La nueva versión de los drivers de AMD ya está con nosotros. Los nuevos Adrenalin 2019 incluyen bastantes funciones interesantes que ya nombramos en su artículo específico, pero hubo algunas de estas características que a muchos les dejaron con ciertos interrogantes. Una de ellas fue la capacidad para hacer auto-overclock y auto-undervolt a cada tarjeta gráfica AMD, ¿realmente funciona?.
Wattman se potencia una vez más
Ambas características añadidas por AMD en esta versión se corresponden dentro del apartado específico ya conocido y llamado Wattman, donde ahora encontraremos 3 nuevas opciones referidas como Auto Undervolt, Auto Overclock GPU y Auto Overclock Memory y que explicaremos a continuación.
- Auto Undervolt quizás es la función más interesante de las tres, ya que busca el menor voltaje para cada frecuencia operativa dentro de cada SKU en BIOS, delimitando o bajando dicho voltaje para reducir el consumo y la temperatura.
- Auto Overclock GPU realizará exactamente lo contrario: buscará la mejor y mayor frecuencia disponible con el incremento justo de voltaje necesario para que sea totalmente estable, aumentando el consumo y la temperatura para conseguirlo.
- Auto Overclock Memory busca lo mismo que el apartado anterior pero en la memoria VRAM de la GPU.
Las frecuencias varían
Cabe destacar que por lo visto en cada generación de tarjetas cada una de estas tres características está funcionando de distinta manera. Donde en algunas parece elevar más la frecuencia (porcentualmente hablando) en otras la mejora es menor, y donde en algunas consigue elevar la frecuencia de las memorias en otras como la serie Vega esto no ocurre.
Aun así, los valores conseguidos en el overclock manual según Wccftech fueron de 1590 MHz en el core y 945 MHz en la memoria HBM, mientras que en el Auto Memory los valores se mantuvieron de stock ya que el driver no pudo overclockear la VRAM.
En el overclock del core el driver consiguió una cifra de 1710 MHz mientras que la memoria quedó de stock en 800 MHz, una buena cifra sin duda.
El rendimiento para todos los modos incluido stock fue medido en Firestrike, Firestrike Extreme y Battlefield V en 1080p Ultra bajo DX11, ya que vistos los problemas de DX12 se descartaron.
Firestrike y Firestrike Extreme
Los datos son cuanto menos curiosos teniendo en cuenta las frecuencias que hemos comentado anteriormente. La configuración manual bate a todas las demás, donde sorprendentemente en Firestrike normal es la que más se acerca a la primera, mientras que en Firestrike Extreme es la que más rendimiento logra sacar a la tarjeta.
¿Cómo es esto posible? Al bajar el voltaje y conseguir mantener la misma frecuencia se genera menos consumo y por ende menor temperatura, lo que ayuda a mantener más estables la frecuencia final, eliminando los picos tanto superiores como inferiores para el boost, así que la GPU consigue finalmente un rendimiento superior gastando menos, es más eficiente.
Lo segundo destacable es que las configuraciones de overclock a la GPU y overclock a la memoria dan un rendimiento negativo, lo cual sorprende bastante y en parte vienen influenciadas por el aspecto contrario al del perfil undervolt. Este apartado podríamos resumirlo como un fracaso, ya que empeora el rendimiento de stock, mientras que el triunfador es claramente la opción Undervolt.
Battlefield V
En Battlefield V se repite el escenario casi a la perfección. El overclock manual es el que mayor rendimiento logra sacar a la GPU y por bastante hay que añadir.
En cambio el modo Undervolt logra de nuevo imponerse en la media de FPS a los tres modos restantes, demostrando que incluso logra rendir mejor que de stock aunque solo sea ligeramente.
Consumo
El consumo de energía del sistema deja en evidencia todo lo anterior, ofreciendo un pilar más a todas las configuraciones. Solo 30 vatios separan al overclock manual de la configuración stock, pero curiosamente el overclock a la memoria (que no tiene efecto alguno en Vega) logra incrementar el consumo, siendo bastante curioso.
El overclock automático a la GPU logra 20 vatios más, algo normal por otra parte. La sorpresa, entre comillas, la realiza el Undervolt, donde consigue mantener el mismo consumo que la tarjeta de stock pero como hemos visto aumenta el rendimiento.
Conclusión
La conclusión de este análisis no es nada buena, pero es que con Vega las cosas no son nada sencillas. Si ambos modos de overclock no han rendido ni funcionado como se espera es en parte por culpa de la propia arquitectura, ya que Undervolt si ha conseguido posicionarse como un paso adelante.
Esto se entiende desde el punto de vista de los estados de la tarjeta. A diferencia de NVIDIA donde incluye múltiples estados de energía, también llamados P-states, AMD incluye menos de estos estados, por lo que los saltos de voltaje y frecuencia se realizan en pasos más bruscos, permitiendo ser menos eficiente a la tarjeta en cada ajuste del boost.
Undervolt corrige en parte esto, ajustando a la baja el voltaje para cada salto de frecuencia, ahorrando consumo y temperatura y por lo tanto pudiendo mantener la frecuencia más constante y perdiendo menos rendimiento que bajo overclock automático, donde al contrario de lo pensado logra empujar el rendimiento.
Este pequeño problema que AMD tiene actualmente parece que va a ser subsanado en Navi con la inclusión de más estados (se rumorea de casi un 50% más), mejorando con ello la eficiencia y pudiendo extraer algo más de rendimiento por clock/vatio.