Intel abrirá una fábrica en China para evitar que sus procesadores se queden sin stock
Intel ha anunciado recientemente que va a abrir una fábrica en China donde se montarán los nuevos procesadores Intel Coffee Lake de seis núcleos, tanto los Core i5 como los Core i7 en sus versiones de escritorio. Esta nueva planta debería de prevenir que se vuelvan a producir los problemas de stock que han plagado a este núcleo.
A pesar de lo indudablemente buenos procesadores que son los Intel de núcleo Coffee Lake, su lanzamiento estuvo marcado por una casi total imposibilidad de encontrar uno de ellos a la venta. Lo cual, estamos seguros que ralentizó considerablemente la venta de estos procesadores. Y es que, da igual lo bueno que sea tu producto, si no eres capaz de ponerlo en mano de tus clientes en un plazo de tiempo más o menos razonable. E Intel no ha sido capaz de hacer esto hasta ahora, en el 2018.
Sin embargo, Intel ha decidido coger el toro por los cuernos para solucionar este problema. Y lo va a hacer a lo grande: abriendo una fábrica en China, que suplemente a las que ya tiene en Vietnam y Taiwán a la hora de montar los procesadores Coffee Lake de la marca. Más concretamente, para montar los procesadores de seis núcleos que montan esta arquitectura, tanto los Core i5 como los Core i7.
La fábrica de China de Intel aumentará sensiblemente la capacidad de producción del gigante azul
Intel ha confirmado que, a partir del día 28 de mayo, sus clientes comenzarán a recibir procesadores que han sido testeados y montados en la fábrica de China que se ubica en Chengdu, en la provincia de Sichuan. Más concretamente, allí se montarán los procesadores Intel Core i7 8700K, Core i7 8700, Core i5 8600K, Core i5 8500 y Core i5 8400, lo cual representa la práctica totalidad de ambas gamas de procesadores de seis núcleos.
Añadir esta nueva fábrica para montar estos procesadores, medio año después de haber de haber lanzado los procesadores Coffee Lake, tiene sentido, ahora que ya se han anunciado las placas base de gamas más baratas, que indudablemente producirán un mayor interés por parte de los clientes por sus procesadores de seis núcleos. Especialmente, para aquellos clientes que no tienen ninguna intención de hacerles overclock a sus procesadores. Y, dado que Intel no tiene ningún interés en volver a sufrir la misma situación de desabastecimiento generalizado que se produzco al principio del lanzamiento de estos procesadores, la nueva fábrica debiera de ser más que suficiente para evitarlo y cubrir por completo la nueva demanda que se produzca en el mercado.