A todos nos ha sucedido. Cuando hemos comprado un nuevo componente de hardware y lo sacamos de su bolsa anti-estática o de su blíster, el componente tiene un olor muy determinado. Un olor que nos dice que dicho componente es completamente nuevo. Que nadie más lo ha usado antes de que lo hagamos nosotros. Pero, ¿a qué se debe que los componentes tengan este olor tan particular? Esto es lo que vamos a descubrir en este nuevo artículo.
Para muchos de nosotros, uno de los mayores placeres que tenemos es el de abrir nuevo hardware. Sacarlo de su caja. Sacarlo de su bolsa anti-estática. O del blíster de plástico en el que suelen venderse algunos componentes como la memoria RAM o los SSD NVMe. Sostenerlo entre nuestras manos. Sopesarlo en nuestros brazos. Y, sobre todo, olerlo. Porque el nuevo hardware tiene un olor muy especial. Y es un olor que no es el mismo para todos los componentes. Puede oler a metal. O a plástico. O a ambos a la vez. Sin embargo, este olor es el que nos certifica que ese hardware no ha sido empleado antes por ningún otro usuario (al menos, de manera intensiva).
Algo similar nos sucede cuando entramos en un coche completamente nuevo. Su olor interior nos deja saber bien a las claras que el coche no ha tenido mucho uso de manera previa. Es un olor fresco, limpio y, en cierta manera, algo misterioso. Y también sabemos que este olor irá desvaneciendo a medida que el coche se vaya usando cada vez más, hasta desaparecer por completo.
El olor del nuevo hardware se debe a los compuestos orgánicos volátiles
El olor tan característico del nuevo hardware se debe a los compuestos orgánicos volátiles que desprenden los elementos con los que se fabrica un componente de hardware. Tomemos, por ejemplo, una tarjeta gráfica. Para fabricar esta tarjeta gráfica se habrá empleado fibra de vidrio para su PCB, resina sintética, soldadura de estaño, plástico, pegamento más los propios chips que forman la tarjeta gráfica.
Cada uno de los productos químicos que se han empleado en su elaboración desprende un olor específico, causado por unos compuestos orgánicos volátiles determinados. La cuestión es que estos compuestos orgánicos se evaporan a temperaturas inferiores a la temperatura ambiente. Esto significa que, desde que se ha fabricado el componente, estos compuestos químicos se están evaporando. Y, de hecho, este es el motivo por el que el nuevo hardware huele de manera tan intensa cuando lo sacamos por primera vez del envoltorio donde nos ha llegado: dado que el componente ha estado semanas o meses dentro del mismo embalaje, una vez lo sacamos de éste, todos los compuestos orgánicos que se habían estado evaporando, pero que habían quedado atrapados en el interior del embalaje, salen por primera vez al exterior. Y esto hace que el componente huela de una manera mucho más intensa.
El tiempo y una adecuada ventilación hace que estos olores desaparezcan
A pesar de lo escrito, debéis de tener bien seguro que los compuestos orgánicos volátiles que desprenden los componentes de hardware cuando son nuevos, son completamente inofensivos para el ser humano en la proporción que los podemos inhalar de manera habitual. No nos referimos solamente a la primera vez, cuando los sacamos de sus cajas. También cuando ya están instalados en nuestros equipos y funcionando.
Aun así, así como hay usuarios a los que este olor a nuevo nos encanta, también hay usuarios que no pueden soportar este tipo de olor. La buena noticia para ellos es que este olor se va disipando con el tiempo. Pero, si quieren acelerar este proceso, hay usuarios que ponen ventiladores específicos enfocando a estos componentes, de manera que el olor se disipa con bastante rapidez.