Cuando quieres elegir un nuevo monitor para tu PC, verás que hay una gran disparidad en cuanto al parámetro del ratio de contraste entre diferentes fabricantes, unos dando unos números enormes y otros con valores más comedidos. En este artículo te vamos a contar qué es el ratio o relación de contraste, en qué influye y por qué existe esta disparidad tan grande en cuanto a los valores que publican los fabricantes.
Resolución, tamaño de pantalla, tipo de matriz, ratio de contraste, brillo máximo… son muchos los parámetros que tienen los monitores y en los que debes fijarte antes de lanzarte a por uno u otro, pero uno de los más llamativos es sin duda el ratio de contraste, y lo es por la gran disparidad de cifras que podemos ver, donde en un monitor de un fabricante podemos ver un ratio de 1.000.000 a 1 y en otro monitor, aunque utilice la misma matriz, lo tiene de 3.000 a 1. ¿Por qué esto es así?
¿Qué es luminancia?
Para entender la relación de contraste de un monitor hemos de entender que cada Píxel se define por dos valores, aunque a día de hoy está unificado en uno solo. El primero de ellos es la crominancia que nos define el color básico de cada uno de ellos, el segundo, en cambio, es la iluminancia que nos dice el nivel de brillo o de luz que recibe cada punto o conjunto de puntos en pantalla. Aquí justo debado podéis ver exactamente cómo se comporta cada una de esas características que forman parte de la imagen y cómo es posible combinarlas para obtener los resultados que podéis ver en la columna de la derecha.
Los primeros televisores no tenían soporte a color, sino que generaban sus imágenes por pura luminancia, la cual en los modelos actuales que obviamente son a todo color siempre definir los diferentes matices o grados de cada 1 de ellos y darnos una sensación de una imagen más viva y más realista. Es por ello que los monitores con poco contraste suelen tener representación del color bastante peor que los que tienen mucho contraste.
Como curiosidad, una de las limitaciones más grandes de las pantallas planas respecto a las antiguas de tubo era la poca luminancia que tenían, lo que dificultaba representación del color en cierto grado. Ahora es posible obtener tonos mucho más vivos y precisos, más reales, gracias a la posibilidad de crear negros realmente negros que marcan la calidad del contraste general. Cuando hablamos de negros más puros es ahora, gracias a los paneles que montan muchas televisiones en la actualidad.
¿Cómo afecta la caída de las imágenes?
La respuesta es sencilla cuando tenemos poca luminancia y con ello poco contraste, algunos valores de color se fusionan y se pierden variantes de cada 1 de ellos en el proceso, creando una imagen de menos información visual y, por tanto, peor
Qué es el ratio o relación de contraste
El ratio de contraste de un monitor es la relación que hay entre la luminancia entre el color blanco más brillante y del negro más oscuro que puede producir su matriz. Así, una relación de contraste más alta generalmente significa unos negros más profundos, lo que marca una gran diferencia en la calidad general de la imagen. Es de particular importancia en las escenas oscuras en películas y juegos, y especialmente si sueles utilizar tu monitor con poca luminosidad ambiental.
Para probar el contraste de un monitor se mide la luminancia tanto del blanco como del negro y luego se calcula la relación entre uno y otro. La luminancia es una métrica que se utiliza para medir la cantidad de luz (o intensidad) presente en una superficie y se mide en cd / m² o candelas por metro cuadrado. Esto se conoce comúnmente como nits.
El contraste típico de una pantalla LCD es de 1000 a 1, lo que significa que el color blanco produce 1.000 veces más luminancia que el color blanco. Si un monitor tiene un ratio de contraste de 3.000 a 1, significa por lo tanto que el blanco produce 3.000 veces más luminancia que el color negro, y así respectivamente.
Relación de contraste estática y dinámica
En los últimos tiempos, los fabricantes de monitores han introducido un nuevo parámetro para referirse al ratio de contraste, lo que han llamado relación de contraste dinámico (DCR, Dynamic Contrast Ratio). Como hemos mencionado hace un momento, los monitores de PC tienen una relación de contraste típica de 1.000:1, y, sin embargo, con DCR los fabricantes anuncian números muchísimo más abultados, hasta 1.000.000:1.
Una burda estrategia de marketing
Básicamente, esta es una forma en la que una «compañía A» le dice a los usuarios «no compres el monitor de la compañía B porque tiene un DCR menor que el nuestro». En otras palabras, se trata de una mera estrategia de marketing en la que no debes caer. Así que, por lo general, no te fíes de los mensajes que te lleguen por una de las partes interesadas, de ahí la importancia de que encuentres actores imparciales que te ofrezcan su opinión.
Antes de que un monitor sea lanzado al mercado, el fabricante lo somete a una serie de pruebas en su propio laboratorio. Estas pruebas son las que luego reflejan las especificaciones técnicas del producto que se publicarán en su lanzamiento, e incluyen el brillo máximo, tamaño de los píxeles, tiempo de respuesta, relación de contraste, etc.
¿Cómo miden los fabricantes el contraste de sus pantallas?
Al probar la relación de contraste normal, los fabricantes utilizan un dispositivo que mide la luz para determinar cuánta mana de la pantalla cuando está completamente blanca y completamente negra. Luego toman cada número, hacen un poco de matemáticas y obtienen la relación de contraste real, la que se conoce como estática.
Aquí viene el truco. Los monitores que incorporan DCR lo que hacen es que para mostrar los negros, en lugar de representar el color negro en el panel apagan la iluminación LED completamente en esa zona, y por lo tanto no están midiendo el negro representado sino un negro casi total (es en torno a 10 veces más negro dependiendo de la matriz de la pantalla) ya que la pantalla está apagada en esa zona, y por lo tanto la medición no es real y salen esos valores tan sumamente altos en el ratio de contraste.
Esto normalmente no sería un problema, con la salvedad de que en un escenario real la pantalla solo se oscurece así cuando la imagen muestra un negro absoluto, algo que casi nunca sucede en los juegos o películas. Por lo tanto, la conclusión es que siempre debes buscar el ratio de contraste estático y no el dinámico, ya que el valor de este último es engañoso y no representa el funcionamiento de la pantalla en una situación real. Tenlo en cuenta a la hora de elegir tu futuro panel, ya que puede condicionar mucho el resultado que obtienes.
¿Qué pasa si la relación de contraste no es adecuada?
Habrás visto o al menos leído que existen monitores que son capaces de adaptar su brillo dependiendo de las condiciones de luz, pero por el momento no hay modelos que logren hacerlo con el ratio de contraste; esto es así porque es un valor que depende en parte de la percepción del usuario, lo que significa que no se ve influido por la luz ambiental como el brillo sino por las preferencias de cada persona.
Una relación de contraste demasiado baja haría que no pudiéramos percibir bien las diferencias entre los diferentes tonos de los colores, provocando incluso que la imagen apareciera borrosa y menos definida. Por el contrario, relación de contraste demasiado elevada podría difuminar matices y detalles, haciendo igualmente que la escena pierda nitidez para los ojos del usuario, muy especialmente en los tonos negros, que son los que nos van a servir de referencia para calibrar el conjunto.
Puedes ver un ejemplo en la imagen de arriba, donde demasiado contraste en la zona izquierda hace que la imagen se vea blanquecina, mientras que un contraste demasiado bajo (imagen derecha) hará que se vea demasiado oscuro y se pierdan detalles de la imagen y se empasten todas las áreas oscuras. En el punto medio está, como siempre, la vitud, aunque en este caso dirá mucho de cómo podemos dejar la imagen final de la calidad del panel de nuestra pantalla.
Es importante configurar bien la relación de contraste
Por lo tanto, es importante encontrar un buen balance en el contraste que configuramos en el monitor de manera que veamos las imágenes bien definidas y con todas las tonalidades posibles, ya que de este parámetro depende en gran medida la experiencia de uso de las pantallas en última instancia, y aunque la mayoría de seres humanos tenemos una percepción parecida en los límites del contraste (es decir, desde que logramos ver la diferencia entre dos tonalidades de color y no), al final cada usuario debe ajustar sus preferencias a su gusto (si no fuera así, los monitores no permitirían ajustar el contraste, ¿no?).
Por lo tanto, para poder conseguir una relación de contraste adecuada, debes tener en cuenta que será «adecuada para ti», y no tiene por qué serlo para otras personas. Depende también del monitor y su calidad, así como de las condiciones de luz ambiental, por lo que un monitor que ya tengas configurado en tu habitación no se verá igual si te lo llevas a otra estancia en la que las condiciones de luz sean diferentes, por lo que tendrás que iniciar otro proceso de calibración exclusivo para esa nueva ubicación del dispositivo.
Lo que echamos a faltar en este caso
Ya para concluir una de las cosas que más nos sorprenden es el hecho de que la llamada calibración de color todavía no ha sido estandarizado en la mayoría de monitores, si bien sabemos que hay ciertas tasas de Fotogramas por segundo o refresco de pantalla eso se hace imposible más que la velocidad que sería necesaria en el calibrador lo que echamos a faltar es por ejemplo televisores a 60 Hz que puedan compensar su relación de contraste de forma automática.
Por ejemplo es famoso cierto capítulo de la serie Juegos de Tronos que transcurre en casi plena oscuridad donde un televisor con una mala relación de contraste hace perder de detalles importantes y también pequeños de dichas escenas, aunque también es cierto que en aquella ocasión nadie pudo ver nada porque de origen HBO había tocado tanto la iluminación y el contraste que había eliminado cualquier opción de contemplar ningún detalle importante.