Los dispositivos SSD han ganado mucha fama en los últimos años debido a que gracias a su enorme velocidad de transferencia aceleran en gran medida el rendimiento general del sistema. Ya existen numerosos fabricantes de estos dispositivos, pero muy pocos como Intel han creado un extenso catálogo en este ámbito para adecuarse a las necesidades de cada tipo de usuario. Por ello, hoy os presentamos el análisis y una comparativa entre cuatro de los modelos de dispositivos SSD que Intel tiene en el mercado actualmente, en concreto de las unidades Intel 330, 335, 525 y DC S3700 Series.
Vamos a resumiros brevemente la finalidad de cada serie de SSDs de esta comparativa antes de empezar con la misma. Comenzamos con los Intel 330 Series, que vienen a ser la gama ideal para personas que buscan un equilibrio entre rendimiento, calidad y precio. Los 335 Series tienen la misma finalidad que la serie 330, pero pretenden tener todavía mejor relación calidad / precio. La peculiaridad de la serie Intel 535 de SSDs es que está especialmente diseñada para sistemas con factor de forma pequeño, y no en vano la mitad de esta serie tiene formato mSATA. Por último, la serie DC S3700 está orientada al ámbito empresarial, y son los SSD de Intel con mayor rendimiento, especialmente pensados para evitar los cuellos de botella en grandes sistemas de almacenamiento.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Sería un poco engorroso poneros las características de 4 dispositivos SSD por separado, pero por suerte Intel cuenta con una de las páginas web más completas en cuanto a características y comparativas de sus productos se refiere. Por ello hemos utilizado la propia página web de Intel para sacar la tabla de características que a continuación os mostramos. En esta tabla hemos elegido los modelos específicos que han pasado por nuestras manos, que en concreto son el Intel SSD 330 Series de 180 Gb, Intel SSD 335 Series de 240Gb, Intel SSD 525 Series de 180Gb mSATA y el Intel SSD DC S3700 series de 800Gb.
Como podemos ver, los cuatro dispositivos tienen interfaz SATA 3, y en términos teóricos el más rápido de los 4 debería ser el 525 Series de formato mSATA el cual cuenta con unas velocidades teóricas de lectura/escritura de 550/520 Mb/s. Hay que destacar varias diferencias sustanciales entre estos cuatro dispositivos SSD. La primera de ellas es que todos están fabricados con un proceso de 25nm excepto el 335 Series, el cual tiene un proceso de fabricación en 20nm. Esto debería hacer a este dispositivo más eficiente, y de hecho se ve reflejado en sus datos de consumo energético.
Otro factor a tener en cuenta es que como ya hemos comentado al principio, la serie DC S3700 está orientada al ámbito profesional, y por ello cuenta con algunas tecnologías de Intel como «Enhanced Power Loss Data Protection» que sirve para evitar pérdida de datos en caso de fallo energético (si se fuera la luz, por ejemplo) y cuenta con encriptación AES de 256 bit, por ejemplo. Destacar también que el pequeño mSATA 525 Series cuenta con encriptación de 128 bits. Siguiendo con este DC S3700 Series de 800Gb hay que destacar otros aspectos como que su MTBF (tiempo medio entre fallos) es de 2 millones de horas, frente a los 1.2 millones de los otros tres dispositivos.
Como dijimos antes, los DC S3700 están especialmente diseñados para evitar los cuellos de botella en sistemas de almacenamiento de alta demanda como por ejemplo en sistemas virtualizados. Esto se ve perfectamente explicado en estas dos imágenes sacadas de la página web de Intel.
PRECIO DE LOS PRODUCTOS ANALIZADOS
Estos precios son aproximados, y dependen de la tienda, del país y del distribuidor.
- Intel SSD 330 Series de 180Gb: 135 €
- Intel SSD 335 Series de 240Gb: 180€
- Intel SSD 525 Series mSATA de 180Gb: 200€
- Intel SSD DC S3700 Series de 800Gb: 1950€
Vistas las características técnicas de los cuatro dispositivos, vamos a pasar a verlos físicamente.
ANÁLISIS EXTERNO.
Comenzamos viendo el SSD Intel 330 Series. La caja de las series 330 y 335 es prácticamente la misma, al igual que su contenido, cambiando únicamente la descripción y las características de el embalaje exterior.
En la parte trasera de las cajas encontramos una foto del dispositivo, así como sus características técnicas principales.
En uno de los laterales, la etiqueta identificativa.
En el interior encontramos una caja de cartón con una pequeña abertura que nos permite ver el dispositivo en su interior.
Aquí tenemos el Intel SSD 330 Series de 180Gb.
Intel incluye un CD de tamaño pequeño que contiene información acerca del dipsositivo y su garantía. También en éste viene imprimada la dirección web desde donde podemos descargar el software para migración de datos de Intel. También se incluye una escueta pero completa guía de instalación rápida, así como una pegatina que reza «Speed Demon».
Junto con el SSD se incluye la tornillería necesaria para anclarlo en el interior de una caja de PC.
Así como un cable de datos SATA3 y un conversor de alimentación de MOLEX de 4 pines a SATA.
Intel también incluye un adaptador para instalar el SSD en bahías de 3.5 pulgadas. Éste está fabricado en acero y resulta un poco arcaico, pero es funcional y nos servirá si nuestra caja no tiene bahías para dispositivos de 2.5″ disponibles.
Estos accesorios que os hemos mostrado en las imágenes de arriba vienen con todos los SSD de Intel, por lo que no vamos a repetirlo cuando os mostremos los demás.
Aquí tenemos el Intel SSD 330 Series de 180Gb. Todos los SSD de Intel tienen ese característico color plateado que trata de imitar al aluminio, pero hay que decir que esta parte superior del disco es de plástico. En esta parte también encontramos la etiqueta identificativa del SSD.
La parte de abajo, por contra, sí que está fabricada en aluminio de verdad. En ésta encontramos solo las perforaciones inferiores para instalar el dispositivo.
En la parte trasera tenemos los conectores de alimentación y datos SATA.
Como decíamos antes, el embalaje del Intel SSD 335 Series es igual que el de la serie 330.
En esta ocasión, en la cara superior del SSD solo encontramos el logotipo de Intel.
La etiqueta está ubicada en la base de aluminio del dispositivo.
Los conectores SATA.
Le toca al turno al Intel SSD DC S3700 series. Estéticamente es igual que los anteriores, con la etiqueta identificativa en la cara superior del dispositivo.
Estéticamente, lo que diferencia al DC S3700 de los demás es que es ligeramente más delgado. En la siguiente imagen podemos verlo comparado con los otros dos SSD que hemos visto ya.
Por último, nos queda ver el pequeño SSD 525 Series en formato mSATA. Éste viene embalado en una pequeña caja con la etiqueta idenfiticativa en la parte superior de ésta.
Dentro encontramos el SSD protegido por una bolsa antiestática.
Y a su vez por un plástico protector.
Aquí podemos ver la parte superior del pequeño SSD, con la etiqueta identificativa tapando la mayor parte de esta zona del PCB.
Esta es la cara opuesta.
Y por si no lo habíais visto nunca hasta ahora, así es la conexión de un SSD mSATA.
Resulta evidente su pequeño tamaño comparado con un SSD de 2.5 pulgadas normal.
Intel también nos ha proporcionado un adaptador para dispositivos mSATA a SATA 3 normal, y es el que utilizaremos para realizar el análisis con este pequeño Intel 525 Series.
En este adaptador hay que «pinchar» el SSD mSATA.
Detalle de las conexiones.
El SSD queda encajado con esta pequeña palanca.
Aquí podemos verlo ya insertado en su adaptador.
Y aquí podemos observar que una vez pinchado en su adaptador, tiene el mismo tamaño que un SSD normal de 2.5 pulgadas.
Ya hemos terminado de ver los cuatro SSD que vamos a analizar, así que en la siguiente sección vamos a proceder al testeo de los mismos.
TESTEO.
Para analizar estos cuatro SSD de Intel hemos empleado un procesador Intel Core i7-2600K a 4,4Ghz con una placa base Asus Sabertooth P67 B3 con la BIOS v.3602. Hemos probado todos los SSD conectados al mismo puerto SATA de la placa (como es lógico, uno detrás de otro), correspondiente a uno de los dos SATA3 que proporciona el chipset Intel P67 en esta placa base.
El sistema operativo utilizado ha sido Windows 7 Ultimate x64 SP1 con todas las actualizaciones instaladas.
Comenzamos viendo las capturas obtenidas con CrystalDisk Info para comprobar que los SSD están en buen estado de salud y ver su información.
Como podemos comprobar gracias a CrystalDisk Info, todos los SSD están funcionando en SATA3 y con buen estado de salud, aunque comprobamos que el Intel SSD 330 Series no cuenta con sensor de temperatura.
Vamos con los test sintéticos.
Aida64 Read Test Suite
Podemos comprobar que en este test de lectura, los resultados obtenidos han sido prácticamente los mismos en todos los dispositivos, estando el resultado por encima de la especificación en tres de ellos. Un dato a destacar es que en el Intel DC S3700 Series el tiempo de acceso es casi nulo.
CrystalDisk Mark
En este test, el cual incluye el rendimiento de escritura, el DC S3700 ha destacado por encima de los otros tres en este aspecto, siendo ligeramente más lento en el apartado de lectura que los demás. Esto es debido a que la controladora del S3700 está preparada para trabajar con archivos no comprimibles.
AS SSD Benchmark
Vemos, una vez más, que el DC S3700 es superior al resto en todos los aspectos, esta vez incluyendo la velocidad de lectura. No obstante, aquí destaca el Intel SSD 335 Series, el cual ha obtenido una velocidad de lectura y escritura por encima de las series 330 y 525, teniendo unos valores dignos de un SSD de gama alta.
AS SSD File Copy Benchmark
En este test podemos ver una simulación de rendimiento real en lo que a copia de archivos se refiere. En este test se pone a prueba a los SSD con la copia de una imagen ISO de gran tamaño no comprimible, la instalación de un programa con muchos archivos de pequeño tamaño, y la carga de un juego.
AS SSD File Compression
En este test no os vamos a mostrar gráfica ya que los resultados son gráficas en sí. En éstas vamos a poder ver cómo se comportan los cuatro SSDs de este análisis trabajando con archivos comprimibles a lo largo de toda la capacidad de la unidad tanto en lectura como en escritura.
Podemos comprobar viendo estas gráficas que el S3700 es el que mejor se comporta, pero seguido de cerca por el 335 Series que está demostrando un rendimiento verdaderamente bueno.
HD Tune
Poco que decir de este test, de nuevo el DC S3700 supera a los demás dispositivos, pero esta vez entre los tres SSD destinados al usuario ha sido el 330 Series el que ha destacado, manteniendo una media de lectura por encima de los 358 Mb/s. Aquí podemos ver el potencial que demuestra el DC S3700, el cual no ha bajado de 400Mb/s de velocidad en ningún momento, probando su capacidad para evitar cuellos de botella como Intel especifica.
ATTO Disk Benchmark
El último test es ATTO Disk Benchmark. En éste se miden las velocidades de lectura y escritura de los dispositivos utilizando todo tipo de archivos. Como los resultados también son gráficas en sí mismas, hemos optado por poneros las capturas de los cuatro SSD directamente en lugar de una gráfica combinada entre ellos.
Los resultados para todos los dispositivos han sido óptimos, de nuevo destacando la capacidad del DC S3700 series para trabajar con archuivos de cualquier tipo sin casi ralentización.
CONCLUSIÓN
Los datos hablan por sí mismos. Intel ha logrado crear una colección de dispositivos SSD para todo tipo de necesidades y para todos los bolsillos. Desde el modesto 330 Series, el cual ha demostrado tener un rendimiento estupendo y siendo un dispositivo muy asequible, hasta la «bestia», el DC S3700 destinado al ámbito profesional, el cual cuenta con un rendimiento impresionante, digno de un SSD de la gama más alta, con el plus de que además cuenta con 800 Gb de capacidad (también está disponible en capacidades de 100, 200 y 400 Gb en formato de 2.5″ y de 200 y 400Gb en formato de 1.8 pulgadas). La controladora de Intel instalada en estos dispositivos es capaz de manejar muy bien todo tipo de archivos, tanto en lectura como en escritura, siendo de nuevo el S3700 un dispositivo especialmente diseñado para poder trabajar incluso con archivos no comprimibles.
Aunque el S3700 ha sido superior en prácticamente todas las pruebas de este análisis hay que tener en cuenta que se trata de un dispositivo orientado al ámbito profesional, y cuyo precio es prácticamente prohibitivo para el bolsillo de un usuario normal. No obstante, las series 330, 335 y 525 sí que son más asequibles, y de hecho cuentan con una buena relación de precio por Gb, con un rendimiento de gama media-alta y rozando la gama alta en muchos de los benchmarks.
PROS:
- Muy buen rendimiento de todos los dispositivos.
- Capacidades y características para todas las necesidades y bolsillos.
- Incluyen adaptador para bahías de 3.5 pulgadas y cable de datos SATA3.
- Relación calidad – precio.
CONTRAS:
- Precio del DC S3700, solo asequible para el ámbito profesional.
Por ello, creemos que estos SSD de Intel son merecedores de nuestra recomendación y del galardón de oro.
Queremos agradecer a Intel y a HK Strategies por habernos dado la oportunidad de analizar estos cuatro SSD.