En el día de hoy os vamos a presentar nuestro análisis de una APU de AMD que dista de ser nueva (de hecho tiene ya más de un año), la A10-7870K, pero os traemos como novedad que la vamos a analizar junto con un monitor compatible con la tecnología FreeSync de AMD, el LG 24MPO68, un monitor que a través de HDMI es capaz de funcionar a una frecuencia de entre 56 y 75 Hz para proporcionar una experiencia de juego más suave, sin stuttering ni tearing.
Hemos analizado ya muchas APUs de AMD, y ésta A10-7870K solo presenta como principal diferencia con respecto a la 7860K que analizamos hace algún tiempo que el TDP se ha aumentado de 65 a 95 vatios para poder proporcionar un plus de rendimiento bruto, tanto en capacidad de cómputo como gráfico (lleva integrada una gráfica Radeon R7 igualmente). También se eleva su frecuencia de funcionamiento Turbo hasta los 4.1 Ghz e, igual que con la anteriormente citada, la memoria admite un funcionamiento a 2133 Mhz, pero tampoco le pone pegas a memorias DDR3 funcionando a 2400 Mhz (muchas están en el QVL).
La APU, que combina CPU y GPU, ofrece una buena potencia de proceso, especialmente con OpenCL y las aplicaciones asistidas por GPU. La A10-7870K que analizamos hoy está basada en la arquitectura Kaveri todavía, y frece hasta 12 CUs (Compute Units) en total, distribuidas en 4 cores para el procesador y 8 para la gráfica integrada que suman un total de 512 Shader Processors.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Básicamente en el cuadro que AMD publica en su página web y que podéis ver arriba, el fabricante compara la actual generación de APUs y viene a decirnos las características que os hemos relatado arriba. Como veis a día de hoy la APU que analizamos hoy ya ni siquiera es el buque insignia, pues hace ya tiempo que se lanzó la A10-7890K que supera en rendimiento y prestaciones a ésta.
En cuanto al monitor, sus características son las siguientes:
Estamos ante un monitor de 23 pulgadas con matriz IPS de 23 pulgadas y resolución Full HD con unas especificaciones más bien normalitas en cuanto a gama de color y relación de contraste, además de que esos 5 ms de tiempo de respuesta no es que sean una maravilla para jugar. La particularidad de este monitor es que como os decíamos al principio es compatible con la tecnología AMD FreeSync a través de HDMI, y es capaz de funcionar a una frecuencia de entre 56 y 75 Hz, siendo la tarjeta gráfica la que controla ésta dependiendo de los FPS que esté mostrando en cada momento en los juegos, creando una experiencia de uso para el usuario más suave, sin saltos («lagazos»), stuttering ni tearing, siempre y cuando seamos capaces de mantenernos a esa tasa de FPS.
GALERÍA DE FOTOS
La APU AMD A10-7870K viene embalada en una caja de grandes dimensiones para lo que estamos acostumbradas porque viene acompañada del nuevo disipador de stock de AMD, que como bien sabéis hace tiempo que lo mejoró considerablemente. NO es el Wrath que analizamos hace tiempo, pues está reservado para los procesadores de alto rendimiento de la gama FX, sino un modelo un poco más pequeño que AMD ha llamado «near silent thermal solution», o en otras palabras, solución térmica casi inaudible.
El procesador viene dentro de otra caja perfectamente protegido para que no sufra ningún daño durante el transporte de la caja.
Aquí tenéis el disipador «near silent» que AMD incluye ahora con sus APUs. Tiene unas dimensiones considerables en comparación con la solución térmica que incluían hasta ahora, y aunque mantiene el diseño tipo concha ahora es evidentemente bastante más eficaz tanto por el tamaño como porque ahora, por fin, incorpora heatpipes de cobre unidas a la base y no solo un bloque de cobre como antes.
Como podéis ver en las imágenes de arriba, viene ya preparado con una lámina de pasta térmica para que solo tengamos que colocarlo encima del procesador y anclarlo por ambos lados, así que nuevamente estamos ante una solución que no necesita ni maña ni experiencia para ser instalada, algo que siempre ha sido un punto a favor de AMD. Así pues, vamos a proceder a instalarlo en nuestro sistema de pruebas, el mismo que utilizamos cuando analizamos el A10-7860K.
- AMD A10-7870K con su disipador de stock.
- Asus A88XM-Plus.
- 2×8 GB G.Skill Ripjaws X DDR3 2133 Mhz.
- Corsair SF-450.
- Corsair Force LE 240 GB SATA 3 SSD.
- Cooler Master Test Lab 1.0.
Pero antes de comenzar con las pruebas pertinentes, vamos a enseñaros el monitor, ¿no? Éste viene embalado en la habitual caja de cartón de color neutro que ya por fuera nos enseña las principales facultades del monitor como es habitual en LG.
Nada más abrir la caja nos encontramos en el propio cartón unas breves instrucciones para montar la peana. Básicamente consiste en poner las piezas donde corresponden y apretar con la mano un tornillo.
Abrimos completamente la caja y damos con los accesorios perfectamente colocados en el poliestireno expandido protector, junto con una hoja de papel que nos enseña el reporte del fabricante de calibración de color del monitor.
Los accesorios no son mas que los habituales panfletos de instrucciones y garantía, un CD de drivers, un canalizador de cables y un cable VGA. Una pena que un monitor como este que destaca por contar con tecnología FreeSync no incluya HDMI, la verdad.
También incluye, por supuesto, el adaptador de corriente de 40 vatios, la peana de sujeción y el cuello de ésta.
Aquí podéis ver por fin el monitor ya montado.
Como es habitual, en una esquina nos encontramos con las habituales pegatinas que nos muestran su calificación energética y sus características destacadas.
Lo primero que nos llama la atención estéticamente hablando es lo realmente finos que son los bordes: prácticamente no tiene marco.
Es en la zona inferior donde se encuentra el mayor marco, y donde el fabricante ha decidido imponer su logotipo. Normal, pues es en ésta zona donde nos encontraremos el «joystick» característico de los paneles de LG que nos permitirá controlar todos los parámetros y encender y apagar el monitor.
En la parte trasera nos encontramos con el habitual anclaje VESA 100 que permitirá anclar el monitor a un brazo, y las conexiones del monitor que en este caso incluyen HDMI, DVI, VGA y salida minijack para auriculares.
Queda por ver nada más el perfil del monitor, bastante delgado.
Por cierto, cuando antes os hablábamos de lo finos que son los bordes no nos referíamos al plástico con respecto al panel sino a esto, que solo se aprecia bien con el monitor encendido.
TESTEO
Como es habitual hemos instalado desde cero Windows 10 Pro de 64 bits y hemos dejado que se instalen todos los parches de seguridad del sistema operativo antes de comenzar con el testeo, tiempo que hemos aprovechado para dejar el equipo encendido y que así se asiente la pasta térmica entre el disipador y el procesador. Los drivers gráficos instalados son los Radeon Software Crimson Edition 16.10.1 WHQL, los últimos disponibles a la hora de realizar el análisis.
Como de costumbre vamos a abrir boca con una captura de CPU-Z (clic para ampliar). Como veréis nuestras memorias están funcionando perfectamente a 2133 Mhz, y además en éste caso sin ni siquiera tener que configurar nada en BIOS.
También la captura de GPU-Z de rigor, donde se muestra la Radeon R7 incorporada en ésta APU.
No es que la gráfica integrada nos vaya a permitir jugar a Dark Souls 3 en Full HD y con todo al máximo, pero con éstos parámetros a buen seguro podremos incluso jugar a títulos como League of Legends. En cualquier caso más tarde lo vemos en detalle.
CAPACIDAD DE OVERCLOCK
Estamos ante un procesador de la serie Black Edition de AMD y que por lo tanto tiene el multiplicador desbloqueado, así que decidimos “jugar” un poco con los valores en BIOS para ver qué nivel de Overclock somos capaces de alcanzar.
Aunque logramos unos más que excelentes 4,8 Ghz de velocidad turbo (recordad que de fábrica son 4,1 Ghz), en éste caso con el disipador que viene la temperatura no nos permitía mantenerlos estables y tuvimos que relajar un poco la frecuencia hasta los 4,7 Ghz elevando el VCore 0,06V, hasta los 1,46V.
CONSUMO
Aunque AMD ha aumentado la eficiencia manteniendo el rendimiento con respecto a la generación pasada, en éste caso volvemos a los 95 vatios de TDP y eso se ve repercutido en el consumo del equipo. Como siempre el consumo ha sido medido con un medidor de enchufe Efergy eSocket al que únicamente estaba enchufado el equipo de pruebas, es decir, que el dato de consumo es del sistema completo sin tener en cuenta el monitor, altavoces ni demás posibles periféricos. El consumo Full LOAD lo hemos tomado estresando el procesador con Prime95, la gráfica con Furmark y el disco duro con Aida64, todo simultáneamente.
Como podéis apreciar en la gráfica el consumo de ésta 7870K es más elevado que los modelos anteriores pues, como explicamos al principio, su TDP es de 95 vatios frente a los 65 de los anteriores.
PRUEBAS SINTÉTICAS
Comenzamos la batería de pruebas con el rendimiento de la memoria, el punto en el que históricamente siempre ha flojeado AMD, y lo hacemos como siempre con Aida64.
Nada nuevo bajo el sol, y no vamos a entrar en detalles pues sabéis de lo que hablamos. Solo esperamos que la próxima generación bajo el socket AM4 que está a punto de llegar mejore por fin éste gran punto débil de todos los sistemas de AMD.
Cinebench.
Este benchmark se basa más en la coherencia de los núcleos de procesamiento disponibles en la CPU que en la velocidad de los núcleos. Concretamente, en la prueba de CPU realiza una escena compleja en 3D que consiste en aproximadamente 280.000 polígonos, y resume el desempeño en una puntuación fácil de entender.
Obtenemos unos nada desdeñables 52 FPS en la prueba de OpenGL, con casi 300 cb en la prueba de procesador, un resultado bastante más elevado que con los anteriores modelos de APUs y que nos augura un buen rendimiento general.
POV-Ray
POV-Ray es una potente herramienta diseñada para generar imágenes hiper realistas y modelos en 3D basándose en descripciones hechas con texto plano. Es un fantástico test para determinar las capacidades de un procesador utilizando renderizado puramente matemático. Dentro de POV-Ray hay un benchmark específico que permite utilizar la potencia de todos los núcleos del procesador, y lógicamente es lo que hemos utilizado. La puntuación se mide en PPS (píxeles renderizados por segundo).
En este caso nos ha dado un resultado casi clavado al modelo anterior y no comprendemos por qué, puesto que en Cinebench nos daba un mejor resultado de CPU y el mayor consumo y mayor frecuencia de funcionamiento deberían habernos dado un mejor rendimiento en esta prueba.
Rendimiento en juegos
Según el fabricante, con el A10-7870K podremos jugar a los juegos online más populares del mercado actual, y por ello hemos querido someterla a prueba en los cuatro que, a nuestro juicio, son seguramente los más jugados del momento: Counter Strike: Global Offensive, DOTA 2, League of Legends y Heroes of the Storm. En todos los casos lo hemos hecho con los ajustes al máximo y en resolución Full HD, excepto en DOTA 2 que hemos desactivado el Anti Aliasing.
Efectivamente el rendimiento en todos estos juegos es bueno, aunque sigue flojeando en DOTA 2 (sin embargo obtenemos unos 6 FPS más que con la 7860K).
La tecnología FreeSync
Antes de pasar a la conclusión tenemos que hablar, por supuesto, de la tecnología FreeSync que hemos podido probar gracias al monitor de LG que hemos estado utilizando en el análisis. Tengo que comenzar diciendo una cosa importante, y es que el modelo concreto que nos han enviado tiene como mínimo de funcionamiento 56 Hz, y por lo tanto necesitaremos que el juego vaya a 56 o más FPS para que podamos notar algo. Habría estado bien poder probarla con monitores de mayor categoría que pudieran funcionar a 32 Hz de mínima, un valor en el que verdaderamente sí que se nota y mucho el FreeSync.
En cualquier caso, y pongo por delante que soy un usuario que sufre cinetosis leve (básicamente los efectos de tearing, stuttering y ghosting me marean, así como los FPS demasiado bajos en los juegos), he notado y mucho los beneficios de la tecnología FreeSync. Efectivamente el juego aunque vaya por debajo de 60 FPS se ve más fluido, sin tirones, y la experiencia, especialmente para mi que sufro lo que sufro, ha sido sobresaliente. Desde luego si eres un usuario que sufre los mismos síntomas que yo estás tardando en hacerte ya con un monitor FreeSync y una gráfica AMD compatible con ésta tecnología.
CONCLUSIÓN
La APU AMD A10-7870K nos proporciona un plus de rendimiento con respecto a los modelos anteriores a expensas de un mayor consumo, esto es así y así lo dice el fabricante. No podemos esperar jugar a Dark Souls 3 con todo a tope y en 4K, pero para juegos más normalitos como los que hemos probado es un sistema que funciona de maravilla incluso con la gráfica integrada. Además, su consumo sigue siendo bastante contenido y gracias a la nueva solución térmica de AMD el calor generado es aceptable, manteniendo un nivel sonoro realmente muy bajo. AMD se lleva un notable alto en este ámbito.
En cuanto a la tecnología FreeSync que hemos tenido la oportunidad de probar en éste análisis, me parece un indispensable tanto para usuarios exigentes con los juegos como para aquellos como yo que sufran cinetosis: se elimina completamente la sensación de mareo por los efectos tearing y stuttering, permitiéndonos disfrutar a tope de los juegos. Es una maravilla, y solo lamento que el monitor que nos ha enviado AMD no tuviera un mayor rango de frecuencia de funcionamiento.
PROS:
- Rendimiento bastante decente en juegos a 1080p.
- Consumo comedido.
- Solución térmica muy silenciosa.
- Compatible con AMD Dual Graphics.
- Compatible con FreeSync.
- FreeSync es una maravilla.
CONTRAS:
- Sigue flojeando en rendimiento bruto de procesador.
- Como siempre, rendimiento bajo en memoria.
Por estos motivos creemos que, dejando de lado puntuaciones pues sabíamos lo que teníamos entre manos al ser simplemente una APU que ya tiene más de un año de vida, las APUs de AMD y la tecnología FreeSync se merecen nuestro galardón de Platino a nivel global, máxime porque hay que tener en cuenta que no es una tecnología propietaria y que cada vez más fabricantes la están adoptando.