Arctic Cooling es una marca de reconocido prestigio dentro del mundo de la refrigeración para el ordenador, pues llevan muchos años ofreciendo buenos productos tanto para la refrigeración de los procesadores, como para la de las tarjetas gráficas. Actualmente Arctic Cooling dispone de una amplia gama de productos y entre ellos se encuentra el que hoy vamos a analizar, un ventilador USB de escritorio llamado Arctic Cooling Breeze.
El Arctic Breeze es un curioso y divertido accesorio que se puede colocar en cualquier parte de nuestro escritorio, pues tan solo nos hará falta tener a mano un puerto USB o bien utilizar un cargador de pared USB, puesto que se puede alimentar de las dos formas. Obviamente estamos ante un ventilador que tiene que colocarse cerca de donde nos encontremos, pues para nada tiene la potencia de un ventilador convencional, como es normal.
Vamos a empezar nuestro análisis del Arctic Breeze conociendo sus características técnicas.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Tal y como se puede ver el Arctic Breeze tiene unas características básicas. Para empezar nos encontramos con un ventilador que tiene unas dimensiones de 92 milímetros y que puede girar entre 800RPM y 1.800RPM. La conectividad se basa en el puerto USB 2.0 y su cable tiene una longitud de 1.8 metros. El Arctic Breeze tiene un peso de tan solo 265 gramos, por lo que nos lo podemos llevar con total comodidad a todas partes.
Vamos a verlo en detalle, os aseguro que se trata de un dispositivo bastante curioso.
ANÁLISIS EXTERNO.
El Arctic Breeze se nos presenta en una caja de pequeño tamaño donde podemos ver en su parte frontal un gran dibujo del dispositivo, indicándonos que se trata de un ventilador USB para escritorio.
Justo en la esquina inferior nos lo indica claramente.
En un lateral de la caja se nos muestran algunos de sus principales características técnicas y los diferentes ambientes donde se puede colocar el Arctic Breeze.
Entre las principales características se encuentra su capacidad para adaptarse a diferentes posturas, gracias a que emplea un «muelle» metálico que se queda en la posición que lo pongamos. También dispone de un potenciómetro para ajustar la velocidad de giro del ventilador, desde las 800RPM que es su velocidad mínima, hasta las 1.800RPM que es su velocidad máxima. Además también lleva una base de goma antideslizante, de modo que podemos colocarlo en cualquier superficie sin temor a que se resbale y caiga.
También nos indica los diferentes entornos ideales para el Arctic Breeze, por ejemplo en el dormitorio, en la cocina o bien en la sala de estar.
Por último volvemos a encontrarnos con las características técnicas, las cuales ya hemos visto antes con detalle.
En la parte posterior tenemos unas imágenes del dispositivo, donde podemos verlo desde diferentes puntos de vista. También nos indica una serie de principales características, como la baja sonoridad del Arctic Breeze, su sistema de posición ajustable, la base antideslizante y su validez para diferentes entornos.
Finalmente y para acabar con el recorrido por su embalaje, llegamos al otro lateral restante, donde Arctic Cooling nos indica que el dispositivo Arctic Breeze es compatible con los cables extensores USB, pero no va incluido. También nos informan de su compatibilidad con adaptadores USB de pared y con ordenadores de escritorio y portátiles.
Por supuesto no pueden faltar las características técnicas en diferentes idiomas, entre los que se incluye el Castellano.
Es hora de abrir el embalaje y ver lo que nos encontramos. Tras hacerlo, el Arctic Breeze viene protegido por una plástico en la zona de las aspas del ventilador, para que no sufran ningún desperfecto durante su transporte.
Una vez sacado de su caja, comencemos a verlo en detalle. Como decíamos antes, el Arctic Breeze es un dispositivo bastante interesante y un poco diferente a lo que solemos analizar aquí. El dispositivo recuerda un poco a los generadores eólicos que tenemos distribuidos por toda España.
El diámetro del ventilador es de 92 milímetros y como veis no está protegido por ningún marco o rejilla, así que tened un poco de cuidado y no lo toquéis cuando este en funcionamiento, aunque realmente no gira tan rápido como hacer realmente daño. Justo en el centro del ventilador se encuentra el logotipo de Arctic Cooling y todo el ventilador está pintado de un color blanco impoluto.
En un lateral de la parte donde se encuentra el motor tenemos el nombre del dispositivo, Arctic Breeze, puesto en una pegatina. Fijaos también en la inclinación y disposición de las aspas.
Visto desde atrás.
Si bajamos hasta la base, podemos acceder al potenciómetro mediante el cual se controlan las RPM del ventilador. Se pueden ajustar desde las 800RPM que es la velocidad mínima, hasta las 1.800RPM que es la velocidad máxima.
Detalle del «muelle» que une el ventilador con su base, este aspecto es realmente bastante bueno, pues el ventilador se quedará en la posición que lo pongamos.
Visto desde otro lado, fijaos en la cantidad de cable USB que tiene, mide 1.8 metros, suficiente para mover por todo nuestro escritorio al Arctic Breeze.
Detalle del conector USB.
La unión del cable USB con la base del ventilador es buena, destacar que la base realmente es de metálica, pero la cubierta que la cubre es de plástico. No obstante, la base es muy estable y con el ventilador funcionando al máximo de RPM no se mueve para nada.
Como decíamos antes, la base es de goma antideslizante y aquí se puede ver mejor. Esto hará que podamos colocar el dispositivo en cualquier superficie sin ningún tipo de problema.
Tal y como hemos mencionado antes, gracias a su «muelle» metálico podemos colocar el ventilador USB en la posición que más nos convenga, y aquí unos ejemplos.
INSTALACIÓN.
La instalación de Arctic Breeze no puede ser más sencilla, simplemente basta con conectar el conector USB a cualquier puerto USB que tengamos libre en nuestro ordenador de escritorio o portátil, aunque también se puede usar un adaptador de corriente USB.
Después basta con colocarlo en el lugar de nuestro escritorio que más nos convenga, en mi caso lo he puesto sobre la alfombrilla que uso, de modo que el aire me llegue sin ningún problema.
TESTEO.
Justamente para testear el Arctic Breeze estamos en la estación ideal, en Verano, y concretamente en la zona donde nos encontramos hace mucho calor. Obviamente se trata de un pequeño accesorio que tiene como misión proporcionar un pequeño flujo de aire, en ningún caso es un sustituto de un ventilador tradicional ni mucho menos de un aire acondicionado.
A una distancia de unos 55 centímetros y a bajas RPM, el Arctic Breeze genera un buen flujo de aire y se nota que realmente hace su función, no es que tampoco te congeles de repente, pero es una ayuda que viene bastante bien a los que pasan grandes periodos de tiempo frente al ordenador.
Si subimos las RPM hasta el máximo, el flujo de aire aumenta de forma notable, pero no la sonoridad, realmente es aquí donde podemos decir que es un dispositivo interesante, pues proporciona una ayuda para pasar menos calor sin apenas ruido.
CONCLUSIÓN.
El ventilador USB Arctic Breeze es un dispositivo muy interesante, no tiene como función la de proporcionar una refrigeración muy importante, pues un ventilador tradicional o aire acondicionado es mucho mejor, como es normal, pero tenerlo ahí es una ayuda para estar un poco más fresco.
PROS:
-Buen caudal de aire a bajas y altas RPM.
-Es muy silencioso.
-Buenos acabados.
-Posibilidad de regular las RPM.
-Cable USB bastante largo.
-Adaptable a diferentes posiciones.
CONTRAS:
-No es un sustituto de otro sistema de refrigeración.
-No lleva protección para evitar posibles daños con las aspas del ventilador.
Por todo lo anterior desde HardZone recomendamos el Arctic Breeze y le vamos a otorgar nuestro galardón de plata.
Queremos agradecer a Arctic Cooling y en especial a Jeannie Wong por habernos enviado la muestra para la realización de este análisis.