Middle-Earth Shadow of War: análisis de rendimiento gráfico
El nuevo Middle Earth: Shadow of War ya está disponible para todo el mundo, y como es habitual cada vez que podemos echarle el guante a un nuevo título triple A a continuación vais a poder encontrar nuestro análisis de rendimiento gráfico, en el que incluimos todas las tarjetas gráficas tanto de NVIDIA como de AMD de que disponemos en nuestro laboratorio de pruebas.
Ya sabéis que desde hace unos cuantos meses disponemos de un banco de pruebas Skylake con las últimas tecnologías de hardware, y aunque también tenemos ahora un sistema Kaby Lake hemos preferido mantener el Skylake para que la comparativa de rendimiento con otros juegos sea fidedigna. Ya sabéis que lo único que hacemos es ejecutar el benchmark del juego una y otra vez solo cambiando de tarjeta gráfica y manteniendo el resto del hardware. Éste es como sigue:
- Intel Core i5-6600K @ 4,2 Ghz.
- Asus Z170 Deluxe.
- 4×8 GB Corsair Vengeance RGB DDR4-3200 Mhz.
- Corsair MP500 480 GB M.2 PCI-Express NVMe.
- Corsair RM1000i.
Y en este caso, éste es el elenco de tarjetas gráficas que teníamos disponibles para realizar las pruebas (hemos quitado algunas de las más viejas o menos potentes, y añadido las nuevas que hemos ido consiguiendo):
- AMD Radeon RX Vega 64 (Built by AMD, modelo de referencia).
- AMD Radeon R9 Nano.
- AMD Radeon RX 480 (Built by AMD, modelo de referencia).
- MSI GeForce GTX 980 Ti Gaming X.
- NVIDIA GeForce GTX 1060 6 GB Founders Edition (Built by NVIDIA).
- MSI GeForce GTX 1080 Ti Gaming X.
En todos los casos el dato que se muestra es la media de FPS obtenidos con la herramienta de benchmarking de FRAPS (lo que se muestra es solo la media de FPS), siempre con los ajustes gráficos al máximo y en resoluciones Full HD (1920 x 1080), WHD (3440 x 1440) y Ultra HD (3840 x 2160). En el caso de las gráficas de NVIDIA hemos empleado los últimos drivers GeForce 387.92 WHQL, mientras que con las tarjetas gráficas de AMD los controladores empleados han sido los Radeon Software Crimson Edition 17.10.1, así que en ambos casos hemos utilizado los controladores que ya incluyen mejoras para Middle Earth: Shadow of War. El sistema operativo empleado ha sido Windows 10 de 64 bits con todas las actualizaciones instaladas.
Ajustes gráficos
Es curioso que este título permita poner cualquier resolución, aunque no sea soportada por tu monitor. De ésta manera puedes seleccionar resolución Ultra HD en un monitor Full HD, y el juego realizará downscaling con ayuda de la GPU. Es una manera cómoda de hacer super-sampling (si tu gráfica tiene potencia suficiente, claro).
Pero vamos a lo que interesa, las opciones gráficas: en todos los casos hemos configurado todos los ajustes gráficos en Ultra, con V-Sync desactivado y FPS Cap desactivado también, de manera que la tarjeta gráfica siempre estará al 100% para proporcionar el máximo de FPS posible. También hemos desactivado una de las nuevas opciones llamadas “Dynamic Resolution”, que viene a colación de lo que explicamos en el párrafo anterior: con éste ajuste activado, si se alcanzan 60 FPS y la GPU no está al 100%, el propio juego sube la resolución para mejorar la calidad gráfica. No nos interesa esto en la prueba de rendimiento, así que lo hemos desactivado.
Rendimiento gráfico en Middle Earth: Shadow of War
El rendimiento obtenido, o al menos el orden de las gráficas, es más o menos el esperado, con la GTX 1080 Ti la primera de todas y seguida por la Radeon Vega 64, que se ha comportado de una manera excelente manteniéndose incluso por encima de los 40 FPS de media a resolución Ultra HD.
Un dato interesante que sacamos de aquí, con los juegos de nueva generación, es que ya las Radeon RX 480 e incluso las GTX 980 Ti se están empezando a quedar cortas. Siguen siendo perfectamente válidas para jugar a tope a resolución Full HD, de eso no hay duda, pero se nota que comienzan a renquear, especialmente a mayores resoluciones.