partir de ahí no ha dejado de tener en las oficinas de sus distintos países equipos específicamente dedicados a perseguir esas prácticas.
Nintendo, como bien ha demostrado, es de las pocas que tienen una estrategia clara en lo que a preservar sus videjuegos se refiere, que los va llevando de una consola a otra dentro de una estrategia de monetización y dar valor a los usuarios que es de alabar: Nintendo Switch Online es la mejor muestra de ello, en la actualidad, como lo fue su Máquina Virtual en otras anteriores como Wii, Wii U, etc.
Sea como fuere, que sepas que si tienes en mente un proyecto de preservación de videojuegos relacionado con Nintendo, vete olvidando, porque son ellos los que se encargan de hacerlo. Al menos en lo que a sus propios lanzamientos se refiere. Otra cosa serán los cientos o miles de nombres que lleguen a la eShop de Nintendo, que nadie sabe si alguien se encargará de preservarlos… o no.