Hace poco más de una década era realmente complicado encontrar una torre para PC que no tuviese bahía frontal de 5,25 pulgadas. Hoy en día el mundo de los chasis ha dado un giro lógico hacia la no inclusión de este tipo de almacenamiento, hasta tal punto que es realmente complicado encontrar cajas que las porten ¿qué ha pasado? ¿por qué los fabricantes prescinden de ellas?
Las tendencias cambian y con ello los diseños
El principal valedor del diseño de un chasis es la tendencia que muestre el mercado y los usuarios, ya que nuevas necesidades o gustos marcan el camino de los fabricantes, ya que a fin de cuentas solo quieren vender un producto para cubrir una necesidad.
Para explicar el fenómeno de las bahías de 5,25″ tenemos que remontarnos hasta finales de los años 90 y principios de los 2000, donde la época de la piratería en formato físico era el pan de cada día entre usuarios.
Los HDD por aquel entonces apenas llegaban a los 500 GB (lo más top), las conexiones de Internet eran demasiado lentas como para compartir películas en DVD de forma masiva y a eso hay que sumarle que el CD como formato para música y drivers estaba todavía en su época dorada.
Internet era una herramienta mucho menos potente de lo que es hoy en día, y todo se basaba en grabar CDs y DVDs para no ocupar espacio en los discos duros ante su precio y capacidad limitada. Por ello, las unidades grabadoras de dichos formatos físicos se vendían como rosquillas y todo chasis debía tener unidades de 5,25″, en algunos casos más de tres a ser posibles.
Otro factor determinante en el mundo del gaming y overclock eran los rehobuses, los cuales a día de hoy todavía se fabrican para dichas bahías y que fueron muy importantes en su momento, debido principalmente a que las placas base no disponían de BIOS o UEFI avanzadas que controlasen los ventiladores.
Por supuesto, el PWM era un gran desconocido, lo que limitaba todavía más el uso de estos sistemas y los hacía necesarios en muchas ocasiones en configuraciones de gama alta.
La tecnología avanzó y desplazó poco a poco las antiguas necesidades
Ya entrados en los años 2000 la tecnología dio un salto cualitativo en todos los aspectos mencionados. La competencia por los HDD y el surgimiento de los SSD propició una caída de precios y mayor capacidad por euro invertido. Comenzaba la era del streaming y las conexiones de Internet comenzaron a llegar a los 20 Mb a cada vez más gente.
Esto propició que el formato físico cada vez fuese desechándose poco a poco, por lo que las grabadoras de CD y DVD comenzaron a morir al mismo tiempo que el Blu-Ray empezaba a hacerse hueco, casi al mismo tiempo que las primeras grabadoras internas.
Los chasis ante este panorama comenzaron a recular y a implementar cada vez menos bahías de 5,25″, donde la tónica comenzó con dos para terminar restringiéndolas a una o ninguna.
Los usuarios dictaron sentencia cuando el streaming y las descargas directas sin límite de velocidad con Megaupload a la cabeza se abrieron paso. Ahora todo iba directo al HDD, interno o externo, pero el formato físico dio paso al digital y con ello las bahías dijeron adiós.
Actualmente el espacio que dejaron se ha aprovechado para mejorar la refrigeración incluyendo uno o varios ventiladores más, frontales más estéticos, más fluidos y con mejor ventilación, ya que los consumos y temperaturas de los componentes marcan la diferencia si elegimos bien la torre en concreto.
La lucha ahora es por proporcionar la mejor estética, un buen sistema LED compatible con las principales marcas, vidrio templado y un precio comedido dentro de cada sector en el mercado.
Las bahías de 5,25″ siguen existiendo, ya que unos pocos usuarios las siguen necesitando por diversos motivos, pero cuesta encontrarlas, sobre todo si le pedimos al chasis que reúna alguna de las características de moda. Las grabadoras o DVD ya son USB, los rehobus, exceptuando algunos muy tops tampoco son necesarios con las placas actuales, por lo tanto, el uso de dichas bahías terminará por caer en el olvido con el paso del tiempo.