La tecnología Razer Hyperflux la estrenó el fabricante con el ratón Mamba y la alfombrilla Firefly, revolucionando el concepto de periféricos inalámbricos con un ratón inalámbrico que no solo no necesita cable para cargar su batería, sino que no necesita ni tan siquiera batería, reduciendo considerablemente su peso. Pero, ¿cómo funciona esta tecnología Hyperflux? Os explicamos todos sus entresijos a continuación.
En qué consiste Razer Hyperflux
El secreto de esta tecnología se basa en la carga inalámbrica por inducción. Razer ha instalado bajo la superficie deslizante de la alfombrilla un entramado de bobinas que son capaces de generar un campo magnético que abarca toda la superficie, de manera que el ratón que colocamos encima, gracias a un receptor, es capaz de absorber la energía generada y utilizarla para su funcionamiento.
Este campo magnético es inocuo para el ser humano, por supuesto, pero es suficiente para que el ratón que tenemos en su superficie funcione con su máximo rendimiento. La contrapartida de este campo es que es ligeramente sensible a interferencias, y por ello Razer recomienda que tengamos, por ejemplo, el router a más de metro y medio de distancia.
Por el momento, Razer solo tiene dos periféricos con esta tecnología, el ratón Mamba y la alfombrilla Firefly, pero en un futuro lanzarán más productos compatibles, o eso dijeron porque estos productos llevan ya unos meses en el mercado y, por el momento, no han lanzado ningún modelo más. El mamba no tiene ningún tipo de batería y, por lo tanto, es bastante más ligero que cualquier otro ratón inalámbrico.
Eso sí, cuenta con unos condensadores que almacenan algo de energía en su interior, de manera que aunque despeguemos el ratón de la superficie de la alfombrilla, éste no se apagará. Solo son unos segundos de autonomía, pero lo suficiente para no quedarnos «colgados» mientras lo utilizamos.
En qué se diferencia Hyperflux de otras tecnologías
La mayor diferencia de su competidor directo, la tecnología Powerplay de Logitech, es que este sistema no incorpora un receptor inalámbrico como tal, sino que el campo magnético también sirve para transmitir los datos. En otras palabras, la transmisión de datos es constante entre el ratón y la alfombrilla y, por lo tanto, con el PC, sin necesidad de que haya una conexión inalámbrica entre ambos. Esto permite una mayor velocidad de transmisión, y más fiable.
En resumen, estas son las mayores diferencias entre ambas tecnologías:
- El ratón carece de batería, y por lo tanto es más ligero.
- No podremos utilizarlo fuera de la alfombrilla, pero podemos conectar el ratón con cable y utilizarlo sin ella.
- No es necesaria sincronización alguna, ni hay receptor inalámbrico.
- La respuesta es más inmediata.
- Es sensible a interferencias.
Así pues, esta es la tecnología Hyperflux de Razer y así funciona. Se trata de un método muy efectivo e ingenioso de tener un ratón totalmente inalámbrico, muy ligero y de alto rendimiento sin necesidad de cables ni de recargar la batería en ningún momento. La parte mala es que es muy, muy caro (280 euros) y parece que las ventas no han sido demasiado elevadas a juzgar por el poco «bombo» que la marca le ha dado.
En definitiva, es una tecnología muy trabajada, pero poco conocida, ya que las ventajas son indudables en cuanto a conectividad y comodidad, hasta el punto que el resto de marcas están o bien sacando ya productos similares, o bien a punto de hacerlo.
Esperemos que la democratización de estos sistemas haga bajar su precio.