Actualizar la memoria RAM: cuándo es el mejor momento para hacerlo
Muchas veces empezamos a tener ralentizaciones en nuestros equipos, cuya causa desconocemos. Y, si nuestro equipo no tiene mucha memoria RAM, la culpa de estas podría encontrarse precisamente en este hecho. Pero ¿Cómo identificar si es esta la culpa de ellas? En este tutorial hablaremos de cuándo es necesario actualizar la memoria RAM.
Hoy en día, la gran mayoría de ordenadores personales se suelen vender, como mínimo, con 4 GB de memoria RAM. Y, aunque es verdad que esa cantidad de memoria es más que suficiente para el uso normal de nuestro equipo (siempre y cuando no nos dediquemos a realizar tareas muy pesadas con él), también es verdad que los programas que se cargan al iniciar el Sistema Operativo (especialmente si se trata de Windows), cada vez consumen más memoria RAM. Y eso, sin contar con los programas que instalemos nosotros mismos en el equipo, que también suelen ocupar una buena parte de la memoria.
Cuando tenemos equipos con más de 4 GB de memoria RAM instaladas, lo primero que deberemos de tener en cuenta es que deberemos cambiar nuestro Sistema Operativo por uno de 64 bits. Esto es así porque los Sistemas Operativos de 32 bits no son capaces de reconocer (y usar) más allá de 3,5 GB de memoria RAM. Así que da igual si tienes 8 o 16 GB de RAM, que si tu Sistema Operativo es de 32 bits, solo tendrás disponible 3,5 GB de RAM.
Otro aspecto a tener en cuenta es el navegador de Internet que usamos. Hay navegadores que consumen menos RAM y otros que consumen bastante más. Pero, la realidad es que dicho consumo se dispara si, por causalidad, somos de los que nos gusta navegar con muchas pestañas abiertas de manera simultánea.
El mejor momento para actualizar la memoria RAM es cuando nuestro sistema consuma demasiado
La mejor manera de saber si las ralentizaciones en nuestro equipo están producidas por la memoria RAM es abriendo el Administrador de Tareas y comprobando el uso de la RAM en ese momento. Estas ralentizaciones se suelen producir porque el sistema, para intentar liberar espacio en la memoria, copia archivos que hay en ella al archivo de paginación del disco duro. Y, aunque tengáis un SSD de tipo M.2 NVMe como disco de sistema, este nunca va a ser tan rápido como es la propia RAM. Por tanto, cada vez que se copian los archivos al disco duro y cada vez que se recupera la información copiada y se vuelve a cargar en la RAM, en ese momento se producirá una ralentización de todo el sistema.
Si por algún motivo tenéis ese problema y no podéis actualizar la memoria RAM (cosa que, con los precios descabellados que hay hoy en día, no es algo que nos extrañe demasiado), la única opción que tendréis es desinstalar programas de los que se cargan y ejecutan en segundo plano. Otra opción que tenéis es reducir el número de pestañas abiertas cuando naveguéis por Internet. Esto mejorará considerablemente la navegación y la experiencia de uso del sistema.
Y, por supuesto, seguir ahorrando hasta que os podáis permitir ampliar la memoria RAM, porque ese remedio será el que realmente os libre de esta frustración.