Ratones ópticos vs láser: ventajas e inconvenientes de cada tipo

A pesar de usarlos todos los días, muy pocos usuarios son capaces de definir cuáles son las principales diferencias entre los ratones ópticos y los láser. O cuáles son los más adecuados para según qué tipo de actividad. En el tutorial de hoy, hablaremos de las ventajas e inconvenientes de cada uno de estos tipos de sensores.
El ratón es, probablemente, el periférico de uso habitual del que más modelos y tipos hay en el mercado. Hay ratones para usuarios diestros, zurdos o con configuración ambidextra. Hay ratones para ser sujetados con agarre de palma, de garra o de dedos. Y, sobre todo, hay ratones ópticos y ratones láser. Aunque esta denominación en realidad es errónea, dado que todos los ratones actuales son ópticos.
Y es que, en contraposición al antiguo ratón de bola, los actuales ratones emplean un sensor óptico en su interior que captura muchas imágenes de la superficie sobre la que se está desplazando el ratón. Lo que cambia es el tipo de iluminación que se emplea para la captura de imágenes. Esta iluminación, puede ser:
- Por infrarrojos
- Por láser
En ambos casos, la iluminación que se suele emplear no suele ser visible por el ojo humano de manera habitual.
Hubo un tiempo, hace ya bastante años, en que se pensaba que los ratones láser eran superiores en rendimiento a los ratones ópticos, especialmente por la elevada sensibilidad de este último frente al primero. Sin embargo, los ratones ópticos han evolucionado mucho y, hoy en día, a no ser que seas un gamer profesional, difícilmente notarás la diferencia entre ambos tipos de ratones.
Diferencias entre ratones ópticos y ratones láser
La principal diferencia que existe en los ratones ópticos y los ratones láser estriba en la precisión y la sensibilidad de ambos. Como norma general, el ratón láser ofrece una precisión superior a la del ratón óptico. Este es el principal motivo por el que los ratones ópticos se emplean muy mal sobre superficies transparentes como el cristal, pero los ratones láser no tienen demasiados problemas con mostrar el movimiento sobre este tipo de superficies.
Por contra, el problema de los ratones láser es que pueden captar demasiadas imperfecciones sobre la superficie sobre la que se están utilizando, creando muchos datos que en realidad son poco útiles para su funcionamiento. Estos datos pueden llevar a hacer que el desplazamiento del ratón sea menos preciso que en el caso de los ópticos, pudiendo darse el caso que dicho desplazamiento se registre como saltos.
Lo más habitual es que la mayoría de marcas empleen sensores ópticos por infrarrojos en la gran mayoría de modelos que sacan al mercado, especialmente porque esa tecnología es sensiblemente más barata que la láser. Luego está el caso aparte de Razer, que sí que tiene varios modelos de ratones láser.
Como norma, no hay ningún tipo de actividad para el que sea más recomendable un tipo de sensor u otro. Y es que, empleemos un tipo de ratón o el otro, en la gran mayoría de situaciones en las que solemos emplear estos, la realidad es que no vamos a notar absolutamente ninguna diferencia en su uso. Solo si os vierais obligados a emplear un ratón óptico sobre cristal realmente notaríais la diferencia entre ambos tipos