A finales de Agosto MSI presentó su nueva gama de ordenadores portátiles preparados para sistemas de realidad virtual, y entre ellos el GT83VR Titan SLI es sin lugar a dudas el rey de la categoría. Se trata de una bestia, tanto en tamaño como en prestaciones, una estación de juegos móvil que nos permitirá tener toda la potencia (y en muchos casos más) de un sobremesa en cualquier parte, y con el añadido de contar con una enorme pantalla de 18,4 pulgadas y cómo no, todas las características Gaming a las que MSI ya nos ha acostumbrado. En el día de hoy os presentamos nuestro particular análisis de éste equipo.
Para el GT83VR Titan SLI, MSI no se ha andado con chiquitas. Ha puesto toda la carne en el asador sin importar el precio, y no en vano estamos ante un equipo con un precio que ronda los 5.000 euros, aunque como siempre depende de la configuración. Además hay que dejar una cosa clara y es que el nombre «Titan» de éste equipo no es porque incorpore gráficas GeForce Titan, pues de hecho presume de contar con dos GTX 1080 en SLI, el nombre de Titán viene por su enorme tamaño y por su sistema de refrigeración exclusivo «Cooler Boost Titan», integrado por tres ventiladores tipo blower «Whirlwind Blade» y un enorme sistema de heatpipes y bloques de láminas de aluminio.
Éste disipador permite al MSI GT83VR el contar con el sistema Shift, pues a pesar de contar con hardware de alta gama que produce bastante calor (y de hecho con dos GPUs), va bastante sobrado en términos de refrigeración. El sistema Shift permite ajustar manualmente el Overclock automático de GPU y CPU, teniendo así el balance que el usuario quiera entre rendimiento y ruido generado pues, no nos engañemos, éste sistema con tres ventiladores de tipo blower es ruidoso cuando funciona a alta velocidad.
Dicho esto, vamos a entrar en materia y ahora explicamos todas las características del equipo.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Comencemos por el hardware. El MSI GT83VR Titan SLI está potenciado por un procesador Intel Core i7-6820HK de cuatro cores y ocho hilos de proceso gracias a la tecnología Intel Hyperthreading, un procesador que según MSI proporciona hasta un 30% más de rendimiento que la generación Haswell (Core i7-4720HQ) y un 20% más que los Core i7-6700HQ que incorporan los portátiles Gaming normales.
Gracias a la inclusión de éste procesador Skylake el portátil también se beneficia de la memoria RAM DDR4. En éste caso el equipo cuenta con 32 GB DDR4 a 2400 Mhz, pero admite la instalación de hasta 64 GB en cuatro módulos de 16 GB cada uno. Por supuesto como comentábamos al principio la principal característica de éste equipo Gaming es la incorporación de dos NVIDIA GeForce GTX 1080 con 8 GB GDDR5X cada una, en formato MXM para poder cambiarlas por gráficas mejores cuando sean lanzadas al mercado si se quiere. Además como veremos más adelante MSI ha utilizado un puente SLI físico de alto ancho de banda para aprovechar mejor la potencia de las dos gráficas.
También hay que mencionar el habitual SuperRAID 4 en almacenamiento que MSI emplea en todos sus equipos de alta gama, un sistema que se aprovecha del ancho de banda de PCI-Express 3.0 para proporcionar unas velocidades de hasta 3300 MB/s en el SSD. En éste caso, el equipo que MSI nos ha enviado no cuenta con este sistema sino con un SSD M.2 NVMe PCI-Express normal, capaz de proporcionar hasta 2200 MB/s de velocidad.
Por último cabe destacar que además de las tecnologías exclusivas de MSI como el audio Nahimic, la configuración RGB con Dragon Center y demás, el MSI GT83VR Titan SLI es el primer ordenador portátil del mundo en incorporar un teclado mecánico con interruptores Cherry MX Brown originales. Eso sí, el fabricante ha realizado un ingenio para combinar el touchpad con el teclado numérico, más tarde lo veremos, pero básicamente consiste en colocar el touchpad a la derecha del teclado y con la pulsación de un botón convertirlo en un teclado numérico táctil.
ANÁLISIS EXTERNO
El MSI GT83VR Titan SLI viene embalado en una caja de cartón duro de grandes dimensiones en cuya cara principal podemos encontrar una imagen del producto, destacando que se trata de un dispositivo preparado para VR y con un eslogan un poco presuntuoso, aunque viendo su hardware interno no es para menos: «Game like a God» (juega como un dios).
En la cara trasera del embalaje encontramos un gran número de recuadros indicándonos cuáles son las características especiales del equipo.
Una pequeña etiqueta en un lateral enumera las principales características de hardware del equipo, pues recordad que hay diferentes modelos.
Abrimos la caja y con lo primero que nos topamos es con una caja interna con los accesorios. No hagáis mucho caso al orden pues tened en cuenta que éste equipo ha pasado por mil manos antes que las nuestras y no siempre tienen todo el cuidado que sería deseable a la hora de devolver un producto, pero en cualquier caso lo que llama la atención son DOS fuentes de alimentación con un accesorio para conectar las dos a un solo conector del portátil.
Tiene por lo tanto dos cables de alimentación con conector schucko normal. Cada una de las fuentes es de 330 vatios, así que en total el portátil podría llegar a consumir hasta 660 vatios.
Ya sabemos que tenemos entre manos un portátil «mazacote», de grandes dimensiones (por cierto que mide 458 x 339 x 69 mm y pesa 5,5 Kg sin tener en cuenta las fuentes de alimentación) pero aquí veo una gran pega, y es que ambas fuentes están unidas por un solo cable.
Esto quiere decir que obligatoriamente tendremos que utilizar las dos fuentes, y lo que es más, si se nos estropeara una tendríamos que cambiar las dos. Aquí podéis ver el accesorio que viene aparte para conectar ambas fuentes al portátil. Creo sinceramente que habría sido más acertado incorporar una fuente más grande y el doble de potente que dos fuentes con este sistema.
Vamos con el portátil. Como es habitual viene embalado con el máximo cuidado y con protecciones por todas partes, ya que no queremos que un equipo de 5.000 euros sufra ningún daño durante el transporte.
El MSI GT83VR Titan SLI es una versión en gran de los portátiles a los que el fabricante nos tiene acostumbrado en términos de estética, con el aluminio en la zona superior y el habitual logo que se iluminará cuando el equipo esté encendido. A destacar las dos fuertes bisagras de la parte trasera y, por supuesto, el grosor de casi 7 centímetros en la parte trasera y las grandes salidas de aire de que dispone.
En la parte trasera vemos dos grandes salidas de aire en los lados, además de (de izquierda a derecha) un mini display port / Thunderbolt 3, USB 3.1 Type-C, HDMI, conector de alimentación y salida HDMI 2.0 que admite resolución 4K.
En el lateral izquierdo, otra salida de aire y dos USB 3.0.
En el lateral opuesto tenemos mucha más chicha. Además de otra salida de aire encontramos la unidad combo Blu-ray, un lector de tarjetas, tres USB 3.0, una salida de audio digital S/PDIF y dos minijacks bañados en oro.
Finalmente en el frontal no encontramos nada destacable salvo los LED que se iluminarán con el equipo encendido.
Abrimos el equipo y lo que llama la atención son dos cosas: por un lado, claro, el teclado mecánico, y por otro la enorme pantalla de 18,4 pulgadas. La matriz de ésta es IPS anti reflejos con resolución Full HD.
Aquí tenéis el teclado más de cerca.
Interruptores Cherry MX Brown con iluminación individual. Como siempre el teclado está fabricado por SteelSeries.
A la derecha del teclado tenemos el touchpad que hace las veces de teclado numérico pulsando un botón. Encima de éste, el botón de encendido, apagado y encendido de pantalla y el super cooler boost.
Así es como se ve cuando está en modo pad numérico.
Finalmente la pantalla, con la webcam de rigor en la parte superior.
ANÁLISIS INTERNO
En éste caso es necesaria bastante pericia para desmontar el equipo, pues además de retirar una tonelada de tornillos en la zona inferior es necesario quitar las dos gomas que «paran» la tapa cuando el equipo está cerrado para quitar dos tornillos también por arriba, una pieza de plástico en la zona de las bisagras, y además hay que usar una púa de guitarra o similar para retirar la carcasa.
Aquí tenéis el disipador «Titan» del equipo.
Ésta es la batería. Es reemplazable pero no sin esfuerzo.
Dos de los cuatro módulos de RAM SO-DIMM DDR4 a 2400 Mhz del equipo. Los otros dos están al otro lado de la placa base y sería necesario retirarla completamente para acceder a ellos. Lo mismo ocurre con los discos duros, es necesario destripar el portátil completamente para acceder a ellos. La verdad es que no se trata de un equipo demasiado dado a ampliaciones por parte del usuario dada la complejidad del desmontaje.
La tarjeta de sonido, que curiosamente es desmontable también.
TESTEO
Hora de encender el equipo y ver qué tal se comporta todo este hardware.
No vamos a entrar en detalle con respecto al software, pues nos saldría un análisis demasiado extenso y además lo hemos visto muchas veces, como por ejemplo cuando analizamos el Vortex o el GS73VR Pro del fabricante.
Temperatura
Ésta es una de las características de las que presume el equipo, gracias al disipador Titán del que os hablamos antes, así que no debería de ser un problema. Para medir la temperatura hemos realizado las pruebas de siempre: en reposo (dejándolo sin hacer nada durante 20 minutos), en carga (estresando el procesador con Prime95 y la gráfica con Furmark al mismo tiempo durante 20 minutos, a la vez que hacíamos un test de lectura secuencial para los discos duros con Aida64). Se ha tomado el dato de temperatura más elevado en cada caso con el software gratuito Open Hardware Monitor. Hay que tener en cuenta que el dato de temperatura que se muestra en la siguiente gráfica es el Delta, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente. De esta manera se muestra el incremento de temperatura sin importar qué temperatura ambiente tengamos en cada momento.
Bien en todos los casos, con el añadido personal de que en ningún momento resulta molesto que el equipo se caliente a la hora de jugar (me refiero a colocar las manos sobre el teclado y demás).
Pruebas sintéticas.
Como siempre, comenzamos con una captura de GPU-z y CPU-z para mostraros lo que tenemos entre manos (clic para ampliar las imágenes).
Nótese que por algún motivo CPU-Z no detecta bien el Core i7-6820HK que tiene instalado el equipo.
Aquí nótese en el apartado «NVIDIA SLI» de abajo que detecta el puente SLI de alto ancho de banda. También nótese que aunque están ambas gráficas conectadas a un zócalo PCI-Express 3.0, al estar en SLI éste funciona eléctricamente a x8.
Vamos ahora sí con las pruebas sintéticas.
CrystalDisk Mark
Disco mecánico:
SSD:
Aquí nos encontramos con resultados dentro de lo que podríamos esperar. Mientras que el disco mecánico nos da un rendimiento normal teniendo en cuenta que es SATA3, el SSD NVMe nos entrega todo su potencial. No sufre thermal throttling.
3DMark
Unos resultados extraordinarios. A destacar que mi equipo de pruebas, con un Core i5-6600K a 4,2 GHz, 16 GB DDR4 a 3200 Mhz y una GTX 1080 (Zotac AMP! Extreme) me da 17012 puntos en Fire Strike, 9861 en la versión Extreme y 5462 en Ultra, por ejemplo. Éste equipo portátil de MSI es claramente superior, especialmente más allá de resolución Full HD. Os ponemos los resultados de éste equipo de sobremesa para que veáis que nos os mentimos.
Heaven Benchmark 4.0
Pues si alguien tenía alguna duda sobre el rendimiento del equipo, con ésta prueba se habrá disipado. Es la mayor puntuación que he visto nunca en Heaven Benchmark 4.0 con todos los ajustes al máximo.
Juegos
Como de costumbre, hemos probado unos cuantos juegos para ver el rendimiento real de este equipo en la que es al fin y al cabo su finalidad: juegos. En todas las pruebas hemos utilizado los ajustes gráficos al máximo, y hemos probado tanto en resolución Full HD como Ultra HD (aunque el modelo analizado tiene resolución Full HD, hemos probado también un monitor 4K conectado por HDMI). Éste ha sido el resultado:
Incluso a resolución Ultra HD y con todo al máximo ningún juego se resiste al MSI GT83VR Titan SLI, y solamente el Rise of the Tomb Raider baja de los 60 FPS de media en Ultra HD (el TressFX, ya sabéis que no se lleva demasiado bien con gráficas NVIDIA).
Vamos a ver ahora algunas pruebas con juegos DirectX 12 o Vulkan.
Más de lo mismo, y poco que añadir.
CONCLUSIÓN
Si quieres una estación de juegos móvil (pues ya habréis visto que éste equipo de «portátil» como tal tiene poco) que pueda con cualquier título, que tenga una enorme pantalla, teclado mecánico, o si queréis sacarle el máximo partido a vuestro sistema de realidad virtual sin complicaros la vida y no tenéis límite de presupuesto podéis dejar de buscar y comprar directamente el MSI GT83VR Titan SLI.
Como habéis visto en nuestras pruebas tiene rendimiento para parar un tren, es sin lugar a dudas el portátil más potente que ha pasado por nuestras manos, aunque también es el más caro. Como desventajas lógicamente hay que hablar del gran tamaño y peso, esas dos fuentes «unidas» necesarias para que funcione, y claro, el ruido que emite cuando se le somete a mucha carga.
Es un equipo que busca el máximo rendimiento bruto casi sin importar todo lo demás.
PROS:
- Rendimiento inconmensurable.
- Gran calidad de materiales.
- Todas las últimas tecnologías disponibles.
- Excelente sistema de refrigeración en términos de temperatura.
- Teclado mecánico retroiluminado firmado por SteelSeries.
- WiFi y LAN Double Shot Pro.
- Enorme pantalla de 18,4 pulgadas.
CONTRAS:
- Precio (el equipo analizado unos 5.000 euros).
- Dos fuentes inseparables.
- Grande y pesado.
- Ruidoso sometido a mucha carga.
Por todo ello, el MSI GT83VR Titan SLI se lleva nuestro galardón de oro y nuestro galardón por su ingente rendimiento.