Pulir el IHS del procesador para bajar las temperaturas: ¿vale la pena?

Pulir el IHS del procesador es uno de los métodos más antiguos que llevan empleando los usuarios de ordenadores personales, para mejorar las temperaturas de sus sistemas. Pero ¿realmente se consigue una bajada apreciable en las temperaturas cuando se realiza este pulido o no merece la pena? En este tutorial hablaremos de ello en profundidad.
Aunque no lo parezca, el IHS del procesador no suele ser nunca completamente plano. Habitualmente, este IHS suele tener una forma cóncava o convexa en su superficie. Tampoco os creáis que las bases de los disipadores que se ponen encima de los procesadores, especialmente aquellas que se fabrican de una plancha de cobre, son mucho mejores, pero es tema para otro artículo.
Como bien sabéis, para que un disipador funcione correctamente, el contacto entre el IHS que cubre la die del procesador y la base del disipador ha de ser lo más perfecta posible, para que haya una mejor transmisión del calor entre ambas superficies. Y, para eliminar el aire que suele quedar entre ambas superficies (que actúa como aislante del calor), es por lo que empleamos la pasta térmica entre ambas.
Sin embargo, si ambas superficies fueran completamente planas, la cantidad de metal que estaría tocándose sería superior, aumentando, de esta manera, la superficie de transmisión de calor. Es por ello que algunos usuarios hacemos el acto de pulir el IHS del procesador.


Pulir el IHS del procesador es un proceso largo y laborioso
Como método para bajar las temperaturas, los usuarios pueden optar por:
- Hacer delid al procesador, sustituyendo la pasta térmica que pone el fabricante entre la die del procesador y el IHS por una de mejor calidad. De esta manera, se suele poder bajar la temperatura de funcionamiento entre 5 y 20 ºC (dependiendo de la calidad de la pasta térmica que uséis).
- Pulir el IHS del procesador.
Ambos procedimientos entrañan el riesgo de perder por completo la garantía del fabricante cuando se realizan. Sin embargo, de entre esos dos riesgos, nosotros preferimos el pulido del IHS, porque hacerle un delid, si no se hace correctamente, puede suponer que dañemos por completo el procesador y ya solo sirva como carísimo objeto de decoración.
Como norma, para pulir el IHS del procesador solo se necesita un cristal y varios trozos de lija de agua, de diferentes acabados. Y tiempo. Mucho tiempo.
Generalmente se emplea el trozo de papel de lija más grueso para desbastar la superficie del IHS y dejarla completamente plana, eliminando todas las imperfecciones. Una vez la superficie está bien plana, entonces se va pasando por papeles de lija más finos, para mejorar el acabado del IHS. Hay incluso algunos usuarios que consigue darle un acabado espejo, pero, en nuestra experiencia, no es necesario esmerarse tanto para conseguir que bajen las temperaturas.
Y sí, desde luego que bajan las temperaturas. Pero lo que se puede conseguir con el pulido es mucho menos que lo que se consigue con el delid. La media de bajada puede estar en los 7-10 ºC. Pero también es verdad que para llegar ahí os habréis tenido que pasar dos o tres horas puliendo el IHS.
Por tanto: ¿merece la pena pulir el IHS del disipador? A no ser que seas un overclocker profesional, la verdad es que no. Sí, es verdad que se pueden conseguir buenos resultados de esta manera, pero la cantidad de tiempo y esfuerzo que has de invertir en ellos, hace que no sea recomendable.